SUMMER'S HOLIDAYS IN BELIZE
pleamar y era imposible salir por la bocana por el calado. Aunque todos estamos ya que nos navegamos encima, intentamos llevarlo bien y ocupar todo el tiempo. Ayer estuvimos en Tulum y en el cenote "Jardín del Edén" y ciertamente,
el edén debía ser algo muy parecido; cristalinas aguas dulces formaban un gran lago en medio de un paraje de frondosa selva. El único problema, como en todas partes aquí, son los mosquitos, que están haciendo estragos en nuestro cuerpo, a pesar de los repelentes que constantemente nos estamos echando! También hemos buceado ya. Ayer parar
refrescar y familiarizarnos con todo el equipo, sobretodo yo, que llevo un año sin bucear. Y hoy hemos hecho snorkeling en la playa que hay junto a la bocana de la marina.
Sorprendente ha sido la gran cantidad de vida marina que había tan cerquita de la playa!, barracudas, peces loro, angel blues tremendos y hasta un par de tortugas, mucho mejor que algunas inmersiones que hemos hecho. Así que aquí seguimos, un día más en el paraíso!, mañana al alba, si ningún mexicano nos lo impide, soltaremos amarras rumbo a Belice.
31-8-13 Según lo previsto, nos levantamos a las 05:30h, para estar dispuestos en cuanto amaneciera a las 6:00 O'CLOCK. El marinero apareció puntual en una lancha, tras chequear la entrada de la bocana. No había ola y teníamos la pleamar, no obstante nos esperaba para que siguiéramos su estela. A los pocos minutos apareció Gerardo, el gerente de la marina, para despedirnos y confirmarnos el buen parte meteorológico. Tengo que confesar que en primera instancia pensé que había cubierto su compromiso del día anterior, enviándonos al marinero, por lo que me sorprendió gratamente. Efectivamente, viento nulo y poca mar nos recibía mientras por la popa decíamos adiós a Puerto Aventuras, 180 millas por delante hasta nuestro WP, que será San Pedro, en lugar de Belice city, siguiendo los consejos que el día anterior nos dieron Isabel y Peter, dos grandes navegantes que ahora pasan sus días regentando uno de los rtes de la marina. Nos trajeron una carta en papel suya y una guía completísima de Belice. Cuanta más información mejor y sobre todo si viene de otros navegantes que conocen la zona, y ellos, al parecer, se han dedicado muchísimos años a hacer el chárter de México a Belice, por lo que les atendimos y agradecimos de corazón todas sus indicaciones.
El día de navegación discurre tranquilo, a palo seco, cada uno intentando distraerse en tareas varias. Primero improvisamos un gabinete de estética y nos depilamos las chicas las piernas y nos hacemos la manicura, también algún miembro masculino es llamado a filas para repasarle el cuello y los orejillas, ja,ja,ja. Es tras esto, cuando decidimos baldear para deshacernos de pelillos varios en la bañera y los roces negros de la fibra. Nos esmeramos dándole con el cepillo hasta proa, por lo que al terminar sudandito, decidimos regalarnos, el capi y yo, unos cubazos de agua en la isla de popa, con tan mala suerte, que en una de las veces que va a llenar el cubo este le domina tirando de su brazo y vemos caer al capi al agua tras de él. Me da un vuelco el corazón, me voy corriendo a la máquina y pongo punto muerto, para virar en redondo y ya localizarle y no quitarle el ojo de encima mientras nos vamos aproximando lentamente. Mientras JM va bajando la escalerilla de popa por donde sube dando unas pocas brazadas y con el cubo en la mano, ¡no fuera a perderlo al final, claro! Solo ha sido un susto pero estos pequeños fallos a veces pueden convertirse en irremediables sucesos, la suerte es que no había casi ola ni viento y la maniobra de "Hombre al Agua" ha salido rápida y perfecta en muy breve espacio de tiempo. Decidimos relajarnos sentados en la isla con los pies metidos en las burbuja de nuestra estela a modo de jacuzzi. ¡ Hasta que recuerdo que pueden venir algún pez y mordernos!.
