RETORNANDO A LAS PITIUSAS

Ansiosa por volver a hacer millas tras mi convalecencia por la cirugía de mi hombro derecho, propuse a un recién adquirido amigo, largar amarras un jueves cualquiera y navegar una semanita. En estos momentos es cuando soy consciente de lo privilegiada que soy siendo por fin dueña de mi agenda. Asi que llegué a bordo junto con la compra el miércoles tarde y una vez estibada, hicimos una cenita guay en la bañera, con unos calamares que el armador había tenido el detalle de comprar y un buen jamón serrano y queso, mojadito todo con un vino blanco primero y tinto después, y con una agradable charla para empezar a conocernos. Como había convenido con las primeras luces del alba, ya estábamos levantados, liberamos cable, amarras y a las 7:00 HRB dejábamos atrás el amarre 15/3 del RCNV. OceanDiva es un First 42.7, noble aunque no tan nervioso como el First40.7, este es del 94, 4 años más que mi añorado Libertyenlamar, y su habitabilidad es increíble, además se nota que su armador vive a bordo, por lo tanto hay un ambiente de hogar muy personal. Mar plana, nada de viento y bruma, vemos salir tímidamente el sol entre ella. Era lo previsto, asi que iba preparada a tragarme una motorada, 1.800 r.p.m, el armador no quiere forzar más el motor, 5 nudos de velocidad. Rumbo 110º 77 millas hasta las Islas Bledas, justo antes de S.Antonio, luego según veamos decidiremos si fondear en Comte del Norte o del Sur. A poco más de 3 millas de la bocana, encontramos un pequeño delfín, o eso parecía, flotando muerto, estaba en proceso de descomposición, es extraño, lo bordeamos pero no damos ningún pan pan, aunque yo lo hubiera hecho, quizás soy muy metódica, pero me gusta las cosas bien hechas, sobre todo cuando no cuestan. Son las 9:34h l39º10,07 N L 0º 48,84E 63 millas a nuestro WP, en 2h 30’ hemos hecho 14 millas, nos da una media de 5 knots, seguimos rumbo 110º y sin viento, pero vamos bien, charlando, desayunando y peleándonos con un montón de hormigas voladoras y pequeñas avispitas. A las 12:30h l 39º 29,32’ N L 0º 36,95’ E nos quedan 49,5 millas, ahora nuestra velocidad es de 6 kn ya que hemos sacado velas y vamos a la mediterránea, velas y motor, rumbo 111º y hemos visto varios tremendos peces luna. El armador ha echado el curri y puesto la caña por popa, pero de momento no pican. Las velas nos obligan a caer para que pueda portar bien el Genova, ya que la pequeña brisa que tenemos es de NE, asi que el GPS sobre Navionics ahora apunta al Sur de Es Vedra, pero ya rectificaremos, lo importante es sacar algún nudo más, ya que no nos da para ir solo a vela. Nos entretenemos oyendo música, charlando, incluso he aprovechado para buscar un sitio adecuado a la nueva luz que es obligatoria llevar en los chalecos y que he comprado recientemente, ya que el mío personal no llevaba. Incluso hago algo de gimnasia para mis hombros. El armador se ha ofrecido a cocinar una omelet de champiñones y yo lo agradezco, es el primer dia y encima a motor, no quiero arriesgarme a pillar colocón abajo cocinando. 14:00h l 39º 9,60N L=0º 55,74’ E rumbo 122º, 45 millas a Es Vedra. Nos hemos cruzado con una pequeña familia de delfines pero pasan de largo y ni se acercan, ohhhh. Alcanzamos a otro velero con nuestro mismo rumbo por la amura de Er y nos cruzamos por Br con un Ketch con rumbo contrario. 16:30 HRB l=39º7,22N L=1º0,43’E recuperamos rumbo 110º pero no conseguimos más de 5nudos a motor y vela, debe ser la olita corta en contra. 18:00 HRB tenemos algo más de viento, conseguimos los 6 nudos, aunque seguimos sin pescar, empezamos a hacer apuestas de si veremos el sunset
