MALLORCA POR TIERRA Y POR MAR

Nuevo viaje con mis chicas vitaminas, nuestro fin de curso particular y en petit comité, pues somos un grupo de cinco al que además se ha unido nuestra profesora de IE. Cuatro días para dedicarnos a compartirnos y sobre todo, para darle a la blanda! jajaja. Después, por casualidad, me propone mi amigo Enri, acompañarle en una navegación alrededor de Mallorca. Hacía unos 30 años que había visitado la isla por tierra, así que sería un nuevo redescubrir. El avión salía súper pronto y además el piloto ejerció de fitipaldi, así que 35'minutos antes de la hora prevista estábamos ya aterrizados en Palma. Yo escribí al apartahotel para ver si podíamos hacer el check-in antes, y aunque su respuesta fuera negativa, si que nos permitían dejar las maletas en una consigna. Dicho y hecho, descargamos lo imprescindible y nos fuimos con nuestro súper coche que habíamos alquilado. Un EBRO automático. El primer día lo dedicamos a Palma, callejeamos por su barrio histórico, vimos la Catedral el palacio de Almaudin y el castillo de Bellver, todo por fuera porque estaban cerrados, pero fue suficiente, lo que nos va es callejear y no parar de cascar, jajaja! llegue muerta con las plataformas …..Al final hicimos el checkin a las 20h y aunque la piscina la cierran a las 06p.m algunas le echamos morro y nos dimos un chapuzón, el día había sido súper caluroso. Después nos cambiamos algunas y otras tal cual, nos dirigimos a cenar. Pero ya era tarde, y donde nos había recomendado la IA ya cerraban, así
que paramos en el SISO, un beach club, que al parecer es lo más exitoso de la zona. Rápidamente vino el sumiller a recomendarnos un vino, ninguno bajaba de30€, pero eso si, estábamos en el garito más famoso y visitado por famosetes que desconocíamos. Al día siguiente la idea era ir a Valldemosa, luego a Daia y acabar en Port de Sóller, pero al final solo fuimos al primero. Donde hay una cartuja. camuflada entre calles empedradas de piedra, y sus casas color ocre y verde. Allí, durante el ángelus, conocimos una pareja que nos aconsejó no ir a Deia a comer porQue al parecer la bajada al puerto es complicada y limitada, poR lo que nos aconsejo bajar al mismo puerto de Valldemosa, ¡e incluso nos llamó y reservo por nosotras! jajaja. La carretera hasta allí resulto ser un puerto de montaña tortuoso hasta llegar a descubrirte un pequeño rincón con un único restaurante. Donde nos había reservado nuestro nuevo amigo.
Nos regalamos una mariscada y continuamos hasta puerto Sóller. Donde algunas nos dimos un chapuzón y hasta nos tomamos una copita en una terraza del paseo. El trenecito de madera quedó pendiente. Pero pude ver lo que siempre me habían dicho, que es un fondeo muy muy protegido de casi todos los vientos salvo del W. Volvimos al hotel y por mucho que corrimos, bajamos a cenar a las 23h por lo que solo conseguimos que nos dieran en el Rissono, un italiano del paseo, con bonita decoración, música ambiente agradable, pero con una calidad de cocina muy muy floja. De allí a dormir, ya no había un alma por las calles ni nada abierto. Al día siguiente nos fuimos al parque natural de El Estrenc. Vimos las salinas y tras pagar 10€ de parking entrada del parque, recorrimos unos
500 m hasta salir a una larga playa pero llena de posidonia podridas en sus orillas y muy brava por el viento, por lo que solamente dos se atrevieron a meterse, mientras las demás hacíamos fotos y esperábamos pacientemente. Para al final no querer ni tomarse una cervecita fresquita en el chiringuito, así que al final, les dije que se adelantarán que yo ya les alcanzaría, y me volví a pedir una clarita rápida y aún pillarlas en el parking. De allí nos fuimos a la colonia de San Jordi. En principio nos acoplamos en el rte Cassia, pero tras analizar su carta, miramos otros alrededor y al final allí nos hicimos solo el ángelus y marchamos a otro llamado La Mallorquina, junto al puertecito. Comida muy rica, la atención del servicio súper servicial y la conversación, trascendental. Tanto que no queríamos darle fin y acabamos pasadas las 17:30h . De vuelta al coche paramos en el horno a comprar unas ensaimadas pequeñas para tomárnosla esa noche y un pan de cerveza y nueces.