para dormir, aunque luego realmente a penas lo hago durante la travesía, al revés de nuestra invitada, que se pasa el día dormitando, hasta el punto de que pensamos que pueda haberle picado algo!. La noche nos trae un gran manto de estrellas, tenemos la luna en menguante y además tardara en salir, así que el espectáculo está asegurado. Sacamos nuestro celestrón, un telescopio electrónico, pero JM nos enseña un programa de i-pad que te dice lo mismo o si cabe más completo y que además te permite hacer fotos, increíble como hemos avanzado en pocos años, pues no hace tanto que lo compramos! Mi primera guardia pasa rápida y entretenida, entre una película V.O que me pongo en el portátil "De ja Vu" y observar las lucecitas que por la banda de Er empiezo a divisar. Parecen pequeñas embarcaciones de pescadores, pero no deja de ser curioso que de repente estén, cuando en todo el día no nos hemos cruzado con ninguna de ellas. Además una, tan pronto está muy cerca como se aleja, tan pronto le veo la luz roja como la verde, y empiezo a pensar en la posibilidad de que sean piratas!. Imaginaciones tuyas, dice el capi, a quien despierto para que lo observe también. La verdad es que desde que leí la mala experiencia que vivieron unos amigos navegantes a su arribada a este país, mi predisposición a venir nunca ha sido buena y supongo que ello hace que este más alerta de lo habitual, cosa que tampoco es malo cuando se llega a un lugar nuevo. Mi segunda
guardia, la de las 6:00 a.m. llego antes de lo que esperaba, probablemente porque mi sueño no fue profundo, como me ocurre siempre en navegación. Nos quedaban únicamente unas 20 millas a nuestro WP, pero cuando íbamos aproximándonos avistamos a una barquita de pescadores y nos fuimos directos a ellos a preguntarles, ya que ni la carta de papel que nos habían dejado Isabel y Peter, ni el Max sea, ni el plotter coincidan entre ellos ni con lo que avistábamos en aquel momento. Nos dijeron que el paso estaba a unas 14millas de allí y que había una gran boya que lo indicaba. Eso eran casi 3 h más, ya que la corriente en contra no nos dejaba ir a más de 5 nudos, la mayor parte del tiempo. Con tierra y la rompiente de la barrera a Er seguimos avanzando hacia el Sur por el veril de mayor profundidad. A las 14 millas clavadas, avistamos muchas embarcaciones pequeñas en el mar, seguramente de buceadores, y con el telescopio vimos un pequeño puertecito con barcos de vela, que luego resultaron ser todos catamaranes de chárter. Sobrepasamos la boya amarilla lo suficiente para poder enfilarla en el rumbo 318 según nos indicaba la carta y una vez sobrepasada apuntar al 355. Aun así, JM y yo de mascarones de proa observando el fondo, Miuca cantando la sonda y el capi al timón a muy poquita velocidad. El día era ideal, mejor imposible, calma chicha, sin ola y la pequeña brisa procedente del térmico de tierra que te echaba fuera. Si no entrábamos hoy no entraríamos nunca. Vimos que era todo posidonia bajo nosotros pero también veíamos velar los corales de la barrera muy próximos por ambas bandas, así que en cuanto llegó a menos de 1m la sonda, echamos el hierro y fondeamos. Aunque al momento tuvimos que cambiarnos y avanzar unos 300m porque llegó el tiquismiquis de turno, de una embarcación de buceo a protestarnos porque estábamos en todo el paso del canal de entrada/salida. No nos apetecía tener tonterías, así que en cuanto almorzamos, hoy sería huevos con beicon como merecido premio después de las guardias, cambiamos el fondeo y nos
preparamos para bajar a tierra a formalizar nuestra entrada en el país. Eran las 12:30h, porque aquí al parecer era una hora menos que en México, pero nos dijeron que estaban almorzando y volverían a las 13h. El calor caía con aplomo, era imposible estar por la calle bajo él, teníamos que ir corriendo buscando las sombritas. Así que nos fuimos a hacer tiempo a un garito que habíamos visto en la playa muy auténtico, una pequeña choza cuadrada de troncos con una barra igualmente cuadrada con taburetes altos de madera. Todo escrito con firmas de todas las gentes que habían pasado ya por allí, y bajo el techo de cana camisetas
