CARTAGENA DE INDIAS E ISLAS DEL ROSARIO

Hoy es un dia lluvioso, a ratos salió el sol, como ocurre siempre en primavera. Recuerdo mis pascuas de la niñez, cuando nos íbamos toda la familia a comer de picnic al campo, a veces llovía y teníamos que salir corriendo…. Hoy estaba frente al televisor, viendo una de tantas series que nos entretienen en estos tiempos de pandemia, cuando he recibido un video muy especial, de una pareja de navegantes casándose a bordo de su velero y este, me ha servido para conectar de nuevo con mis sueños y viajar a miles de millas de mi sofa y comprender que los sueños se cumplen y que somos muchos los que compartimos los mismos. Ha sido un chute de energía, de buena onda, de felicidad compartida, de ganas de vivir. De comprender que nada es imposible, que la felicidad está dentro de nosotros, que solo necesitamos pequeños gadgets para conectar con ella. Me ha hecho recordar que en el mar, cuando se comparte una misma pasión, todo es posible…. Brindo por ellos!! Esto lo escribí en el 2020 , en el 2023 conocí a esa pareja, ella italiana y el canadiense con un hijito, que viven a bordo de su velero, yo les conoci cuando llegue alli con el Maverick, y ahora coincidire con ellos en Cartagena de Indias. Ya les puse en contacto con el velero donde me enrrolo.! Ayer empece mi periplo por aeropuertos para llegar hasta el y escribía esto en las RRSS: “Será que nunca es tarde si uno se lo propone de verdad. Que es bueno ponerle algo de aventura a la vida. Volverse un loco
cuerdo. Que la vida es un suspiro. Y las nuevas oportunidades están ahí…..a la vuelta de la esquina. Esperando para ser vividas. Será que solo los cobardes están llenos de excusas. Y no se atreven. Que piensan más y sienten menos. Que se asustan de sentir y huyen. Que huyen porque piensan. Y no sienten. Será que los sueños maravillosos son los que te hacen dormir con los ojos abiertos. Será que la vida te avisa que no te dejes para más tarde. Es ahora o nunca. Y no es nunca. Es ahora…..allá voy.” El arribe fue rápido, me sorprendió el armador con una tarta de queso y una velita, por mi reciente cumpleaños. De la que dimos rápida cuenta junto con un poco de jamón serrano que yo había traído cargando en mi maleta y un poco de vino que aún le quedaba de mi visita anterior. En cuanto vacíe mi maleta de todos los regalitos que traía, nos fuimos a dar un paseo por el casco antiguo de la linda ciudad de Cartagena de Indias. El Jet lag me mantenía despierta hasta que me rendí a Morfeo tras más de 36h. El día siguiente sería de preparativos, compras etc, para recibir a nuestra huésped el lunes.