De allí volvimos a casa, que supuso una queja o discusión que todas supimos reconducir para que no fuera más allá de un intercambio de opiniones. Al llegar, dos se fueron a la playa, dos a pasear y yo me ofrecí voluntaria para ir al súper. Al salir de la ducha, empecé a oír la música life que estaba prevista en la piscina y que no hay nunca nadie. Pero entonces vi que las demas habian regresado y estaban bailando, baje y me uni a ellas. Lo dimos todo, todo, ¡hasta los que pasaban por la calle se paraban a bailar, jajaja.! Al finalizar y mientras ellas se duchaban, yo fui al supermercado y por solo 35€ compre embutido ibérico y tabla de quesos y pates. Además de un muy buen vino. Y como ya lo habíamos dado todo en la piscina, a pesar de cambiarnos y vestirnos de noche, la tertulia nos mantuvo en nuestra terraza hasta las tantas, y no llegamos ni a bajar. Al día siguiente ya era el último de nuestra estancia, teníamos que hacer el check_ out máximo a 11h a.m Dejaron Todas las maletas en consigna y solo nos llevamos la mía porque yo ya no volvería con ellas.
Pusimos marcha hacia Illetes, ya que no la habíamos saltado el día anterior. Alli hay un Beach club llamado Purobeach, muy bonito, pero nos pidieron 180€ por persona para ocupar una cama chill out. ¿Estamos locos? por supuesto todas estuvimos de acuerdo que era abusivo y nos fuimos andando hasta el chiringuito de al lado. Primero fue un chapuzón, algunas con gafas y tubo y al final subimos a hacernos el martíni y preguntar, y ya nos quedamos a comer unas sardinitas y unas ensaladas, en una preciosa terraza bajo un descomunal pino. Después de un baño rápido de algunas, porque advirtieron de la presencia de medusas 1ue nos quitaron las ganas. De allí fuimos a Port de Ántrax a dejarme a mi, justamente el AVATAR estaba llegando, después de haber ido yo a preguntar a la oficina, fue el marinero a ayudarle a amarrar. 80 millas en 13h, sale una súper media para solo un 31ft. Unas duchas dulces y salimos a cenar por el puerto y contemplar el espectacular sunset.
Al día siguiente, tras una noche fria, por no levantarme a cerrar la escotilla de mi camarote. La mañana fue de curro pero provechosa. El armador soluciono el problema del foque, durante la travesía había roto el puño de amura, yo baldeé con borralotodo incluido, y deje al AVATAR listo para revista, rellenamos los depósitos de agua y conseguimos configurar de nuevo el plotter B&G que se había quedado de nuevo colgado. La pantalla es digital y a penas la tocas a veces se desconfigura. Pero además el equipo de Raymarine de viento también había dejado de emitir datos. El se acercó a la oficina del puerto y le dieron un contacto al que llamó y por suerte estuvo aquí en media hora. Era el típico charlatán listo, un poco bocazas porque presupuso muchas cosas erróneamente y nos dio una solución un poco loca. Colgar en una bolsa el equipo madre, al parecer de los dos que tiene uno es el principal que recibe la señal de la veleta y dijo que el problema seguramente es que la batería de la veleta debía de estar baja y ahora no hay de repuesto. Solución, acercar el equipo que tiene que recibir a ella. Para ello envolvió en un trapo, para protegerlo de los posibles golpes, el tridata, lo metió en una bolsa y con la driza del SPI lo subimos a lo alto del palo. ¡Y funcionó! Así que por muy subrealista que nos pareciera, ¡aceptamos pulpo y allí arriba que se ha quedado el pobre colgado!, jajaja. Eso sí, mucho jiji jaja, pero son 100€ oiga Ud. por 1h30’. En fin, nos hicimos el ángelus nada más irse él y aunque ya era más de las 13h,