igualmente de viajeros que hayan hecho allí una escala. Nosotros nos tomamos unas birras fresquitas y aprovechamos su wifi para conectar nuestros móviles e ipads y comunicarnos con nuestras familias, leer mails, enviar whatshaap e incluso algunos hablar por line o skype! En cuanto son las 13h nos dirigimos a la oficina de inmigración, no hablan español, nos dicen, y nos dan cuatro formularios para rellenar. Estos, junto con 120 dólares americanos, y tenemos permiso para estar en el país durante 1mes, aunque antes tenemos que pasar por otra oficina, la de sanidad, donde nos hicieron apartarnos a nosotros e interrogaron al capi sobre los alimentos que llevábamos a bordo. Por pelos nos libramos de que vinieran a bordo a inspeccionarnos, ya que no dijo ni la mitad de lo que llevabamos y además se comprometió a tirar los huevos!. Otra cosa curiosa que nos dimos cuenta, es que en la documentación de salida de México nos habían puesto a las dos mujeres como cocinera y camarista y al otro miembro masculino de la tripulación como marinero.¿ Porque habían presupuesto esas funciones, el machismo internacional? Esta noche la pasaremos aquí fondeados y mañana por la mañana navegaremos hasta alguno de los cayos. A la caída del
sol bajamos otra vez a tierra para pasear y ver el pueblecito de San Andres. Las casas son las típicas caribeñas, de madera y pintadas de colorines. Hay bastante animación porque al parecer están de fiestas durante cuatro días, con motivo de la elección de Miss América Central. Al día siguiente, tras los baños matineros y un buen desayuno, subimos el ancla y pusimos rumbo a Turneef Cay, unas 20millas, pero como tenemos viento y corriente en proa, nos cuesta más de 4h. Nuevamente no coincide ni la carta en papel que nos han dejado, ni el Max sea, ni el
plotter con lo que vemos realmente. Según todos ellos estaríamos ya encima de tierra y seguimos navegando sobre un veril de gran profundidad, aunque ya avistamos tierra en el horizonte y la línea de color turquesa que significa poco fondo. Avistamos una barqueta de pescadores lugareños y decidimos dirigirnos nuevamente a ellos para preguntarles por la entrada al reef. Hemos avistado también un catamarán fondeado y suponemos que estará por la zona más idónea para fondear. Solo hablan en ingles y aunque detonamos por su respuesta que no les haya hecho mucha gracia que nos acercáramos a ellos, supongo que porque estaban pescando y les ahuyentamos los peces, nos han indicado que la entrada está a unas 50 yardas del catamarán. ¿Cuanto es una yarda? Nos preguntamos,¿ alguien se acuerda? Como se ha hecho toda la vida, entramos a ojo, JM y yo en proa mirando, y el capi muy pendiente de ir a la mínima velocidad sin perder el gobierno y pendiente de la sonda! Cuando estamos con unos 3m de sonda y viendo las sombras constantes de los corales, decidimos echar el ancla y fondear, tenemos un pequeño trozo
de tierra por la amura de Er y toda la barrera de coral delante, por lo que estaremos resguardados del viento predominante de E y del mar. Son las 14h cuando quedamos finalmente fondeados en latitud 17'33'58,84" N L87'49'09,62"W. Después de comer no nos concedemos tiempo para la siesta, estamos ansiosos por ir a bucear y descubrir esta nueva zona. Los chicos cogen sus arpones totalmente dispuestos a pescar para la comida de mañana, buscan langostas como locos por todas las cuevas, y mientras yo les sigo paseando e intentando
