MINI SINGLADURA EN EL NURIA




Se trataba de un RO34 con Puerto Base en Denia, de mis amigos de Alquilavela. En alguna ocasión había dormido en él mientras esperaba a la entrega de otro, pero nunca había salido a navegar con él, sin embargo tenía buena pinta, su botavara llegaba hasta el pié de bitácora junto con el carro de la mayor, eso hacía presagiar un velamen importante para la eslora del mismo.

Otro reto importante del fin de semana, es que por primera vez iba a salir a navegar con dos personas que no sabían más que yo, y acostumbrada a rodearme de expertos y eruditos, asumir por primera vez la responsabilidad, ya que firmaría como PY, y sobretodo, enfrentarme a mis miedos e inseguridades sobre la capacidad de poder resolver cualquier problema y en resumen navegar con seguridad y control todo el fin de semana, hacían que mi adrenalina estuviera por encima de los niveles que ya de por si lo está cuando me dispongo a navegar.

Arribamos el viernes tarde a club deportivo el Portet de Denia. Estaban terminando de instalar una nueva antena GPS uno de los patrones, por cierto otro JASP (joven aunque sobradamente preparado), que finalmente y ya con nosotros a bordo, llevó al Nuria hasta la gasolinera para dejárnoslo con el depósito lleno. Soplaban unos 15 kn dentro de la dársena, por lo que la maniobra fue complicada para abarloarnos de través al muelle de la misma. Ya entonces me percaté que el motor no era lo suficientemente potente y mucho menos avante contra el viento, respondía mucho mejor marcha atrás……..como pudimos comprobar después durante nuestra mini-singladura.

Una vez estibada la compra y ya solos en la bañera, preparamos una buenísima cena con gambas a la plancha y salmón, bañadito de un buen vino blanco. Me encanta coincidir con gente sibarita que le guste el buen comer y beber, es otra delicia de la navegación.
Para acabar y antes de rendirnos a Morfeo, bajamos a tomar una copa a una terraza-pub muy chill-out que hay en este nuevo puerto, dónde me tomé un buenísimo margarita…..

A la mañana siguiente, y aunque pretendíamos salir prontito, no conseguimos hacerlo antes de las 11 HRB, una vez recibidos todas las indicaciones del patrón sobre la embarcación, equipo de viento y electrónica. Tengo que decir a su favor, que el chaval es un gran profesional, pocas entregas de barcos me las han hecho tan exhaustivas.

Le cedí el honor a Radiante para sacar al Nuria de su atraque marcha atrás, mientras Auia y yo controlábamos las embarcaciones lindantes, recogíamos defensas, etc. Nada más salir de la bocana nos aproamos y sacamos Mayor y Génova, ya que el viento no era mucho, poniendo rumbo hacia el SE para alejarnos del Cabo de San Antonio, intentar pillar mas viento y más limpio y que nos diera para al virar ir rumbo hacia Cabo la Nao. Queríamos fondear en Portixol o Granadeya, dónde nos permitiera aguantar nuestro estómagos y ya que teníamos ganas de navegar y queríamos hacer noche en Altea, lo mejor era hacer las máximas millas antes.
Ibamos haciendo unos 5 nudos de ceñida a descuartelar, ya que nos soplaba SW, cuando en una de las viradas se nos enganchó la escota de babor del Génova en el guinche. Ya nos había contado el patrón que tenía ese problema pero que había cambiado las escotas por cabos de MENA superior y pensaba que estaba resuelto, pero por desgracia descubrimos que no. Hubo un momento de tensión, pero rápidamente pensamos, nos aproamos un poco para recoger un poco de Génova, lo suficiente para irme rauda a la proa, deshacer el as de guía de la escota de babor y librarla del puño de la vela, para finalmente acabar de recogerlo por completo. Luego pusimos de nuevo rumbo y arrancamos motor para ayudar a la mayor y no perder velocidad de crucero y retrasar nuestro derrotero.

Una vez controlada la nueva situación, nos pusimos a intentar desatascar la escota. Ciertamente parecía imposible, pero al final Radiante lo consiguió, cobrando de uno de los extremos con el winche de la mayor. Así que al final no hizo falta llamar al JASP del patrón. Luego más tarde y ya tranquilamente fondeados, volveríamos a poner la escota al Génova.

