MENUDA TRIPU LA TRIPU MENUDA!
Teníamos planeado pasar un fin de semana en tierra, visita cultural por la ciudad de Valencia, cuando recibimos una llamada de nuestro amigo y armador de Alquilavela, le habían dejado al Nuria, el RO34, en Alicante y necesitaba subirlo a Denia. No lo pensamos dos veces, y dando una virada en redondo cambiamos ruta turística terrestre, ya que los monumentos no se los va a llevar nadie, por ruta marina con la tripu menuda.
Ellos encantados, mi grumetillo y yo hicimos la bolsa marinera, la que finalmente se quedó en tierra..... y pusimos rumbo a Alicante para tomar posesión con tres grumetillos más, de 4,6 y 8 y el padre de las criaturas. Mi grumetillo con casi 10 años, y sin ánimo de abducirlo, pero ya está bastante salinizado, Jesus, el mayor de la saga de los Jezu, serio y responsable, con un montón de conceptos naúticos recién adquiridos e interiorizados en su primera semana de vela ligera,...Lucia, la princesa del clan, con sus apenas 6 añitos se desenvuelve con soltura entre tripu masculina y barquitos, sin perder su encanto y coquetería, buen carrerón para ser una Liberty II,.....jjjjj.....y Alvaro, el más pitufo pero sin embargo el crac de la saga, sigue el ritmo de los que le doblan la edad, observa y cuando dispara sentencia, ¡todo un personaje!. Ya habíamos compartido singladura en las Pitiusas el verano anterior, por lo que la apuesta estaba asegurada.
A primera hora del sábado estábamos sobre el pantalán, estiba rápida, soltamos amarras y tuve el honor de sacar al Nuria de su amarre en el pantalán J de la Marina de Alicante. El parte pronosticaba poco viento de S, SE y así fue, por lo que pusimos rumbo al Cabo Huertas. Primer WP, la Isla de Benidorm para comer. Fuimos en un largo plácidamente, el capi se relajó en la regala de la manga, la noche había sido corta o demasiado larga?,…jjjj……los más menudos con él……los dos más mayorcitos se fueron turnando al timón, repasando uno lo aprendido en el curso de vela de la semana anterior y recordando el otro para el curso de la próxima semana. Mientras yo les vigilaba de cerca desde el balcón de popa de babor, con una revista de navegar entre mis manos, como quien no está en la cosa……..sorprendentemente, y sin buscarlo, nos encontramos disputando proa con un Oceanis que con un gran Spi, trimado a proa y popa, intentaba adelantarnos aunque curiosamente sin éxito. Nunca vi llevar el Spi de esta manera, y lo cierto es que aunque no llevaban más velas, nosotros con nuestra Mayor y Génova les dimos alcance. Hasta arribar a la isla de Benidorm, dónde tuvimos que hacer una rápida maniobra de arriar velas, para que no nos quitaran la única boya que quedaba libre. La tripu menuda nos animaba cuál competición olímpica, mientras Jezu y yo nos peleábamos con la driza de la Mayor para que bajara y el timón. Pero finalmente lo conseguimos y quedamos fondeados detrás de un precioso Salona gris.
Chapuzones por popa, con un cabo y una defensa, para no perder a ninguno de tan lujosa tripulación, y nos dispusimos a recargar las pilas con unos buenísimos macarrones que precavidamente nos habíamos llevado ya hechos.
Soltamos boya para poner rumbo a Moraira, nuestra querida cofrade Freeblue nos reservaba amarre para pasar la noche, preferíamos hacerlo en puerto ya que la previsión era de que subiera por la noche. Y así fue, arribamos sobre las 20 HRB, con más de 20 nudos en un largo. Mientras Jezu timoneaba hábilmente, surfeando las olas que nos empujaban en popa y nos permitían puntas de 7 nudos, yo daba una clase magistral de nudos a la tripu menuda, el llano, el ocho, el as de guía……desde el más mayor al más menudo, todos los consiguieron, aprobados chic@s!!.