descubrir cada rincón. El paisaje a nivel de corales es alucinante y hay mucha vida marina. Finalmente la cesta de la compra tiene dos pequeñas langostas y unos cuantos peces, un parguito y una palometa que cayeron para cenar y algunos más para hacer caldo para hacer al día siguiente una paella o una fideua, ya veremos dicen. El viento sube a la caída del día, por lo que durante la cena y la sobremesa, que hoy se alarga hablando de amigos navegantes y no tan navegantes, encendemos las electrónica y nos da rachas de 25 nudos. A la mañana siguiente pudimos comprobar que habíamos garreado un poco, pues ni el ancla ni la
cadena están donde las echamos al llegar. El día amanece entre claros y nubes y el capi totalmente cao por las picaduras del día anterior de los tábanos, así que decide no salir en todo el día al exterior y efectivamente se lo pasa en el living siesteando. JM y yo nos vamos a bucear con botellas y nuestras cámaras de fotos pero sin alejarnos del barco pues justamente bajo el ya hay unos corales impresionantes. Para mí todavía lo más difícil es estabilizar mi flotabilidad y con la cámara aun peor si cabe. Pero lo cierto es que ninguno podemos hacer buenas fotos porque
no nos han debido de quedar bien ajustadas dentro de la carcasa y no responden los botones, nada no solucionable con más experiencia y mucha paciencia. Nos las llevaremos en la retina porque realmente las formaciones de coral eran increíbles, ni montadas a propósito en una floristería del mar! Por la tarde decidimos quitar ya los toldos en cuanto pasa el sunset, para no oponer tanta resistencia al viento que era seguro subiría por la noche, pues ya se avistaban los rayos que traían las distintas formaciones nubosas que se forman en estas latitudes en esta
época del año y que por la noche son más impredecibles por la falta de visibilidad, no así de día, como ocurrió esa mediodía que cuando estaba haciendo el ángelus en mi hamaca y escribiendo este relato, levante la vista y divise una línea blanca aproximándose rápidamente por proa. Pegue un grito para poner a resguardo el ipad y no me había levantado aun de la hamaca, cuando ya teníamos encima una cortina de fuerte lluvia que nos empapo de proa a popa, endulzándonos a nosotros y el Rebeca. Miuca ejercía hoy de cocinera, a mediodía comimos fideua con langosta caribeña y por la noche fue pizza casera y tortitas marroquíes con humus y aunque intentamos hacer sesión de cine, Morfeo nos venció en los primeros minutos.
Tras una noche de aguaceros y viento, amaneció otro día nublado, cumpliendo la previsión de Ugrib que
habíamos bajado el día anterior por el ADSL vía satélite que llevamos a bordo y que puntualmente activamos para estas travesías. Después del baño matinero, nuestro y del Rebeca, levantamos el fondeo a un grito del capi, que estaba hasta los eggs de los insectos que le atacaban, rumbo al Bluehole, otro cayo más al Este, conocido por los buceadores de todo el mundo, por ser un gran agujero de considerable profundidad, en medio de una barrera de arrecife. Hoy hay bastante viento y mar, 25nudos, pero como siempre, en la proa, así que vamos a motor para mi desesperación y las olas que alcanzan en algunos casos los 3m nos barren el barco de proa a popa. Parecen que todas buscan a Miuca, porque se ponga donde se ponga, siempre se come alguna!. Cuando sobrepasamos el Norte de Moger Cay Island ponemos rumbo 31º y ya
podemos navegar a vela, de través, bajando hacia el Sur de Sandhere Cay. Tenemos unos 15 kn y hacemos 7nudos de velocidad. El barco va mucho más estable, el mar ha bajado a sotavento del nuevo Cayo. No nos da tiempo de bordear el Sur como habíamos previsto, así que decidimos buscar un lugar para fondear antes de que caiga el día, aquí a las 6:30h ya es de noche. Me voy a proa con JM y muy despacito vamos indicando al capi que lleva la mínima velocidad. A unos 5m de sonda echamos el ancla. Cuando bajamos a inspeccionarla vemos que esta clavada en una piedra pero también vemos que podemos avanzar unos 300m más sin problemas porque los corales son bajos. Así que repetimos la maniobra, ahora con JM en el agua indicándonos el camino y hasta donde llegar para echarla sin problemas. Quedamos fondeados en l17'11'75,30"N L87'37'12,27W. Aun aprovechamos para hacer un poco de snorkeling e intentar pescar algo, ya que hemos comido por el camino y nos quedan un par de horas de luz. Por Er a pocos metros