Navegamos hasta cala Granadella y tras dar una pequeña ronda de reconocimiento, me dispuse a fondear entre un tractor azul y un bonito Hanse 46, repleto de chiquillería, que aportaban un fondo de algarabía similar al patio de un colegio!.........había bastante profundidad, unos 13 m, así que echamos prácticamente toda la cadena, cerca de 40m. No veíamos el fondo, pero se mantenía recta y tras observar las referencias a tierra que habíamos tomado durante un ratito y ver que no variaban, nos dispusimos a relajarnos con un merecido baño y un aperitivo. Radiante lo hizo en pellejillo, no sé si sería por ello que la guardería flotante próxima levó pronto ancla y nos dejaron solitos………el agua estaba genial, clarita y fresquita, eso, junto a una buena comida acompañada de la musiquita chill-out que para este verano me ha grabado mi querido amigo Fer, hizo que nos concediéramos una hora larga de relax, algunos durmiendo, otros bronceándose y otros escribiendo singladuras anteriores….jjjjj…….

Ya a las 19h toqué diana, si queríamos hacer noche en Altea, dónde por fin, los dulces modales de Radiante, habían conseguido amarre, a pesar de que me lo negaran inicialmente a mi, teníamos que levar ancla y seguir nuestra derrota……Seguimos navegando a vela durante un buen rato, pero finalmente tuvimos que acompañarnos un poco con el motor para mantener los 6 nudos de crucero y no estar toda la noche haciendo bordos, pues el viento como siempre, seguía en nuestro morro!.......
Una preciosa puesta de sol pudimos disfrutar con el Peñón de Ifach como protagonista, que me hizo recordar a mi grumetillo, que justamente disfrutaba o sufría unos días en un campamento de verano allí………y también a envidiar por unos instantes las imágenes de complicidad y cariño que mostraban Radiante y Auia, cual inmejorable pareja feliz. Tras esquivar la piscifactoría que hay al rebasar el Peñón de Ifach, y dejando a babor la que hay junto a la punta del Albir, puse proa directa a la bocana de Altea, que por cierto es bastante engañosa, ya que se abre hacia el S y desde el mar divisas las luces al revés, la roja a Estribor y la verde a Babor. Por un instante recordé la noche de la tormenta en la que salí a navegar con el Malta Blue, y tras 5 h. de correr el temporal, desistimos de cruzar a las islas y pedir cobijo en este puertecito, interesante singladura con Floren y Martín…..

A penas soplaba viento ya, así que hice una virada en redondo dentro de la dársena para abarloarnos de través al muelle de la gasolinera, por nuestra banda de Estribor, y así dejar la proa mirando a la bocana. Alguien me aconsejó una vez, que siempre que pudiera lo hiciera así, para facilitar el desatraque posterior….. Un amable marinero nos dio la bienvenida y puso a nuestra disposición todos los servicios de luz, agua, baños…..etc, así que consensuamos por unanimidad darle una propina.

Tras una rápida ducha dulce, registré el barco, también era para mi la primera vez que lo hacía, pues aunque en alguna ocasión he acompañado al patrón, nunca lo hice sola y en mi nombre………me sentía bien, eran pequeñas y seguramente cosas sin importancia, pero para mí iban suponiendo granitos para convencerme de mi autosuficiencia……el simpático y eficaz marinero, nos consiguió un taxi que estaba a pie del barco antes de que llegáramos nosotras. Nos acercó hasta el casco antiguo, ya que pasaba de media noche y temíamos que no nos dieran de cenar….pero nada más lejos de la realidad. El pueblecito y todos los restaurantes, permanecían todavía llenos de gente y solicitando mesa como nosotros, así que no fue problema cenar en la preciosa terraza del Ostau. No había estado nunca en él, pero Radiante lo recomendaba y en estos menesteres, me fío completamente de él y de su exquisito gusto, que una vez más me demostró.
Después un té, una copa y una Shisa en un pub muy curioso, que me recordaba a la cueva de Alibabá y los cuarenta ladrones!....jajajaja……pero el cansancio y los estragos de Lorenzo en nuestra piel, hicieron que nos diéramos por vencidos y retornáramos al Nuria para poder zarpar al día siguiente a una hora razonable.