Ya al enfilar la bocana divisamos a Freeblue en el muelle de la gasolinera esperándonos, metimos todo el timón a estribor para dejar proa al viento y quedamos amarrados por la banda de babor…….una extravagante boda se hacía fotos en un descapotable clásico y un ostentoso yate, lo que no esperaban era encontrarse de repente con los pajes piratillas que completaron sus fotos!...jjjjj……se ganaron unos helados mientras nosotros acabábamos de adujar y bajábamos a tierra para cenar.
Una verbena al pie del torreón del pueblo nos recibía, y un eclipse de luna amenizaba la cenita a base de picoteo marinero….algunos empezaron a rendirse a Morfeo ya en la cena, por lo que la retirada fue temprana sin bailes en tierra………mientras recibíamos noticias de otra singladura paralela al otro lado del canal y la observación que también ellos hacían del eclipse de luna.
Con las primeras luces del día, soltamos amarras mientras todos dormían, para sorprenderles en una calita y poder desayunar y pegarse el primer baño del día.
Me encanta salir de puerto a estas horas, las gaviotas te despiden alineadas en el espigón. Solo los más madrugadores te miran desde la cubierta de sus barcos, el mar yace rendido como una balsa de aceite y ni siquiera Eolo se ha quitado la lagañas, por lo que toca casi siempre tirar del ronroneo del motor. Este ronroneo hizo que pronto empezaran a emerger a la bañera, todos menos uno, el menudo de proa, que plácidamente levitó hasta llegar a cala Granadella.
Varios intentos hasta conseguir que el ancla y el barco quedaran dónde queríamos, y no acabáramos dentro del canal de paso hasta la playa de las lanchas.
El baño placentero fue interrumpido por el divise de una única medusa, también menuda pero de las que te dejan amargo para todo el día, por lo que no pudimos relajarnos con el snorker como nos hubiera gustado, ni ir nadando hasta la plataforma que para los bañistas había en la playa.
Había rolado más hacía el E pero la intensidad era mínima, así que tuvimos que seguir acompañando a las velas con el ronroneo del motor…….cómo no llevábamos ni gota de gas, decidimos reservar mesa en el CN de Javea para hacernos una paellita, y gracias a ello, conseguimos que nos permitieran amarraros en el travelling durante un par de horas.No sin antes disfrutar de las velas, con la pequeña brisa que teníamos y cruzar la bahía hasta Javea plácidamente, aperitivo incluido!
A primera hora de la tarde, tuve el honor de sacar al Nuria de nuevo, esta vez, marcha atrás toda la dársena hasta la zona central dónde dejé caer la popa a babor y cambié la marcha atrás por avante para enfilar la bocana y poner rumbo a pasar el Cabo San Antonio. Buscando barlovento nos separamos bastante de él, mar adentro, sobretodo para evitar la influencia de éste y de toda la zona que le precede desde Denia, y dónde siempre suele haber mar encontrado y fuertes rachas.
Aunque este día no parecía que fuera a subir mucho. Mantuvimos todo el trapo fuera en un largo, a veces por la aleta de babor, a veces por la aleta de estribor, hasta arribar a la bocana de Denia, dónde finalmente recogimos velas y pedimos permiso y marinero por radio para atracar al Nuria. Me pedí el reto de atracarlo, el 122 era el amarre asignado, el armador y dos marineros nos esperaban en el pantalán. Entré de proa en la dársena y una vez localizado el amarre, dí marcha atrás, para atracarle de popa. Una zodiac pequeña teníamos por la banda de estribor, por lo que las medidas quedan algo distorsionadas y me costó hacer un par de rectificaciones, eso y el culete de Jezu, soltando los guardamancebos de popa y preparándose para coger las amarras. Pero sin perder el control ni la tranquilidad conseguí finalmente entrarlo sin problemas y recibir el reconocimiento del armador que agradecido nos recibió y ayudó a descargar a la tripu y toda la intendencia.