fondeados o no y casi casi, salvo que no caímos que al estar mas al E la puesta de sol es mas prontito y al final llegamos a las 22:00h a Cala Escondida o Cala Comte del Sur. L= 38º 57,71’N L= 1º13,04’ E. Me pidió que hiciera yo la maniobra y el se iba al pozo del ancla, ya que era mi primer fondeo a bordo. Ya era de noche, pero se veían las luces de fondeo de dos veleros más, un catamarán y un monocasco. Conozco la cala y tiene un lecho de arena fina sin problemas, asi que apunte a la popa del catamarán para aproarme y quedarme justo entre los dos. Tenemos 5m, calamos 2,20m, echamos 3 esloras, ya que las marcas de la cadena están marcadas asi. Ahora toca cenita y a descansar, la noche es placida y podemos identificar algunas constelaciones como la Osa Mayor. Al dia siguiente, tras una más que placida noche, en la que solo me levante una vez para mirar que todo seguía igual y no habíamos borneado ni nada, te sientes de nuevo privilegiado por abrir los ojos y verte flotando sobre una gran piscina natural color turquesa. Me fui a proa a hacer algunos estiramientos y escuchar una breve meditación para empezar el dia, y luego le eche valor, aunque con el neopreno, para tirarme al agua en el que sería mi primer chapuzón del año!. Aproveche para ponerme mi equipo de snorkel y revisar el ancla. Estaba super clavada, es una tipo Rocna, con su medio arco arriba, este modelo suele trabajar muy bien, pensé. Tras mi ritual de aseo personal por popa, monte mi hamaca de la botavara a
uno de los obenques y me dedique a la vida contemplativa, la vista era de postal!. Aunque para ser Mayo la playa se empezó a llenar y hasta aparecieron los del alquiler de motos de agua, aquí ya ha empezado la temporada al parecer!. Otro velero, un Bavaria 42, con dos amigos del armador zarparon unos días antes y al parecer están en la Sabina, son también argentinos, y decidimos zarpar para encontrarnos con ellos y pasar juntos el fin de semana. Siempre es más divertido compartir cenitas o comidas a bordo e intercambiar hazañas y experiencias marineras de unos y otros. Y más en este caso, que eran totalmente nuevos para mi y yo para ellos, lo teníamos todo para contarnos! Jajaja Asi que después de comer, sobre las 16:30 HRB levamos el ancla y pusimos rumbo a la Sabina, tenemos viento del E, unos 15 nuditos, vamos a vela inicialmente hacemos puntas de 7 kn jugando y atentos a la escota de la Mayor, asi llegamos ciñendo hasta Es Vedrá, sin embargo no entendemos porque todos los que vienen con rumbo encontrado lo hacen a palo seco. Pero al llegar al través de Cala D’Hort con la influencia de la mágica Es
Vedrá y la orografia de la cala, el viento empezó a darnos roladas tremendas que nos obligaron a improvisar viradas rápidas, incluso llegar a recoger Genova, y hasta un pequeño remolino en la superficie que por suerte no nos tocó. Y al salir de esta zona ya el viento establecido del E de veinte y tantos nudos. Bajamos un poco de driza de la Mayor para tomar los dos rizos que tiene la vela, pero al no tener laisy la vela quedaba caída y sin mataciones, y no conseguíamos sacarle un buen rendimiento, llegamos a los 29 nudos y conseguir 7 de velocidad y en cuanto estuvimos bien en el canal entre ibiza y formantera y se estabilizo entre 18 y 19 nudos, volvimos a subir toda la Mayor y Genova y el barco navegaba cómodamente apoyado sin demasiada escora ni tirar demasiado el timón. Ha sido nuestra primera prueba real de navegación, pensé, y no hacemos mal tándem, ha habido un momento de adrenalina pero hemos resuelto rápido y con control. Al final sus amigos nos avisan que se cambian a Espalmador porque en la Sabina hay mucha ola y es incómodo, normalmente el tráfico constante de los Ferrys hace que este fondeo no se agradable. Asi que ni cortos ni perezosos, viramos y pusimos rumbo hacia allí, esta vez si que llegamos justo para el Sunset. Todavía no han puesto las boyas y se puede fondear en la arenita, éramos 4 barcos para pasar la noche, pero por la mañana