decidimos salir a comer a una cala, pues en el puerto hacía mucho calor. Pensat y fet, recogimos el toldo y la hamaca que ya habíamos colocado y soltamos amarras, cogí la radio y avise al puerto y menos mal que lo hice porque me dijo que teníamos que volver antes de las 20h y ya veríamos si nos daban el mismo amarre. Son muy especiales, se nota que son funcionarios y todo son normas para el usuario. A unas 3 millas teníamos cala Egos. Pequeña pero salvaje, sin edificaciones. Con zona de arena para echar el ancla, que por cierto hicimos dos veces para que no tocará ni la cadena la dichosa posidonia. Había otro velero un poco mayor de eslora y una goleta clásica preciosa, pero la mayoría eran barquitas de esas pequeñas que alquilan sin ningún título y que tienen un peligro, desde mi punto de vista, impresionante. Posición 39•33.23'N 2•21.92'E
Montamos de nuevo toldo y hamaca y nos tiramos al agua con nuestros tubos para comprobar que el ancla había caído perfecta. Luego pollito al horno cuyos huesos se volvieron locos los pececillos por rebañar, jajaja y un ratito de meditación en la hamaca. A las 19:30h estábamos entrando de vuelta por la bocana, como niños obedientes, aunque el tipo nos asignó el mismo amarre A28, no vino a ayudarnos, que tenía lío en la oficina, grrr, sonaba a no quiero pasar calor. Pero entre los dos y el vecino que rápidamente vino a echar una mano, nos apañamos perfectamente. Duchas y salimos de nuevo a cenar, hoy sería en el Rte. Mar Blau, donde nos dieron una mesa junto a la barandilla, espectacular y, el camarero, un señor cordobés amabilísimo que nos invitó a varias cosas. Un paseo de vuelta al barco y dimos por finalizado el día. Había un garito llamado Tims con buena música y ambiente, pero la verdad es que mañana no debemos zarpar tarde, así que mejor
no liarnos, jajaja. Por fin soltamos amarras de Andratx, según estaba previsto, con una leve brisa del SE que no nos daba para velas de momento, así que a motor pasamos entre Dragonera y la playa de Sant Elm, dejando primero a Er la cala de Egos de ayer y la Del Conill, que envié a mis queridas vitaminas para que vieran el otro lado de la moneda. Justo al alcanzar la marca cardinal W y visto que la intensidad del viento ya era suficiente, decidimos sacar vela. Primero mayor, me puse yo al timón para aproarme y Enri se encargó de izarla, en cuanto lo hizo abrió escota para yo poder caer sin demasiada escora y poner ya rumbo a Morro de Rajada. El ángulo era de 180° por lo que pusimos orejas de burro acordándonos de nuestro querido Miguel, a quien mandamos un video, tras su discusión el finde anterior en la regata de que nunca deberíamos ponerlas porque, según él, haciendo trasluchadas de aleta a aleta avanzas más. Discrepé, pero lo cierto es que ahora siempre le recordaré cuando las ponga, jajaja.