Finalizaba así un fin de semana marinero con la tripu menuda de superlujo y el principio de unas vacaciones que se antojaban muy muy marineras……..el resto de la semana transcurriría con curso de vela ligera para los más mayores, en el RCRA y navegaciones placenteras por la tarde en el Freya por la Bahía de Alicante, practicando la tripumenuda viradas a la caña de tan “gran” velero……
Ellos encantados, mi grumetillo y yo hicimos la bolsa marinera, la que finalmente se quedó en tierra..... y pusimos rumbo a Alicante para tomar posesión con tres grumetillos más, de 4,6 y 8 y el padre de las criaturas. Mi grumetillo con casi 10 años, y sin ánimo de abducirlo, pero ya está bastante salinizado, Jesus, el mayor de la saga de los Jezu, serio y responsable, con un montón de conceptos naúticos recién adquiridos e interiorizados en su primera semana de vela ligera,...Lucia, la princesa del clan, con sus apenas 6 añitos se desenvuelve con soltura entre tripu masculina y barquitos, sin perder su encanto y coquetería, buen carrerón para ser una Liberty II,.....jjjjj.....y Alvaro, el más pitufo pero sin embargo el crac de la saga, sigue el ritmo de los que le doblan la edad, observa y cuando dispara sentencia, ¡todo un personaje!. Ya habíamos compartido singladura en las Pitiusas el verano anterior, por lo que la apuesta estaba asegurada.
A primera hora del sábado estábamos sobre el pantalán, estiba rápida, soltamos amarras y tuve el honor de sacar al Nuria de su amarre en el pantalán J de la Marina de Alicante. El parte pronosticaba poco viento de S, SE y así fue, por lo que pusimos rumbo al Cabo Huertas. Primer WP, la Isla de Benidorm para comer. Fuimos en un largo plácidamente, el capi se relajó en la regala de la manga, la noche había sido corta o demasiado larga?,…jjjj……los más menudos con él……los dos más mayorcitos se fueron turnando al timón, repasando uno lo aprendido en el curso de vela de la semana anterior y recordando el otro para el curso de la próxima semana. Mientras yo les vigilaba de cerca desde el balcón de popa de babor, con una revista de navegar entre mis manos, como quien no está en la cosa……..sorprendentemente, y sin buscarlo, nos encontramos disputando proa con un Oceanis que con un gran Spi, trimado a proa y popa, intentaba adelantarnos aunque curiosamente sin éxito. Nunca vi llevar el Spi de esta manera, y lo cierto es que aunque no llevaban más velas, nosotros con nuestra Mayor y Génova les dimos alcance. Hasta arribar a la isla de Benidorm, dónde tuvimos que hacer una rápida maniobra de arriar velas, para que no nos quitaran la única boya que quedaba libre. La tripu menuda nos animaba cuál competición olímpica, mientras Jezu y yo nos peleábamos con la driza de la Mayor para que bajara y el timón. Pero finalmente lo conseguimos y quedamos fondeados detrás de un precioso Salona gris.
Chapuzones por popa, con un cabo y una defensa, para no perder a ninguno de tan lujosa tripulación, y nos dispusimos a recargar las pilas con unos buenísimos macarrones que precavidamente nos habíamos llevado ya hechos.
Soltamos boya para poner rumbo a Moraira, nuestra querida cofrade Freeblue nos reservaba amarre para pasar la noche, preferíamos hacerlo en puerto ya que la previsión era de que subiera por la noche. Y así fue, arribamos sobre las 20 HRB, con más de 20 nudos en un largo. Mientras Jezu timoneaba hábilmente, surfeando las olas que nos empujaban en popa y nos permitían puntas de 7 nudos, yo daba una clase magistral de nudos a la tripu menuda, el llano, el ocho, el as de guía……desde el más mayor al más menudo, todos los consiguieron, aprobados chic@s!!.
Ya al enfilar la bocana divisamos a Freeblue en el muelle de la gasolinera esperándonos, metimos todo el timón a estribor para dejar proa al viento y quedamos amarrados por la banda de babor…….una extravagante boda se hacía fotos en un descapotable clásico y un ostentoso yate, lo que no esperaban era encontrarse de repente con los pajes piratillas que completaron sus fotos!...jjjjj……se ganaron unos helados mientras nosotros acabábamos de adujar y bajábamos a tierra para cenar.
