SORPRESAS DE GRAN CANARIA

Ha sido una semana estupenda, aunque algunas cosas no salieran como me esperaba. Para empezar, no pegué ojo la víspera del vuelo porque como el último había sido el de Pisa, donde tuve la mala experiencia de que no me dejaran embarcar y me tocó volver desde Bolonia, pues eso, que estaba un poco nerviosilla. Además, había mirado y ya no habían billetes para comprar o sea ¡que el vuelo iba lleno! Quedé con Rubén en irnos juntos al aeropuerto, ya que él iba de turno de mañana y volaba a Bari a las 7 horas, 15 minutos antes que el mío. Me dijo al levantarse que no me preocupara que había hablado con su compañero, el primer oficial de mi vuelo, advirtiéndole que iba yo. De hecho, saludé efusivamente a los pilotos del avión contiguo justo antes de subir la escalinata al mío y encontrarme con él, en la entrada de la cabina de los pilotos, -¿qué haces tú aquí? le pregunté. Pensé que simplemente habría ido a saludar y cerciorarse de que había subido a bordo, pero no, había cambiado el vuelo el...