Aunque por la tarde aún nos dimos otro pasito por el barrio de Getsemani, un barrio muy pintoresco y colorido. A las típicas casas colombianas de balconadas de madera le sumaban preciosas pinturas en paredes y cuadros y calles decoradas con paraguas o banderines de colores. Multitud de gente,en su mayoría locales. Comimos, como la mayoría, en la calle, en la plaza de la iglesia, donde curiosamente conocímos a una parejita de Torrente, es fácil coincidir con españoles, pero además de tu mismo pueblo, ¡ es la repera!. Al día siguiente cuando llegó Hanna, nuestra huésped está semana, zarpamos rumbo a Islas del Rosario. Ella es una chica muy agradable, de Mombasa, Kenia, que viaja sola durante meses porque su marido siempre está trabajando, jajaja, o eso nos contó. Poco antes de llegar al fondeo seleccionado en Isla Grande, y a pesar de haber estado en varias ocasiones ya el armador, este último mes, embarrancamos en un bajo. Suerte que íbamos despacio, con poquito motor y el Génova. Paro rápidamente motor. Yo me fui a proa por si veía por donde salir, pero era la caída del sol y la luz era muy mala. Pero acertadamente el
patrón pasó del largo que íbamos, a orzar para que el barco escorara y salimos sin problemas. Uff solo se quedó en un susto. Las cartas parece que estan desplazadas hacia el NE, por ello no puedes fiarte mucho. Al dia siguiente cuando me tire a ver el ancla vi que había caído sobre el coral, por lo que rápidamente cambiamos el fondeo, con cuidado de levantarla sin dañarlo, también vi que solo habíamos rascado el filo de la orza. Iniciamos los días dando yo una clase de yoga en la proa y luego, tras asear el barco y hacer un rico desayuno por el,capi, nos marchamos para hacer snorkel, bajo las columnas de un muelle que estaban repletas de bancos de peces y coral de colores crecido alrededor de ellas. ¡Espectacular!. Por la tarde bajamos con la dingui a ver el poblado, típico caribeño, pocas casas humildes, muy coloridas. Y sus gentes muy simpáticos, múltiples saludos dimos a todos los que nos cruzamos. Una cervecita en el bar/super del pueblo y de vuelta para el sunset estábamos ya en el muelle, justo para aprovechar la linda luz de ese momento del dia y hacer unas estupendisimas fotos. Posición 10°10,48'N 75°43,84'W El siguiente fondeo sería en Bora Bora, un punto mucho más turístico. (10° 10,32’N 75°45,08’W) Donde siguiendo las marcas de
entrada y yo en la proa indicándole, con el sol arriba, conseguimos fondear en un hueco de arena entre corales. Rápidamente nos fuimos a hacer snorkel, delante mismo de nosotros estaba lleno de barcazas de day charter y un montón de turistas en él agua con sus chalecos y corchos. Nuestra huésped no nada muy bien, le ponemos mi boya de situación en plan flotador, por lo que la idea de no coger la dingui para acercarnos no fue muy buena, desde el barco parecía cerca pero una vez te tiras al agua son metros para ir nadando alguien inexperto. Lección aprendida. Por la tarde bajamos con la dingui al Beach club Bora Bora del que nos llegaba fuerte música y veíamos el trasiego de lanchas todo el día, pero justo acababan de cerrar, a las 17h, antes del sunset, no lo entiendo, grrrrr. Nos vamos al siguiente muelle, que resulta ser de un hotel boutique, “Orika del Mar”, donde nos recibieron amablemente y nos tomamos allí una cervecita y despedir desde allí a nuestro querido Lorenzo. Al día siguiente al ir a subir el ancla, la cadena se había enredado en un cabo que había de un viejo muerto o boya y el capi tuvo que tirarse varias veces y bucear para desenredarlo. Menos mal que es muy buen buceador. El plan es hacer una parada en isla Arena para hacer snorkel, pero el agua está muy verde, visibilidad nula, incluso paramos antes, en un bajo, ( pero nada, hay poca cosa y no se ve a penas. Cambiamos planes y decimos de bajar al beach club que se divisaba en la blanca playa para tomar el “ángelus”, pero resulta ser un hotel “Corona” y sin reserva no nos dejan desembarcar, grrrrr, nos lo tomaremos en el barco, mientras iniciamos ruta hacia la Ciénaga de Cholón. Una vez más, pecamos
de confiados dejando el toldo puesto, pues la calma chicha desapareció y tuvimos hasta 12 nuditos. Que aprovechamos con el Génova un rato, porque el capi quitó rápidamente el toldo. La entrada también es muy complicada por los bajos múltiples y un paso estrecho en la punta justa de una zona con un restaurante con sombrillas en el agua, alrededor del cual hay todo tipo de atracciones, motos de agua, patines voladores, lanchas, etc. Un cayuco de locales se acerca para ofrecernos su ayuda, pero el capi ya ha estado aquí y tiene el trazado, que inicialmente le facilito mi amiga, y sigue fielmente. Por cierto que me ha llamado que vienen para aquí mañana, que alegria, por fin coincidiremos.!! Como decía al inicio de este relato, llevamos dos años sin vernos personalmente. Cuando llegamos a la parte del fondeo vemos ya otro velero. Esta vez me quedo yo al timón para hacer la maniobra y dejando una distancia prudencial para no invadirles, me aproo a su Babor en una sonda de 5m. El armador en proa, echa 25m y pone el Cabo. Es barro, por lo que el agua aunque se ve clara tiene color verde. Me baño antes de meterme a cocinar una rica paella de pollo. Ayer fue fideua de langosta y centollo para cenar. La cocina a bordo es de hotel de 5*, jajaja.