Una verbena al pie del torreón del pueblo nos recibía, y un eclipse de luna amenizaba la cenita a base de picoteo marinero….algunos empezaron a rendirse a Morfeo ya en la cena, por lo que la retirada fue temprana sin bailes en tierra………mientras recibíamos noticias de otra singladura paralela al otro lado del canal y la observación que también ellos hacían del eclipse de luna.
Con las primeras luces del día, soltamos amarras mientras todos dormían, para sorprenderles en una calita y poder desayunar y pegarse el primer baño del día.
Me encanta salir de puerto a estas horas, las gaviotas te despiden alineadas en el espigón. Solo los más madrugadores te miran desde la cubierta de sus barcos, el mar yace rendido como una balsa de aceite y ni siquiera Eolo se ha quitado la lagañas, por lo que toca casi siempre tirar del ronroneo del motor. Este ronroneo hizo que pronto empezaran a emerger a la bañera, todos menos uno, el menudo de proa, que plácidamente levitó hasta llegar a cala Granadella.
Varios intentos hasta conseguir que el ancla y el barco quedaran dónde queríamos, y no acabáramos dentro del canal de paso hasta la playa de las lanchas.
El baño placentero fue interrumpido por el divise de una única medusa, también menuda pero de las que te dejan amargo para todo el día, por lo que no pudimos relajarnos con el snorker como nos hubiera gustado, ni ir nadando hasta la plataforma que para los bañistas había en la playa.
Había rolado más hacía el E pero la intensidad era mínima, así que tuvimos que seguir acompañando a las velas con el ronroneo del motor…….cómo no llevábamos ni gota de gas, decidimos reservar mesa en el CN de Javea para hacernos una paellita, y gracias a ello, conseguimos que nos permitieran amarraros en el travelling durante un par de horas.No sin antes disfrutar de las velas, con la pequeña brisa que teníamos y cruzar la bahía hasta Javea plácidamente, aperitivo incluido!
A primera hora de la tarde, tuve el honor de sacar al Nuria de nuevo, esta vez, marcha atrás toda la dársena hasta la zona central dónde dejé caer la popa a babor y cambié la marcha atrás por avante para enfilar la bocana y poner rumbo a pasar el Cabo San Antonio. Buscando barlovento nos separamos bastante de él, mar adentro, sobretodo para evitar la influencia de éste y de toda la zona que le precede desde Denia, y dónde siempre suele haber mar encontrado y fuertes rachas.
Aunque este día no parecía que fuera a subir mucho. Mantuvimos todo el trapo fuera en un largo, a veces por la aleta de babor, a veces por la aleta de estribor, hasta arribar a la bocana de Denia, dónde finalmente recogimos velas y pedimos permiso y marinero por radio para atracar al Nuria. Me pedí el reto de atracarlo, el 122 era el amarre asignado, el armador y dos marineros nos esperaban en el pantalán. Entré de proa en la dársena y una vez localizado el amarre, dí marcha atrás, para atracarle de popa. Una zodiac pequeña teníamos por la banda de estribor, por lo que las medidas quedan algo distorsionadas y me costó hacer un par de rectificaciones, eso y el culete de Jezu, soltando los guardamancebos de popa y preparándose para coger las amarras. Pero sin perder el control ni la tranquilidad conseguí finalmente entrarlo sin problemas y recibir el reconocimiento del armador que agradecido nos recibió y ayudó a descargar a la tripu y toda la intendencia.
Finalizaba así un fin de semana marinero con la tripu menuda de superlujo y el principio de unas vacaciones que se antojaban muy muy marineras……..el resto de la semana transcurriría con curso de vela ligera para los más mayores, en el RCRA y navegaciones placenteras por la tarde en el Freya por la Bahía de Alicante, practicando la tripumenuda viradas a la caña de tan “gran” velero……
Comentarios
A ver si un día hacemos coincidir en alguna singladura a las "tripus menudas" antes de que dejen de serlo.