vemos la sombra de un arrecife y ahi echamos el ancla de la dingui. Nada más tirarnos, vemos una gran manta raya y más tarde veremos un par más, aunque más pequeñas, también una tortuga y mucho peces de colores de arrecife, así como formaciones preciosas de coral, como en el fondeo anterior. Por la noche nuevamente sube bastante el viento, todos deciden no cenar e irse a dormir, yo prefiero ver una peli, y consigo que funcione por fin la Cie, así que me quedo sola viendo "Amar en tiempos de cólera". A la mañana siguiente, estamos todos en pie bastante temprano y decidimos cambiar el fondeo más cerca de donde vimos llegar y fondear dos grandes yates para estar más cerca del famoso Blue Hole, punto famoso de este Cayo, que buscan todos los buceadores. Al aproximarnos vemos que los yates eran también de buceadores, viajes de esos que denominan "Life in board". Cuando vamos haciendo la aproximación una manada de delfines nos acompañan, como si quisieran indicarnos el camino, es impresionante!, JM se tira al agua y bajo la proa va mirando el fondo e indicándonos si podemos avanzar o no. Finalmente echamos el ancla en unos 4m a Er de los yates. Latitud 17'13'39,11" N L88'16'36,05" W. Vamos también pequeñas embarcaciones de las que llevan a buceadores y un pequeño velerito delante de nosotros, más dentro de la barrera. Los chicos deciden coger la dingui e ir a preguntar por la posición exacta del famoso Blue Hole, pero la primera embarcación que es una lancheta no le da demasiadas indicaciones si no pagan, así que se dirigen al del velero que parece otro pobre transmundista. Este al parecer les ofrece langostas y les indica que en tierra a barlovento hay gente que les pueden indicar. Así que se dirigen allí y descubren un pequeño hotelito de cabañas regentado por un gringo y un centro de buceo, que igualmente pretende cobrarles más de 300€ por llevarnos al famoso Bluehole, poniendo nosotros nuestros equipos y todo. Les parece un robo y vuelven al barco con todas las nuevas y a por dinero para ir a comprarle al del velero unas langostas, ya que están siendo tan difíciles de avistar. No me gusta que hayan tardado tanto, no soy mujer de quedarse a esperar,
me gusta ir también a investigar, pero decido no darle mayor importancia y nos preparamos para hacer una inmersión con botellas en una boya que avistamos a nuestra popa. Todavía tengo poca experiencia, pero intento ir tranquila y seguir las indicaciones de JM. Resulta ser un lugar muy bonito, de los más bonitos que hemos visto, hay a unos 12/15m muchos corales de diversas formas, por un pequeño cañón entre ellos atravesamos varias aberturas como cuevas que nos llevan al lado profundo. Los oídos empiezan a molestarme y me cuesta bastante conseguir compensar nuevamente, intento avisarles a ellos para que me
Esa noche vuelve a subir el viento por lo que tenemos que ir muy despacito con la dingui, cuando decidimos bajar a tierra para conocer el hotelito que descubrieron esa mañana y al que habíamos sido invitados por Jackson, su dueño, a una fiesta en la playa. Se trata de un americano que ha comprado la isla entera y ha montado un pequeño hotelito para buceadores. Aunque es de noche y hay poca iluminación, se le ve con encanto y sabor. Nos indican que están todos en la playa y nos dirigimos allí, siguiendo como los ratones, la música que nos llega. Efectivamente, alrededor de una gran hoguera hay un grupo de personas, bastante jovencitos en su mayoría y varios lugareños, trabajadores del hotel. Dos de ellos hacen de disjokey, con
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