Al día siguiente iremos a tomar el ángelus al garito de la entrada. Básicamente lo que tiene son las mesas dentro del,agua, nos cobran 15000 cops = 3€ por una míni coronita. Y pasan chicos vendiendo ostras constantemente. Dicen que se crían aqui entre los manglares. Por la tarde llega el velero de mi amiga, gritandome desde cubierta me sacó de mi hamaca. Vamos a cenar con ellos. ¡Que alegría volver a abrazarla.! A la vuelta, la noche es de insomnio, pues llega un yate con música a tope de 12 p.m a 06 a.m. acabo en la bañera con mis auriculares y un antifaz pero ni aún asi, grrrrrrr. Al día siguiente pasamos un día de relax en la playa, mi amiga nos recoge a Hanna y a mi y nos vamos con el peque, luego se unirán los chicos, mañanita de playa, cervecitas, collares, book de fotos y acabamos comiendo en su barco, compartiendo el
pastel de arroz que hice. Al día siguiente al alba ya zarpamos para regresar a Cartagena, el charter llega a su fin. Me puse al timón para la maniobra de fondeo y ya no lo solté hasta llegar. Hasta conseguir salir fuera de Cholón, fue una hora de tensión, pues ni el plotter de a bordo tiene las cartas, solo el trazado de las veces anteriores pero sin carta, sobre hoja en blanco. Y los 3 móviles donde tenemos el Navionics, cada dos por tres, perdian el GPS, creemos que por ir tan despacio, voy con la mínima arrancada. Además a estas horas la luz es muy mala porque el sol está muy bajo. Así que voy súper atenta a todo, el no dice nada, confía, pero tampoco se relaja, ni baja al living a preparar el desayuno como había dicho y yo lo agradezco, 4 ojos ven más que 2 y al fin y al cabo es su barco. Cuando ya creo que estoy fuera, con 15m de repente baja otra vez la sonda, otro bajo. Tengo que hacer bastante mar a dentro antes de poner rumbo a Cartagena.
Intentamos poner vela, sacamos Génova pero aguanta poco, el poco viento se nos va a la proa, así que son algo más de 5h de motorada. Vamos despacio, a unos 3,5 nudos, porque vamos con la potabilizadora trabajando, para llenar de agua los tanques. Es increíble como se ve claramente el cambio de agua al llegar a la bahía de Cartagena, una clara franja de espuma separa dos mares, uno azul y el otro marrón, grrrrr. De la semana de charter puedo decir que no fue excesivamente difícil, al tener solo una huésped a bordo y además resulto ser una mujer fácil y flexible. Aunque es verdad que hubieron momentos de mucho calor cocinando, que no puedes relajarte hasta que ves que todo esta en orden a nivel de navegación y logística y que tu huésped esta bien atendida, es decir, no deja de ser una obligación. Pero al parecer el patrón no lo percibió así o no valoró suficientemente mi colaboración cuando me sorprendió diciendome que hubierahecho lo mismo sin mi y que no iba a repartir lo facturado, simplemente la semana que trabajaramos yo no aportaría nada y la semana que no trabajaramos yo pagaría la comida. No era mi idea de hacer equipo y ser partners, desde luego. Evidentemente lo que propone es que tengo que pagar mi estancia de una manera u otra. Grrrr. Esta semana la pasamos aquí, haciendo cosas en el velero. Yo he ordenado el camarote de proa, ordenado ropa, despejado de cachivaches varios el barco en general. Y también la estiba en los tambuchos del living y realizado un inventario, para saber donde están las cosas y cuanto y de que, teníamos a bordo. El orden y la limpieza son muy importantes para mi a bordo, y sobretodo si tenemos huéspedes cada dos por tres. Al día siguiente llegan nuestros amigos y tras ellos, otro velero amigo de ellos que ha desarbolado,