empezaron a llegar para pasar el dia y se puso a tope, hasta un supercatamaran similar al Mirabella, lleno de turistas blanquecinos y colorados, música a tope, y olor de la BBQ que les hicieron a bordo, ¡que recuerdos!. También vi al Siroco 10 de los hermanos Nieto y otro que estaban de practicas de PER para la ampliación a las islas y con los que charlamos en la orilla cuando bajamos a dar un paseo hasta el lado de barlovento de la isla y asi estirar las piernas. Aunque no llegamos a la famosa charca de los barros. Vimos carteles del Ministerio marcando que no se pasara para no pisar dunas y vegetación autóctona, lo que me hizo deducir que quizás se la ha quedado de nuevo el Gobierno y ha dejado de ser privada, no lo se. Yo sabia que fue un regalo de Franco a un amigo y que la familia tras su muerte la habia puesto a la venta, pero no sé más. Según San Google : Tras el fallecimiento de este, la isla pasó a estar en manos de sus dos hijos, Norman y Rosy Cinnamond, quienes volvieron a vender la isla en 2018 a una familia de Luxemburgo por 18 millones de euros. Pese a ser una isla privada, su acceso público está permitido. Nos hicimos fotos, charlamos con unos y otros que nos íbamos encontrando por la playa y a la vuelta, invitamos a comer a sus amigos a bordo, ya que la cenita había sido en el suyo. Lo haríamos prontito porque ellos tenían que ir a la Sabina para devolver una moto que habían alquilado para recorrer Formentera los días previos a nuestra arribada. Y luego la “meditación=siesta” en mi hamaca fue imposible, pues llego un Llaut (barquita típica de las islas) con 6 mujeres a bordo que celebraban una despedida de soltera como si no hubiera un mañana, asi que cuando el armador propuso
volver a bajar a la playa, le seguí, junto con un par de cervecitas fresquitas y mi mini altavoz, para intentar alejarme de la competición de musicas que se había convertido el fondeo a nuestro alrededor, grrrrrr, pero el calor en la arena era mucho más intenso, asi que poco aguante tumbada y me tuve que ir a dar un largo paseo por la orilla, dirección hacia la casa que se ve al final de la playa, aunque la acumulación de posidonia seca y
maloliente en esa orilla me invito a dar la vuelta y retornar junto con mi partner que se mantenía a remojo en la orillita, intercambiamos algunas fotos graciosas haciendo el ganso y volvimos para el sunset a bordo. Lo bueno es que todas estas embarcaciones son de daily charter, por eso al caer el dia desaparecen y vuelve la paz a las calas. Entiendo que alguien que solo va a navegar un dia lo de todo, pero la verdad es que hacen tan desagradable a los que le rodean esa misma estancia, que no me extraña que cada vez más, los asiduos navegantes desestimen elegir las Pitiusas en temporada alta, ya que entre el ruido en las calas de los daily charters y las clavadas que te dan en tierra cualquiera de los antiguos chiringuitos reconvertidos en “Beach Club” te alejan totalmente de la manera antaña en la que disfrutábamos del encanto de estas islas.