En cuanto cerramos un poco el rumbo ya pusimos el provechoso rumbo de aleta por la banda de Er. Teníamos hasta 18 nudos y alcanzábamos los 6 de velocidad. Así navegamos como 1h casi, cuando ya empezó a bajar, ya que al ganar Norte la costa nos lo paraba y además era la calma previa al role al NE que había previsto. Pero aprovechamos para recoger Foque y arrancar motor para acercarnos a la costa e ir identificando las calas que previamente habíamos visitado ambos por tierra. Cala Estenllecs y Cala Valldemosa y recordando las serpenteadas carreteras que tienes que bajar hasta ellas. También envié reportaje gráfico a las chicas para que la vieran desde el mar. Mientras subió el viento de nuevo y dimos otro estirón ciñendo durante un par de bordos, hasta Sa Foradada, precioso paisaje de la caprichosa naturaleza, pero lamentablemente muy profunda para nosotros, 14m fue lo mínimo que vimos, más los dos de nuestro calado, necesitábamos mucha cadena, además Navily nos anunciaba ya la dificultad por la posidonia y las rocas y no nos arriesgamos. Sin embargo, justo al otro lado teníamos cala Deia, que
sorprendentemente estaba tranquila y teníamos hueco para nosotros en arenita. Así que allí echamos el ancla y estuvimos unas horas, lo justo para darme un chapuzón e ir a ver el ancla, que estaba perfecta, comer bajo el toldito nuevo, hamaquear un rato y hasta hacer un poco de snorkel, por ese orden. Esta es la que nos habían quitado las ganas de venir, el lugareño que conocimos en Valldemosa porque decía que la carretera era tortuosa y luego al final había un semáforo que cerraba el paso por número de visitantes, con lo cual tienes que esperar hasta que sale alguien, horroroso. Eso hizo que me sintiera una vez más privilegiada por estar de este lado. Sobre las 18:30h subimos el ancla para poner ya rumbo a Puerto Sóller donde el armador tenía 2 noches reservadas, solo 3 millas, pero estábamos ya aleccionados con las rígidas normas de estos puertos públicos, y menos mal, porque en cuanto terminamos el amarrae, el cual clavo Enri marcha atras, a pesar de no tener ningun otro barco a su banda de Br y correr peligro de caer y atravesarte al pantalan, fijamos amarras del muerto, primero la de Barlovento siempre, le explico y ... ya se había marchado el marinero y al llamarle por radio de nuevo nos aviso que las duchas se cerraban a las 20:30h corriendo a por ellas, jajaja.
Eran muy pequeñas y calurosas, además de concurridas, menos mal que le dije que me esperara en una terracita que habíamos visto, tomandose una jarra cerveza, es muy cervecero, y yo una coronita, mientras despedimos a Lorenzo por hoy. Luego pasearíamos hasta el final del puerto para cenar en la cantina del puerto una parrillada de pescado, muy rico, personal amable y buena calidad. El domingo fue transición en tierra, aunque la bahía es superprotegida, yo creo que la previsión no llegó a cumplirse. Cogimos el trenecito de madera y nos fuimos al pueblo de Soller que yo no conocía. Nos dejó en la misma plaza donde está el Ayto, una espectacular iglesia de fallada medieval y el edificio del banco de Sóller. Callejeamos por sus adoquinadas calles cuidadas de casonas, una vez más, color arena y ventanas verdes y comimos en el Rte. Nacarat, una fideua negra de fideos finos muy rica y dos ostras con tartar de atún. Caro pero muy rico todo y con un servicio muy amable. En una casa restaurada con su patio interior y todo. A la vuelta fuimos a ver el sunset al Minibar famoso que nos habían dicho el día anterior. Ciertamente esta situado justo en frente la bocana por lo que la puesta de sol desde alli es inmejorable. Además, Lorenzo Lucía tremendamente rojo y sin ninguna nube que le molestara, disfrutamos de un ratito mágico despidiendo el día.