no saben muy bien cómo ha sido, navegaban a vela porque la llevan a rastras en el agua ahora, pero no sabemos más detalles. Llegan súper tarde al fondeo, van muy despacito y al día siguiente les envestiria una lancha rápida de las que cruzan la bahía constantemente, haciéndoles una vía de agua! ¡Menuda racha! Aprovecharé esta semana para quedar y salir con mi amiga, para ratitos de sororidad, que tanta falta hace entre las mujeres que navegan solas con su pareja durante meses. Así fue, casi todos los días quedamos algún ratito, ella va siempre con el peque para así dejar que su marido tenga silencio a bordo para editar y publicar sus vídeos. Son YouTubers con más de 100.000 seguidores. Asi que quedamos para salir una noche sola de chicas, el viernes. El día anterior nos juntamos para celebrar el cumple de su marido y ya tomamos, como dicen por aquí, más de lo que estamos habituados, aquí las copas las hacen en tarros de cristal. Margaritas azules y sangrías que nos ayudaron a pegarnos incluso algunos bailes. Los únicos que me pegaría con el capi, aunque aún no lo sabía. Al día siguiente, a pesar de la resaca y de haber dormido poco, mantuvimos nuestra quedada de chicas. Y menos mal, porque no sabíamos cómo cambiaría todo después.
Sobre las 19h me recogió en su súper dingui, las dos de negro. Empezamos por una terraza en una plaza del barrio de Getsemani, donde nos hicimos las dos, tres trencitas en el pelo y disfrutamos de la música en vivo con espectáculo incluido, imitando el baile de cryller de Michel Yackson! Un par de margaritas por la happyhour y continuariamos hacia el casco antiguo a un rte de sushi que nos chifla a las dos, para luego irnos a bailar “Donde Fidel” un lugar famoso que me había recomendado mi amiga Blanca que es colombiana. Y efectivamente, era auténtico. Era como una cantina antigua, llena sus paredes de fotos de Fidel con diversos personajes famosos de la cultura y de la política. Y la gente bailaba entre las mesas. Por supuesto nosotras no paramos desde que llegamos. Hasta conocimos a un par de chicos muy majos, que nos sacaron a bailar un par de veces, pero también hombres mayores lo hicieron. Un ambientazo. Volvimos poco a poco andando y entrando en todos los garitos que nos íbamos encontrando abiertos, jajaja, en un intento de que no acabara nunca esa divertida noche. Eran algo más de las 07a.m cuando desperté, solo había dormido unas 4h, grrr, pero me fui a proa para hacer mi yoga. Me extraño que no estaba el capi a bordo, normalmente no sale tan temprano, pero no me preocupé hasta que al terminar, algo más de las 08:30h, recibía este WhatsApp suyo: “Pepa tenemos un problema grande que va a trastocar todos nuestros planes. Siéntate para leerlo porque es duro. Me acaban de detener por algo que no hice, pero como la ley es como es, tengo que demostrar mi inocencia y mientras se demuestra lo contrario. No sé si va a ser largo o corto, pero estoy seguro que el viaje no podrá tener lugar en las fechas previstas. Probablemente tendrás que meter el barco en algún sitio que esté seguro y barato, si es posible, no se si varadero o fondeado con alguien que lo cuide por un pago mensual. Pregunta a John, el capitán del puerto que seguro te dará la mejor ayuda. Siento mucho todo esto. El dingui está en tierra. Hablamos de nuevo, si me dejan, y vemos.” Me quedé blanca, si me pinchan en ese momento creo que no me sale sangre. Lo primero que hice es reenviarlo a mi amiga, ella es la única que podía sacarme del barco, ¡ estaba aislada allí dentro, sin dingui.! Por supuesto en cuanto despertó me contestó afirmativamente que no me preocupara que ella me recogía y me iba a su barco,