La cena de nuevo fue a bordo del barco de los vecinos, con tertulia marinera hasta pasada la media noche. Al dia siguiente teníamos previsto irnos a primera hora hacia la Sabina para enseñarle donde está el dock de las dinguis, bajar basura y comprar hielos, pero entonces al armador se le ocurrió ponerse a quitar el hilo de pesca que había visto en la hélice el dia anterior. Tenía una botellita de oxigeno de unos 10’ que tardaba 30’ en hinchar manualmente. Lo intentó solo, pero al final pidió ayuda a sus colegas que aún seguían fondeados a nuestro Br. Uno de ellos vino y le ayudo a terminar de sacarlo todo. Cuando acabaron ya era la hora del ángelus, asi que cuando lo tomamos, hoy se lo habían ganado bien, levamos el fondeo a las 13HRB. Por un momento pensé que podría haberlo hecho el dia anterior que habíamos estado todo
entero allí sin hacer nada, pero también pensé que estas son las decisiones de patrón donde no manda marinero y hay que aceptarlas sin más. Pero como quería entrar al puerto de la Sabina no llegamos a Cala Saona hasta las 15 HRB y después de comer se echó la siesta, asi que las 20 millas que teníamos hasta la cala que hay bajo La Mola, que era nuestro objetivo para tener resguardo del SW que llegaba esa próxima noche, no nos daba tiempo a hacerlas y llegar de dia. Miré el Navily y nos daba que Cala Saona tenia resguardo de SW también, asi que cuando despertó le conté las dos nuevas y decidimos quedarnos y si entraba mucho mar, como el sospechaba, soltaríamos y nos iríamos. Y así fue, por la tarde bajamos a
tierra, soltamos la basura, compramos hielo y andamos hasta la punta del cabo e incluso hicimos un mojón de deseos, vas poniendo piedras una encima de otra y con cada una piensas un deseo, con cuidado de disponerlas de tal forma que guarden el equilibrio y no caigan….jajaja…..hicimos también un montón de fotos al velero desde tan privilegiado lugar y al volver a bordo aún disfrutamos de un espectacular sunset, pues un sol rojo reapareció entre las nubes, justo antes de tocar el horizonte. Preparé un par de Gin Tonics y nos fuimos a la proa con unos cojines a contemplarlo y ya solos y con la confianza de convivir navegando ya dos días, tuvimos una conversación más intima y personal de esas que en tierra seguro que habrías tardado mucho más. Y es que el mar te da ese ambiente de intimidad y confianza que en tierra puedes tardar años en disfrutar. Las máscaras se caen y los personajes que todos tenemos en tierra dejan de tener sentido aquí. Las palabras fluyen y te sientes libre de compartir tus sentimientos y emociones, tus anhelos y tus sueños con tu compañero con el que realmente acabas de conocer. Esto me ha pasado desde el principio que empecé a navegar y es una de las cosas que más me gustan de hacerlo. Aunque es verdad que no se da con toda la gente con la que navegas, pero con los que lo consigues y eres capaz de conectar a nivel emocional, se crea un vinculo que ya rara vez se romperá. Revelamos expectativas y pusimos limites. Admiré que el esté cumpliendo ya con su sueño de vivir a bordo de un velero y me reafirme en que yo sigo
peleando por el mío de descubrir el mundo navegando…… Entre la charla y el cansancio de la buceada que se había pegado esa mañana, estaba que se caía de sueño, me pidió que durmiéramos abrazados esa noche, y accedí, antes de los 5 minutos estaba roncando y yo en cubierta descubriendo estrellas y asimilando todo lo conversado. Según lo previsto a las 05:30 a.m. ya estaba despierta por el movimiento que provocaba en el velero el oleaje que entraba en la cala, me asome un par de veces, era imposible volverse a dormir, y a las 6:30 HRB cuando él se levantó, subimos el hierro y nos fuimos, primero intentamos ir por el Sur, pero las olas y el viento nos hicieron desistir rápidamente, caer en redondo y poner rumbo a los Freus con el viento y las olas a favor. Los vecinos tardaron poco en imitarnos. Nos fuimos debajo de La Mola pero por el Norte. Fue una buena navegadita, primero solo con Génova y luego ya con Mayor y Genova hasta el fondeo, haciendo puntas de 7,5 nudos solo a vela y escuchando a Joan Manuel Serrat.