Como cada día, independientemente de la hora que nos acostemos, a las 08h en punto despertamos, uno u otro se levanta y el otro ya lo oye y le sigue. Yo me fui a la proa, como me gusta empezar el día y Enri se fue a la oficina del puerto y a comprar hielo. En cuanto volvió, soltamos amarras. Esta vez el en proa, por aquello de mi poca fuerza para liberar los muertos y yo al timón, solté primero las amarras de sotavento y por último las de Barlovento, es super importante, sobre todo, si como en este caso, no tienes vecinos a ambos lados, si no sueltas como toca, te arriesgas a caer y quedarte atravesado en el pantalán. Hoy no había mucho peligro porque no había casi viento, pero por si acaso, tenlo siempre en cuenta, llegará el día que lo agradecerás, le dije. Ni subimos Mayor, 3 nudos de viento y en la proa total, así que, a motor, pegados a costa para ir viendo esta acantilada costa y sentirnos unos privilegiados por ello. Pasamos por cala Tuent que nos pareció muy buena, con arenita y suficientemente espaciosa, con su canal de entrada a la playa para las dinguis y todo. Un pequeño ketch estaba allí sólito, con 3 tripulantes a bordo, ya entrados en años, practicando el nudismo de buena mañana, ¡¡chapo!! Posición:39º50,50'N 2º46,38'E Seguimos costa arriba hasta llegar a la famosa Sa Calabria, un catamarán y un monocasco y alguna motora chiquita, eran sobre las 11h, una
golondrina que dejaba a los turistas en la calita de al lado y que a través de un pasadizo entre la montaña llegaban andando a la playita que se encuentra entre un desfiladero de dos paredes tremendas de roca. Es bastante profunda, pero de fondo de arena, por lo que propongo fondear para darnos un chapuzón y hacernos el ángelus, a pesar de que he visto un par de medusas de esas chiquitas y moradas, grrrrr. Al final ponemos el toldo y nos bañamos los dos, eso si, con nuestros equipos de snorkel para vigilarlas, no hay muchas, pero haberlas hay las. He visto que, aunque el viento es flojo, esta tiene mejor resguardo de NE que la de San Vicente, que era la elegida, por lo que propongo quedarnos aquí aunque solo hemos hecho 7 millas, mañana subiremos a Formentor….. Enri llega hasta la playa porque el tiene aletas, pero yo, tras comprobar que el ancla está bien clavada, me vuelvo, no quiero tentar la suerte. Un ratito de hamaca y preparamos juntos la comida, redondo de pollo relleno de queso con cebolleta y pimiento caramelizado y unos cogollos de Tudela con anchoas y tomates cherry, bañados con un vino blanco de Requena. Los placeres de la vida, como diría una de mis amigas. jajaja. Otro poquito de sufrir en la hamaca, para meditar y ducha marinera por popa para dormir limpia. Rutinas que me encanta seguir en el mar.
Me fui a la proa para ver el sunset, hoy debería ser espectacular, fondeados en el lado de poniente de la isla, pero claro Murphy que, siempre está presente, trajo una nube baja que nos lo tapó cuando solo quedaba una media hora, menos mal que en el último momento le ganó la partida y salió, cual tomate rojo, para decirnos adiós, jajaja. Los tonos rosas posteriores nos invitaron a hacer no pocas fotos. Aún llegó algún velero más rezagado, para pasar la noche allí y la playa fue vaciándose poco a poco de gente. Todo apuntaba a una noche tranquila. Nos preparamos un poco de jamón y queso y una botella de vino tinto y nos vimos una película de las que me bajo de prime, que no estuvo nada mal, Arthur. La noche no fue tan tranquila, sobre las 04:30h nos despertó el viento racheado que venía del desfiladero de la playa, menos mal que paro pronto. Y a las 08h a.m. en punto, como si me hubiera tragado un reloj, estaba despierta, jajaja. Propuse arrancar, pero el armador muy amable me dijo