que sola no me iba a quedar. Pero para entonces él ya me había vuelto a contactar para decirme que le preparara ropa para llevarle a la comisaría porque a lo mejor lo trasladaban a Bogotá y allí haría frío. Así que en cuanto vino mi amiga, me acompañó a la comisaría. Tras una larga espera y un buen chaparrón, hasta el día gris acompañaba, nos atendió un agente muy correcto que se identificó como el que le había detenido de la Interpol. Aunque no me dijo el motivo, solo que era por una orden de busca y captura internacional y que ya habían avisado a España de que lo tenían. Ahora tenían 5 días para contestar España o lo liberarian. Él me había dicho unos minutos antes que era por un marrón de abusos con la hija de un amigo, pero que todo había sido un error porque lo había recurrido. Para mi era de película, nunca me encontré en una situación similar, pero humanamente entregue sus ropas, que aceptaron tras el correspondiente registro minucioso de cada una de las prendas. Devolviéndome auriculares o todo lo que aparecía en los bolsillos, y me entregaron su cartera, su móvil y las llaves de la dingui, previa firma de un inventario exhaustivo con todas y cada una de las cosas. Me preguntaron cual era mi relación con el y dije que era crew a bordo de su velero, nada más. También tuve que comprarle algo de comida. Al parecer de allí lo trasladarian a un centro de detención provisional allí mismo en Cartagena y solo tendría derecho a una llamada al día. Aquella noche ya dormí en el velero de mi amiga. Él se comunicó a través de WhatsApp pero con un número desconocido, un tal Juan Carlos. Me dijo que ya lo habían trasladado y que por favor le llevara comida,un móvil viejecillo y dinero, que aquello era la Colombia profunda y todo se movía con dinero. No me lo podía creer, la pesadilla continuaba. No pegué ojo en toda la noche.
Al día siguiente hice de tripas corazón y como me dijo, fuimos al velero y llene una bolsa grande de súper de toda la comida que se me ocurrió que no necesitaria cocinar, pan de molde, jamón y queso, chocolate, frutos secos, tortitas de trigo, etc y otros pantalones largos y cortos, una almohada, la esterilla de yoga, papel higiénico, jabón, al parecer no les daban de nada. Un uber nos llevó al barrio Bellavista, donde estaba el centro. Era realmente cutre, calles sin asfaltar llenas de agua y barro. El edificio tenía pocas ventanas pero por una puerta pude ver rejas con ropa colgando y un ambiente lúgubre. Pregunté a un par de mujeres policía que habían fuera sentadas a la sombra y me acompañaron a la parte de atrás, mi amiga esperó en el coche con su hijo, no era lugar para niños y prefería retener el taxi para salir zumbando. Allí detrás, en una especie de hall, bajo un chambao, registraron todo lo que llevaba, entre risas y mofas porque nunca habían visto una compra de súper tan grande y de cosas tan buenas. Al comandante le di una cartera con 500000 pesos, unos 100€ y aceptaron pasarle todo, excepto los pantalones largos, no se si pensaban que podía atarselos al cuello. Y le pasé camuflado un móvil entre las tortitas y otros 100000 pesos en los frutos secos, por si no le llegaban los otros. Aunque luego me dijo que sí, que se lo habían dado todo. Solo me pidieron una botella de miel, que la quería para ella, una de las policías. Yo estaba como en modo parálisis, intentando ayudar humanamente lo que podía, intentando respetar la presunción de inocencia, pero por otro lado, ahora veo que aún me arriesgue de más, ocultando el móvil, por alguien que me había mentido y que realmente a penas conocía. El comandante me dijo que si volvía en un par de horas excepcionalmente me dejaría verle, pero le dije que no, que no hacía falta, que no era nadie especial para mí. Los siguientes 4 días los pasé en el velero de mi amiga, intentando distraerme y a la vez buscando soluciones para su gata y su velero. La Gata también nos la trajimos a bordo, pero allí hay ya otra gata que no vio con buenos ojos a esta
