TRAVESIA POR LA COSTA BRAVA


Montjoi, un Dofour 385, me esperaba en el Port de Roses, arranchado para enseñarme la Costa Brava. Su armador, compañero del ultimo curso de navegación astronómica que realice en Barcelona, había tenido la amabilidad de invitarme. Y ni corta ni perezosa, dije rápidamente que si, la costa Brava nunca la había navegado, hacia muchísimos años la recorri por tierra, en la versión 1.0 de mi vida, pero casi ni la recordaba. Así que como la distancia es considerable, solicite 3 dias más y me comprometí por un total de 5. Al dia siguiente el patrón ya tenia el plan de navegación establecido, y yo me encargue de la compra on line, que es lo más cómodo. Solo quedaba ya mantenerse atentos a la meteorología para que la tramontana (fuerte viento del Norte característico en la zona) nos diera una tregua.
Ya andábamos con todos los planes cuando me llamaron para realizar las Pitiusas en el Brujo, un
precioso Swam45 del CN Valencia, y del que tengo el honor de formar parte de su bolsa de tripulantes, y aunque la tentación fue grande, me gusta mantener mi palabra, así que seguí adelante con la travesía.
441 km y 5h de carretera me esperaban por delante, pero justo con los últimos rayos del ocaso llegue al Port de Roses. El armador me aguardaba en el parking y rápidamente llevamos mi petate a bordo y sacamos el coche, para aparcarlo fuera y no pagar parking, algo de lo que me arrepentí pues al volver el domingo me lo habían apedreado, alguien sin mucho amor ni respeto a lo ajeno, y por los que entre otras cosas, cada vez huyo más de tierra.
Bueno, siguiendo con la travesía, estibamos juntos toda la comida que acababa de traer el supermercado, así ambos sabríamos donde estaba todo. El Montjoi es de los barcos más ordenados y limpios que he visitado, incluso desprendía todavía olor a nuevo, y eso que ya tiene unos años. La configuración es de dos camarotes, proa y popa estribor (Er), ya que a babor (Br) tiene una zona tremenda de estiba, era la segunda vez que veía esta configuración, el Sun Odisey de mi amiga Claudia también era así.
Después de una cenita marinera en una terracita cercana, nos retiramos a dormir, no había que madrugar al dia siguiente porque la Tramontana duraría hasta el mediodía, pero podríamos ir haciendo millas y quedarnos antes del Cap de Creus. La noche fue un poco ruidosa por culpa de ella, las amarras de popa, a pesar de los muelles, crujieron toda la noche como si de un par de gatos en celo se trataran.
A la mañana siguiente, según lo previsto, sin prisa pero sin pausa, hicimos nuestro primer desayuno a bordo, nos dimos una ducha dulce y zarpamos a las 11:30 HRB, una paradita en la gasolinera, de esas Self-service que no me gustan nada, porque solo sirven para contribuir a aumentar las listas del paro……y arrumbamos proa a la bocana del Port de Roses. WP latitud 42º 17,56’ N Longitud 3º17,31’E, rumbo 127º a  punta de la Poncella y a menos de 2 millas ya empezamos a divisar y el capi a identificar Cala de Canyelles Petities y Grosses, a continuación Bahia Montjoi. Subimos Mayor y sacamos Génova hasta Punta Falconera, íbamos en un través plácidamente con unos 15 nudos y de repente cayó el viento,  así que arrancamos motor y dejamos solo un trocito de Génova, pero al ir acercándonos a Cap de Norfeu ya divisamos que el mar allí tenia borreguitos y empezó a subir el viento, era la Tramontana que nos recibía con rachas de 25 hasta 35 nudos. Así que tomamos rápidamente un rizo en la Mayor y luego otro, y seguimos con el motor por si acaso, pues teníamos muy cerca las rocas. Nada más pasarlo nos adentramos en la bahía de Joncols pues nos dimos cuenta que el cabito del lado de Er del laisy había caído. Rafa se fue a intentar solucionarlo y me pidió que cogiera yo el timón, manteniéndome aproada. Había mucha profundidad 27m. a si que intente mantenerme aproada todo lo más cerca posible de la pared de roca, para tener más resguardo del viento. Una vez solucionado, decidimos pillar una boya y fondear para comer antes de proseguir, asi esperaríamos que bajara, como decía la previsión. De nuevo me pidió que me quedara al timón y él, bichero en mano, se fue hacia la proa. Le acababa de tomar el pulso al timón en la maniobra anterior, asi que con la arrancada suficiente para mantener el gobierno y no pasarme, hicimos una recogida de boya impecable, si no hubiera sido porque al soltar el bichero, este rodo y se fue al agua, lo que le costo un chapuzón fresco al patrón. Que no pude menos que repetir yo, una vez estuvo el a bordo. Uff estaba fresca como esperaba, pero no lo suficiente como para perdérmela.
Un buen comienzo diría yo, en poco más de 6 millas ya nos habíamos medido ambos, poniendo rizos, solucionando hábilmente un problemilla, haciendo el primer fondeo y había tomado también el pulso al timón del Montjoi.
