LA ESENCIA

Llegamos en 1 hora exacta a la finca La Esencia, una casa a unos 500 m sobre el nivel del mar, en Aiello de Malferit. Al final de 8 km de carretera estrecha de curvas, tal cual suelen ser los puertos de montaña. Camino a la ermita, nos dijeron, menuda penitencia si lo subían a pie, pensé. Yo me atreví a pedirme una tienda de campaña. Mi hermana, con quién compartiré estos días, le asignaron la habitación que hay en la planta baja, así evita subir escaleras y no tienta a su equilibrio, tan mermado por la dichosa ataxia. Compartimos para cenar lo que había traído cada una y prontito nos retiramos a dormir. Aunque no sirvió de mucho, los perros de los vecinos, alterados de percibir tanta presencia ajena, nos dieron una serenata hasta la 1:00 h de la madrugada. Para entonces yo ya estaba desquiciada, pues la somnolencia a la que me llevó la lectura nocturna, se había esfumado con el concierto perruno. Finalmente tiré de los auriculares y me pasé la noche con una hipnosis de Román Santos,...