y por tanto tendríamos que buscarle familia adoptiva cuanto antes, pues si la dejaba en la calle se moriría, según me dijo el, solo tiene 2 años y no está acostumbrada. En principio pensamos que ellos mismos podrían quedarse en el velero ya que tenían que sacar el suyo a varadero y luego cuando se marchaban a su viaje para ver a la familia, quizás el que había desarbolado el suyo, le vendría bien. Pero conforme pasaban los días la gente no se sentía cómoda con la situación. El marido de mi amiga, no quería saber nada del barco ni hacerse responsable de él, a pesar de decirle que yo se lo podía explicar todo. El desarbolado también nos dijo que no, que se quedaría en el de otro amigo. Así que apremiaba el tiempo, no quería dejarlo fondeado solo o acabaría desvalijado. Y ningún velero se merece morir por los errores de su armador. Así que me puse a llamar y escribir a todas las marinas. Club de pesca completo, club náutico me dijo también que no, además allí había sido la detención y ya se había corrido la voz y no querían saber nada. El Santa Cruz, tampoco. Así que al final, Marina Rosales fue la única que nos dijo que si y gracias a que mi amiga tenía el teléfono de una de las que trabajan en administración. Se lo dije a él para ver si tenía dinero porque yo no iba a ponerlo. Eran 3 millones al mes, tenía que pagar 2 meses por adelantado, unos 1300€. Me dijo donde tenía escondidos algunos € abordo y algunos dólares y los encontré. Esta vez tuve que ir sola al velero, mi amiga estaba agobiada y tuve que jugármela con el dingui de solo 2cv, sortear las
grandes olas que forman las motoras de los tours que cruzan constantemente la bahía para un lado y otro, así como subir al velero que justo está fondeado en la zona más movida. No me gustó, la verdad, que ahora que más la necesitaba me dejara sola. Pero lo conseguí y a mi vuelta, me abrí mi botella de súper vino reserva de la Rioja para mi sola, bajo su asombro, que le había dicho que era para una ocasión especial, pero que mejor que esa, donde me había demostrado mi autosuficiencia. Ella está pasando por una crisis en su matrimonio y no se si es por ello o de nacimiento, pero su marido estaba resultando ser un estúpido machista, que al final, ni siquiera quería ayudarme a trasladar el velero al día siguiente ni que me ayudara ella. Con la excusa de que ese mismo día sacarian a varadero el suyo. Cosa que no ocurrió, como presupuse. Menos mal que ella me consiguió un crew que conocía, un tal José y también el vecino, aceptó ayudarme. Otra noche sin pegar ojo con los nervios del traslado. No conocía la marina, me hubiera gustado que mi amiga me llevara con su súper dingui, pero no pudo, a cambio pasamos el rato en un centro comercial para comprar más vino a su marido, que no sabe vivir sin él. De nuevo un navegante alcoholizado, grrrr. Aquella noche saldrían a cenar aprovechando que tenían canguro, conmigo abordo, aunque antes de que acabarán las películas de Disney que puse al peque, estaban de vuelta, enfurruñados de nuevo. Cuando las cosas se rompen no las arregla ninguna cena por buena que sea. Me da pena ver a una mujer tan valiosa y resuelta como mi amiga, con tal impresentable. Pero solo ella puede tomar una decisión, aceptar o soltar y dejar ir, le dije.