Y aquí estamos, el fondeo es precioso, Raco d’Mares, l=38º40’46 L=1º31,81E aunque se mueve más de lo que esperábamos con pequeños roles, aunque después de comer bajo algo la ola y aprovechamos para bajar con la dingui a ver la cueva, totalmente invadida en su interior por posidonia seca y a la pequeña playita, llena de los restos que devuelve inexorablemente el mar. Un rato de snorkel para el y de yoga y meditación para mí. Unas cuantas fotos de paso pose y de vuelta yo cogí la dingui, aún no la había probado y me costó tres intentos atracar despacito y al través en la isla del velero para facilitarle a el que se sujetara y subiera. Un ratito de relax, el en su camarote y yo en mi hamaca hasta que fue interrumpido por una llamada de mi hijo preguntándome si seria bien recibido a bordo y se unía el fin de semana, claro que si, fue la respuesta cuando le pregunté al armador, asi podrían conocerse previamente a los días que le había reservado este verano para ir a practicar con sus amigos. Acordamos levantar el ancla y cambiar el fondeo para dormir en Pujol a unas 5 millas más al Norte, de manera que mañana las tenemos ya hechas para
retornar a Ibiza. L=38º44,63N L=1º27,79’E. Aquí también hay bastantes barcos para ser un lunes cualquiera de Mayo. Está el famoso garito del bus y las dinguis empiezan a moverse hacia su pequeño muelle justo a la hora del sunset pero él no quiere aunque se lo propongo, que me vaya sola dice, pero a mi no me apetece, si voy en tándem voy en tándem, asi que desisto y preparo un par de Gin tonics para verlo a bordo, aunque un tremendo catamarán que tenemos a nuestra banda
de Er nos lo tapa completamente, grrrrr. El dia siguiente amaneció nublado y no apetecía nadar, además él propone bajar a tierra a bajar la basura, comprar hielo y vino y le sigo. Callejear por un pequeño pueblito que está despertando te da una sensación de paz increíble y de penita de todo lo que nos perdimos anoche, pues me lo imagino lo mismo pero con todas las tiendas de moda abiertas y las calles y terrazas llenas de vida, pero bueno, a veces tus propuestas no son aceptadas y debes adaptarte, aunque evidentemente se lo hice saber, para si fondeaba allí de nuevo con invitados a bordo, los bajara a tierra porque se lo agradecerían. Al regresar a bordo, arranchamos todo y levantamos el hierro para poner rumbo a Salinas, cuando justo me llama Ruben para decirme que ha perdido
su vuelo a Ibiza, en un primer momento creo que está bromeando, ¿Cómo va a perder un vuelo él que es piloto? Pues si, no era broma ni cachondeo, al parecer la cola de seguridad era doble de la habitual y los tiempos se multiplicaron por dos, asi que cambio de planes, se iría a ver a su padre a Alicante, con la ilusión que me hacia que viniera a bordo!