Efectivamente así lo hicimos, bueno, poco antes que el día anterior, a las 10:30 HRB soltamos amarras, esta vez Auia al timón, con cara de patrona responsable puso proa a la bocana para una vez rebasada aproarnos sacar velas y poner rumbo a Portixol. El viento había rolado un poco, hoy era W/SW, pero muy flojito, así que si íbamos en rumbo directo en un largo, apenas avanzábamos, por lo que decidimos buscar un poco de barlovento e ir de través, un bordo nos acercaba más a tierra y el otro nos llevaba mar adentro para separarnos de los cabos y del Peñón. Radiante volvió a rendirse a Morfeo, al ver que la tripulación femenina se las componía más que bien solitas. Intentamos aprovechar al máximo el velamen del Nuria y conseguir sus máximos ángulos de ceñida, pero solo a vela no subíamos de 5 nudos escasos, así que después de varias cuidadosas viradas, para evitar que se nos enganchara de nuevo el winche, arrancamos de nuevo motor, y ajustamos más el rumbo. Queríamos llegar a Portixol para comer fondeados y hoy había que devolver el barco, por lo que no podíamos llegar de noche como el día anterior…….aunque una vez más comprobamos que el barco solo a motor no andaba nada, y mucho menos con el viento en contra, así que mantuvimos las velas y haciendo bordos, pero ayudándolas con él, conseguíamos un nudito o dos más.

Al arribar a Portixol y disponernos a fondear, vimos que el agua estaba realmente asquerosa, como si un gran mercante hubiera vaciado sus tanques, flotaba de todo en la cala, así que salimos de ella e intentamos hacerlo en la otra cara más al norte, pero el fondo de rocas nos hizo desistir por el miedo a que el ancla quedara enganchada y no pudiéramos luego levarla. Era consciente que este finde no disponía de ningún buco experto, así que preferí no arriesgar y Radiante, en esta ocasión al timón, estuvo de acuerdo en ello. Por lo que volvimos de nuevo a la cala detrás de la isla de Portixol y buscamos un huequito más cerca de la isla, donde 3 pequeños veleros se mecían bastante tranquilos. La profundidad también hoy era importante, unos 11 m. así que volvimos a echar como el día anterior, prácticamente toda la cadena. Un chapuzón rápido y una rápida comida en bañera para levar ancla y poner finalmente rumbo a Denia.

El viento había subido levemente, pero esperábamos que lo hiciera más conforme nos acercáramos al Cabo de San Antonio. Así que esperamos a cruzar la bahía de Javea para decidir si sacar solo Génova o también la Mayor. Finalmente hicimos lo primero y solo con el Génova hicimos las millas que separan Javea de Denia, en un largo por la amura de babor, sacando solo a vela 6 nudos con viento racheado de veintitantos nudos!.......todos pendientes, por si se iba de orzada y había que rectificar. Me hubiera gustado coger el timón, pero la cara de satisfacción de Radiante era tal que no quise arrebatárselo. Justo cuando veíamos ya claramente la entrada de la bocana, nos aproamos para recoger el Génova, en ese momento justo se soltó la escota de babor, no entiendo cómo se deshizo el as de guía cuando además había sido la que no llevaba tensión. No tenía mayor importancia, recogimos del todo controlando estribor y pusimos proa a la gasolinera. Esta vez hizo la maniobra para abarloarnos de través por la amura de babor Radiante, en el lado de estribor del ángulo recto que forma, ya que un gran yate repostaba en el de babor. Más de 600€ ellos, 33€ escasos nosotros. ¡Me encantan las velas !!.....

Para rematar el fin de semana, hice yo el desatraque, saliendo marcha atrás y dejándome caer hacia babor, decididamente el Nuria respondía mejor y más rápido así y luego me dirigí a atracarlo en su amarre, exactamente como lo había hecho el día anterior el patrón, de proa, y con riesgo 0.

Con los últimos rayos de sol llegaban los últimos momentos de la singladura en el Nuria, baldeo, estiba y una sabia decisión de hacer noche en Denia, ponía punto y final a otra placentera travesía………….

Comentarios

Enrique ha dicho que…
Lo que está claro es que te va a ocurrir cada vez con más frecuencia que te embarques con gente menos experta que tú.

Es lo único malo que tiene ir haciendo millas, como haces tú sin parar.

Bien contado. Gracias

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