A la mañana siguiente recogí mis cosas, mi botella de cava de reserva y el jamón que me quedaba y en cuanto ella bajo su dingui y pude acceder a la mía, me despedí de ella y tras avisar al vecino que estaba fondeado delante, pase por el club náutico para recoger a José, para quien había pedido autorización el día anterior y fuimos al velero. Resultó ser un chaval muy eficiente como marinero. En cuanto llegamos subimos la dingui, saque las amarras, le expliqué el sistema del ancla para que se encargara de subirla, mientrate el otro distribuía las defensas por todo el barco. En cuanto quede libre del ancla, puse rumbo a la marina. Solo 1,5 millas, pero llenas de un balizamiento que tenía que seguir rigurosamente. Aquí las marcas son al revés, rojo a Er y verde a Br. Antes de empezar ya envié un WhatsApp a la persona con la que había reservado, y un poco antes de entrar, pues por radio, canal 16 Vhf, como me dijo, no contestaba nadie y justo a la entrada de la marina la sonda empezó a bajar hasta el -2,5, osea debía ir peinando el fondo, menos mal que era de barro. Justo a la entrada y gracias a que José tenía contactos, que trabajaban allí y que llamó, vimos un chaval haciéndonos indicaciones para que tomáramos la dársena de babor, donde estaba la gasolinera y por tanto más trasiego de entradas y salidas, ¡¡¡mecagoentoloquesemenea!!! Seguí las indicaciones de ellos, pegada a las embarcaciones que había al parecer más fondo, para luego caer a Babor y dar atrás para atracar de popa. El velero respondió fiel a mis movimientos al timón, y salvo los nervios de que costó apartar la dingui del vecino que había amarrado atrás y que ahora se resistía a liberarse, entramos justo entre los dos postes que en lugar de muerto, suelen tener estas marinas, antihuracanes. Agilmente fijaron todas las amarras con la ayuda de los otros chavales que eran trabajadores de otros yates y que hacen sus mantenimientos. Justo en plena maniobra, me contestan por radio los de la marina y digo,¿ en serio,? Pero si estoy ya atracando, ¡a buenas horas mangas verdes.! El encargado vino también en cuanto terminé la maniobra a presentarse y reclamar que pasara por la oficina con los papeles. Muy bien, después de relajarme un poco con unas cervecitas con mi crews, como buena costumbre después de una maniobra, le dije. Y así hice, 3 cervezas bien frías, la mía Coronita sin alcohol, que encontré aquí y que me está riquísima. Pague 20$ al crew y las gracias al vecino antes de despedirlos y dirigirme a la oficina. De nuevo mentí diciendo que el dueño estaba hospitalizado, temía que si decía la verdad igual no me aceptaban el barco y
además le dejé unos blisters de antidepresivos envueltos en papel albal a su nombre, pues la noche anterior, que seguía comunicándose de vez en cuando por un móvil de un compañero, me dijo que enviaría a alguien a recogerlos, pues yo ya le había dicho que no iba a llevarle nada más. Además tenía la esperanza de que le soltaran el viernes porque España no había respondido aún. En fin, ojalá, aunque yo ya no estaré aquí, con suerte. Deje las llaves y aun negocie el precio, pues al pagar con € querían hacerme muy mal cambio y pase el resto del día en el barco preparando mis maletas, el chek-in y tomándome poquito a poco el cava reserva que había traído junto con el vino, para brindar con el que suponía, erróneamente, iba a ser mi lobo de mar, pero ahora había comprobado que mi única loba de mar soy yo, conmigo misma y no necesito a nadie. Aún me llamó su madre un par de veces para agradecerme, pero le repetí que lo hacía por mi conciencia como humana y como capitana, pero que a partir de mañana no quería saber nada más de ella ni de su hijo. Después me llamó él también y a través de uno de sus teléfonos a bordo y con mi ayuda, consiguió reactivar el móvil que le pasé. Quedé con los guardas jurados que vendría alguno a las 05:30a.m para ayudarme con la maleta, y me aconsejaron que no bajara del barco que soltaban a los perros por la noche. Y al guardia nocturno le vi hacer su guardia con una escopeta al hombro. ¡Qué miedito! Parece que no hay nadie más que yo a bordo, todos son yates y veleros buenos, de day charter y cuando acaban de limpiar y arranchar, todos los muchachos desaparecen. Yo me di una ducha a bordo, pues me dijeron que no había en la marina para mujeres, ¡porque nunca llegaban capitanas! ¿Será posible? Pues sí, aquí el género femenino parece que no ha salido de su puesto de tripusol.