Miro de nuevo la meteo y parece que ha empeorado, la borrasca que nos llegara esa noche parece que va atraer hasta 50 nudos, con lluvia y tormenta eléctrica, asi que propongo al armador intentar encontrar amarre en el puerto de Ibiza, llamo al CN pero están completos, Ibiza Nueva también, y al final en Botafoch nos dan amarre por tan solo 35€ la noche, increíble, yo que los creía los más caros. Pero antes pasaríamos el dia inspeccionando las calas más próximas al aeropuerto, cala Salinas, ensenada de Codola, Sa Caleta y cala Jondal, donde fondearíamos brevemente para comer antes de poner rumbo a Ibiza para pasar la noche. Esta vez nos costo un par de intentos el fondeo ya que soplaba bastante SO y nos entraba bastante mar en la cala, pero peor lo hicieron el catamarán que llegó justo cuando nos íbamos, por lo menos le costó 4 veces. Y cómo nos gusta a los navegantes observar como lo hacen los demás….jajaja. Preparamos la maniobra entre los dos tranquilamente en la bocana, yo manteniendo quieto el velero y controlado, mientras ponía defensas y preparaba amarras y él subia el motor de la dingui y, ésta a la proa, para facilitar la maniobra. Y menos mal, porque nos asignaron un amarre justo justo justo, entre dos motoras, que es lo que abunda aquí. Una vez ajustado, con sprint incluido en popa, nos regalamos unas largas duchas de agua dulce en los baños de la marina, donde conozco a una simpática capitana de Canarias que está allí haciendo la temporada con su pareja que también es PPER. Cuando la felicito por ser de las pocas mujeres en este sector, me cuenta su anécdota del dia, que llevaba a unos italianos a bordo y que uno se le había tirado al agua en marcha, es la parte todavía chunga, que necesita hacerse respetar y que no la vacilen por el mero hecho de ser mujer, pero estoy segura que se las pinta sola con lo resuelta que hablaba. Me siento orgullosa como hemos aumentado las mujeres navegantas en esta última década. Al salir estaba el armador pacientemente esperándome y a ella su pareja, y tras dejar los trastos a bordo, nos vamos dando un paseo hacia el casco
antiguo de Ibiza. No puedo evitar seguir admirando y disfrutando del desfile de personas extravagantes que siempre ves en Ibiza. Tiene un ambiente entre hippy y desinhibido que me cautiva, es como que aquí, todo está permitido, y cuanto más diferente y extravagante mejor.! Picamos algo en una taberna chiquita y autentica perdida entre sus calles blancas, detrás de las primeras líneas de puerto super concurridos todos de turistas. Luego un chupito de hierbas ibicencas y para el barco, que viene la tormenta y, aún así, nos pilló, en cuestión de minutos se levanto un fuerte viento y lluvia y todos corrimos a la parada de taxis, por lo que nos costó varios intentos conseguir colarnos en uno, es increíble como somos los humanos, ante un mínimo peligro como es mojarse con un poco de agua dulce como se matan por coger un taxi, si huyeran de algo peor que sería?, cábalas de mi mente que no se cansa de analizar a esta humanidad, grrrrrr. Aunque al final no fue tan fuerte o quizás nosotros no lo notamos porque estábamos muy bien resguardados?. Lo cierto es que al dia siguiente continuaba habiendo viento de unos 20 kn pero había salido el sol y no entendía por qué estaba toda la flota amarrada. Fuimos a liquidar a la
oficina y nos ofrecieron una noche más, pero desistimos y zarpamos a las 13h con veinte y tantos nudos de viento por la popa. Sacamos solo Genova e íbamos a 7 knots. Pasamos de nuevo por los Petit Freus y pusimos rumbo a Cabo Roig. Pero para poner rumbo teníamos que ceñir, y solo con Genova no podíamos mucho, asi que tendríamos que pasarnos para luego dar un bordo y caer. El viento era fuerte y el armador prefería no subir la Mayor, cosa que luego me alegró enormemente. Propuse poner motor para ayudarnos a arrumbar pero no quiso. Era temprano, las 16HRB y si tardábamos más no le
preocupaba. Lo que me preocupaba a mí era el nubarrón que se nos venia encima y que claramente venia barriendo la isla de N a S. Pero no eramos conscientes de que hoy hubiera prevista fuerte tormenta y en el parte del canal 3 VHF habían pronosticado solo chubascos, asi que seguimos con esta configuración y antes de darnos cuenta nos había pillado. Se hizo de repente de noche y no veíamos nada a nuestro alrededor por la fuerte cortina de lluvia y la bruma. Recogimos casi todo el Genova y con un pequeño trozo a modo de tormentín intentábamos no perder el gobierno. Bajé a ponerme mi chaleco y con la línea de vida fui hasta la proa para desenganchar la escota del Genova que se nos había atascado bajo la dingui. El armador al timón intentaba mantener rumbo pero el mejor que podría hacer era Cala Salinas, a veces Jondal, pero esta no le gustaba por lo del cable submarino. Yo le propuse que intentara arrumbar a Port Roig que era donde íbamos y estábamos solo a 2’ y a cala Salinas habían 5’, pero lo cierto es que era imposible porque eso era ir totalmente contra el mar y el viento que alcanzó puntas de 32 nudos. Hasta propuso correr el temporal hacia el Sur, pero yo confiaba en que pasaría y a modo de tantra empecé a envocar a mi ángel de la guarda.