que no, que hiciera yoga y mi meditación en proa, que no teníamos prisa, así que eran sobre las 10a.m cuando levantamos el fondeo. Le mando al pozo del ancla, porque el lleva náuticos y yo no, esta singladura he prescindido de muchas cosas en mi equipaje de cabina. Pero en cuanto termina ya viene a cogerme la rueda. Y yo se la cedo porque sinceramente a motor no tiene ningún interés para mí. Prefiero ir viendo las cartas, el nombre de las calas que vamos pasando, la costa es más espectacular de lo que me la esperaba con sus enormes paredes rocosas. Imagino figuras de animales o caras en muchas de ellas, jajaja. Entramos a ver cala Castellón, muy bonita, y con sólo una pequeña casita y dos cocheras de barquitas locales, salvo que la posidonia se la ha comido y no queda espacio para fondear, así que acabamos en cala Sant Vicent, junto cala Molins. Aquí es todo arena blanca y por tanto agua turquesa, pero hay civilización, demasiada, un gran bloque de edificios blancos, chalets, etc. En fin, no se puede tener todo. El fondeo en 5m y arenita, fantástico. Cuando llegamos solo había otro monocasco portugués, pero van llegando hasta llegar a ser 5 para pasar la noche. Montamos toldo, hamaca, y listos para darnos un chapuzón con
nuestros equipos de snorkel. Posición 39° 55,25'N 3°3,59'E Lamentablemente me vuelvo a encontrar alguna medusa, así que acaba pronto mi expedición y regreso a bordo para preparar la comida y meditar en mi hamaca. Hoy es mi última noche a bordo por lo que abrimos una botella de cava para el sunset, aunque no se ve bien, ya estamos muy al norte, pero nos sirve para tener una de esas conversaciones entrañables que siempre facilitan estar balanceándote en un fondeo con una copa de cava y mientras vemos salir a una casi casi luna llena. Sesión de cine después, hoy le toco elegir a él "Criminales de lujo”. La noche fue tranquila, calma chicha, según lo previsto. Sólo le oí salir a asomarse una vez sobre las 05:30h y algo antes de las 08a.m estábamos ya en pie y como habíamos quedado, levantaríamos el fondeo sin demora, para avanzar, pues hoy teníamos que entrar pronto en el puerto de Pollensa para empezar mi periplo de vuelta a casa. El viento seguía sin aparecer, por lo que seguimos con la misma estrategia, motor y pegaditos a tierra para ir viendo con detalle toda la pedregosa costa, impresionante en altura en algunos tramos, con figuras talladas en la roca, en otros, jajaja y descubriendo algunas calas como cala Boquer, o cala Figuera, que Enri tenía muchas ganas de ver pues las visitó por tierra en un viaje anterior, Cala Gossalba, hasta llegar a Cala Murta, que es la que habíamos elegido para fondear. Posición 39°56.35'N 3°10.94'E A pesar de lo que decía Navily, le quedaba pocas zonas de arena, la posidonia también la estaba invadiendo. Solo había otro velero y un par de motoras pequeñas, pero en las 3 o 4 h que estuvimos llegarían algunas más. Era estrecha y no daba para muchos más. Vimos varias barcas de buceadores de botella, por lo que nos tiramos a hacer snorkel ilusionados de que sería una buena zona, pero nada, rocas, posidonia y algunos pececillos diminutos a parte de los túnidos que siempre están. Volvimos justo para nuestro famoso ángelus y tras hamaquear un ratito, preparamos
la comida y sobre las 14:30h ya subimos el ancla para poner el rumbo a Puerto Pollensa, a unas 6 millas. Aún se levantó un poco de viento de través y pudimos sacar Foque para despedirme al timón de mi querido Avatar. Por supuesto nos hicieron esperar para asignarnos amarre y el viento subió para facilitar el atraque, pero Enri lo bordo una vez más y eso que nuevamente le asignaron sin vecinos a ambas bandas. Posición 39°53,99'N 3°5,25'E Duchas, baldeo y caminito a buscar mi autobús, con tiempo suficiente para evitar contratiempos durante las más de 2h que tenía hasta el aeropuerto. Y así daba por finalizada esta escapada de 10 días, 4 por tierra y 6 por mar, que una vez más me sirven para reafirmarme que elijo por mar. Jajaja.

Comentarios

Muzietto ha dicho que…
Dolce Pepa, sailor lady
Ti ho mandato un'onda ma non mi hai risposto.
Voglio fare il giro del mondo con te.
Da dove cominciamo?
Libertyenlamar ha dicho que…
Me temo que no nos conocemos!

Entradas populares de este blog

CARTAGENA DE INDIAS E ISLAS DEL ROSARIO

A LAS PITIUSAS CON AVATAR

LAS ANTILLAS MENORES