Puntual a las 05:30 a.m estaba preparada y el guarda como había quedado. Saque la basura y lo poco fresco que quedaba a bordo para dárselo, huevos, zumo de naranja y yogur. Amablemente me acompañó con un carro y me llevó todas mis maletas hasta la puerta donde solicité un uber que por unos 7$ al cambio, me llevó al aeropuerto. Le envié un último WhatsApp a él diciéndole dónde le había escondido los móviles, su cartera y el dinero y que había dejado las llaves a la marina, todo cerrado y apagado. Un último adiós y suerte. Mientras esperaba ya en la puerta de embarque, envié otro mensaje a mi amiga para despedirme de ella, agradecerle todo lo que había hecho por mí y desearle que tomara la mejor decisión para ser feliz. Ella me respondió al momento con una noticia que había salido publicada sobre la detención. Estaba en las RRSS y en la web de la policía. Le catalogan como un fugitivo muy perseguido por varios delitos de abuso a menores desde el 2016 y con alias y todo, “el Choki” ¿en serio? Además habían imágenes de la detención, tumbandolo al suelo y todo. Surrealista no, lo siguiente. Aún me resisto a creerlo, ¿ cómo puede fingir tanto una persona? No es solo que no fuera sincero u honesto conmigo, omitiendo contarme algo tan grave, a la persona que lo había dejado todo para vivir su sueño con él, si no que también habia engañado a mis amigos, quienes nos pusieron en contacto, comportandose todo el tiempo ¡como una buena persona que no ha roto un plato en su vida!. Y si realmente era culpable, ¿había estado en riesgo todo este tiempo? Puse tierra de por medio, cogí mi vuelo a Panamá y de alli volé a Bocas del Toro, donde acudirá mi hijo y pasaremos unos
días de vacaciones. Habíamos planeado que lo hiciera a bordo para conocer a la persona y el barco con el que se había embarcado su madre. Así que aprovecharemos sus vuelos, he reservado un apartamento y disfrutaremos el lugar de otra manera. Doy gracias al universo que todo ha sido tan pronto, y que justo estaba mi amiga para acompañarme. Evidentemente me he ahorrado malgastar mi tiempo con la persona equivocada. Ahora a disfrutar e intentar olvidar esta pesadilla surrealista!! Por supuesto he bloqueado y borrado todos sus contactos. Espero no saber nada más de esta historia para no dormir.
Los siguientes 5 días hasta que llegó mi hijo, fueron de relax, sola conmigo misma, escribiendo, meditando, e intentando digerir todo lo sucedido. Durante el día salía a conocer alguna playa o beach club, iba al súper o como mucho me tomaba un margarita en la terraza del hotel contiguo, pero no me atrevía a salir de noche, lo intenté una vez pero además de no gustarme cenar sola, desconfiaba de todos y la oscuridad de la noche y la mala iluminación de las calles no me hacían sentir segura, así que prescindi de las salidas nocturnas hasta que llegue mi hijo y entonces las disfrutaré sin duda. Asi acababa otra aventura, como decian los astrólogos al iniciar el año, en el 2025 nada ocurrirá como esperas. Y parece que tenían razón.....

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