Tal cual llego, se fue, y después de pelear durante 3 h, ¡que parecieron 33!, conseguimos entrar a la gran bahía de Port Roig, donde se encontraba toda la flota profesional de pesqueros, por algo será pensé, y nos buscamos un hueco fantástico en la zona de Er que tiene resguardo de prácticamente todos los vientos. Como siempre después de la tormenta llega la calma, y para entonces ya el mar estaba tendido y nos ofrecía un espectacular sunset, que contemplamos rememorando los momentos de tensión vividos y reconociéndonos mutuamente la reacción y el temple de cada uno. Ciertamente creo que
hacemos buen tándem náutico, a pesar de que el dice que somos dos Alfas y es más difícil por ello………….Las risas y el cachondeo tampoco faltaron cuando fui consciente de la pinta que llevaba con el traje de agua que me había dejado él…..jajaja…… Era nuestra ultima noche fondeados, asi que tras el placido sunset, prepare unas lentejas calentitas y nos las tomamos con la ultima botellita de vino tinto que nos quedaba y caímos redondos en nuestros camarotes. A las 6 a.m. ya estábamos en pie, y a las 7 a.m. con las primeras luces del dia, levantábamos el fondeo y poníamos rumbo a Valencia. Fuera del
resguardo, aún quedaba algo de resaca del dia anterior, asi que fuimos con precaución y subimos la Mayor con un rizo y una puntita de motor, hasta que rebasamos Es Vedra, momento en el que sacamos tambien Genova y volvimos a poner rumbo, esta vez a dónde nos diera para que portaran bien las velas y tener velocidad, esta tarde si se cumplía la previsión nos entraría SO/SE y entonces podríamos corregir. Lo único es que el piloto automático no funciona con viento de popa, asi que vamos turnándonos para timoneal, por lo menos no hay mucha ola y a veces hasta lo mantiene con un pie. Arribamos a las 00:30 HRB, me ofreció que hiciera yo el atraque, no sé si porque estaba ya cansado o porque seria ya la ultima vez que me mediría.
Estaba cansada, porque las 2 ultimas horas se hicieron interminables, ya que arribamos por el Sur y el estar viendo las grúas del puerto y sorteando mercantes se hizo muy muy largo. Aunque no me dejo vencer fácilmente, puse música del Divo y disfrutamos de un espectacular Sunset por la proa. Sus amigos y vecinos estaban esperándonos y nos ayudaron en la maniobra, que hice sin problemas, y al dia siguiente aún lo saque una vez más para llevarlo a la gasolinera a repostar y volver a dejarlo atracado en su amarre habitual. Baldeo, con demostración de la magia del “borralotodo” en la fibra, acarrear todo para el coche y poner punto final, a la que espero sea el final de la primera travesía juntos. Pues en una semana hemos tenido de todo y hemos sabido encajar cada una de las pruebas que nos ha puesto la vida y y el mar. Y también tengo que agradecer su confianza en mi cediéndome en tan poco tiempo su barco para hacer tantas maniobras, la primera persona, me confiesa, a la que se lo ha dejado para hacer maniobras. La primera mujer que conoce, que de verdad “navega”, un honor recibir tal reconocimiento y a su vez, haberme dado la oportunidad de demostrárselo, sin su confianza no hubiera sido posible.

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