Así pues, en cala Joncols l 42º14,61’N 3º15,43’E monté por primera vez mi hamaca para tomar la  
siesta después de comer, es mi lugar preferido en el fondeo, tienes la mejor visión y el borneo te mece como si de una cuna se tratara. Tras ella, soltamos la boya y pusimos rumbo a Cadaques, 1 milla a rumbo 83º hasta salir de la bahía Joncols y luego el 34º las poco menos de 3 millas hasta Cadaques, asombrosamente y según la previsión, había caido totalmente el viento y desaparecido las olas, asi que fueron a motor, arribando ya con las luces del ocaso. En esta ocasión sería yo la que iría a proa, amarra en mano, para pasarla por la boya y hacerlo firme a la primera. Espectacular pueblecito blanco mirando todo  al mar. Unos cuantos barcos más compartían desde tan privilegiado lugar dicha estampa del pueblo de Dali. WP : l42º16,98’N L3º16,76’E.
Decidimos bajar a cenar, asi que antes de que oscureciera del todo, nos dimos otro chapuzón para asearnos en popa antes de ponernos de niños guapos, en mi caso, elegí el blanco, para ir acorde al pueblecito tan pintoresco.
El paseo por sus calles rocosas fue muy agradable, quería llevarme cada rinconcito en una foto, cenamos en el Rte. Mos, en el num 6 del paseo, en su terraza interior muy agradable y tranquila. Había bastante gente para ser un miércoles de septiembre, asi que supuse que en Agosto aquello seria impracticable. Otro paseo para rebajar la cena y luego nos dirigimos al Montjoi para hacernos una copita en la bañera y poner asi el punto final al primer dia.
Noche tranquila, apenas sopló, desperté justo cuando lo hacia el sol, asi que sali corriendo para comprobar que había perdido mi apuesta y  salia por donde el capi había dicho y no mas al sur como yo preveía. La verdad es que aun no me situaba muy bien en los recovecos de esta peculiar orografia.
Y aunque el agua estaba fresquita, no prescindí de mi baño matinero en pellejillo, y el capi también
me siguió, aunque el no se alejo de la popa mientras yo le daba la tradicional vuelta nadando al barco, quizás la más rápida que nunca haya dado, es lo que tiene el frescor! Jajaja
Así que tras este tradicional ritual de higuiene matinero, nos dividimos las tareas, el bajo a preparar el desayuno y yo me quede baldeando la bañera, me encanta! Me recuerda a los relatos de mi mami cuando regaban los patios y las puertas de las casas a cubazos en su andalucia querida.
Lo bueno de madrugar es que el dia te cundeee…….asi que a las 9:00 HRB ya estábamos soltando y poniendo rumbo a Cap de Creus, rumbo 24º, unas 4 millas. Hoy no había nada de viento, asi que izamos Mayor con la ayuda de Willy (el piloto automatico), uno al palo y otro en el winche. Así plácidamente, a 4nudos, solo 1500 rpm, atravesamos el cabo por el medio, entre islitas rocosas que se antojaban animalitos tallados en todas sus piedras, por el canal de la isla Encalladera. Dos embarcaciones de salvamento marítimo fondeadas bajo el faro.
Catorce  millas por delante hasta Cap Bear (Francia) rumbo 327º, de momento sin viento, Mayor para estabilizar y motor. El día hoy está despejado y el sol brilla por nuestra popa, así que decidimos aprovechar para sacar nuestros sextantes y ajustarlos y ya calcular la HRB a la que seria la meridiana para tomar la altura del sol. Los dos como niños con sus juguetes nuevos, sentados en popa, ajustando espejos, eligiendo filtros y probando a bajar el sol. A las 13:30 HRB tendríamos que tomar la meridiana, pero justo a esa hora arribábamos al través de Cap Bear había subido el viento y cayendo un poco a Br nos dio angulo para sacar Genova, parar por fin el motor y navegar plácidamente a vela hasta Colliure WP: l 42º 31,59’N L 3º5,39’E., además el sol en su recorrido ahora se situaba a nuestro Br, al lado de tierra y por tanto imposible tomar la altura con el horizonte del mar.
Colliure es un pueblecito de tipo medieval, una gran fortaleza de roca llega hasta la orilla del nuelle, una pequeña escollera intermedia da cobijo a un pequeño puertecito natural más interno. Otro castillo en lo alto de la montaña a Br y delante de él un molino y delante de éste una especie de balconada de estilo mozarabe. Solo estropeaba la foto, un horroroso yate a motor, de color morado brillante. ¿Quién puede ser tan hortera para comprarse algo de ese color? Que no me lo presenten por favor, grrrr!
Aquí también habían boyas todavía, así que de nuevo nos dispusimos a hacer la maniobra, yo al  llamamos al boyero por radio, porque el pago incluía el servicio de lancha taxi a tierra y nos ahorrámos bajar con la dingui nuestra.
timón y el capi en proa en esta ocasión, volvimos a bordar a la primera la maniobra. Me encanta ver lo bien que nos hemos sincronizado en tan poco tiempo, a penas damos una voz mas alta que otra, por signos nos comunicamos. Al momento de pillarla, ya estaba allí el boyero para informarnos de los precios, 4h 10€ o pasar la noche 45€. Al final elegimos la de 4h, nos daría para comer y bajar a pasear y callejear brevemente el pueblo. Además el capi tenia una sorpresa, algo que quería enseñarme. Aún asi nos dio para una breve siesta, yo en mi hamaca “off course”, luego
El paseo fue muy agradable, pueblo empedrado e
impregnado sin duda de historia y como colofón la sorpresa guardada, la visita obligada a la tumba del poeta “Antonio Machado”, que falleció allí el 22 de febrero de 1939 exiliado como hijo de la I Republica.
Volvimos al barco, soltamos la boya y navegamos 1 milla para fondear en Cala Morisca, WP: l42º31,42’N L3º6,59’E. Toda la cala para nosotros y aunque no había previsión de mucho viento, el capi propuso rematar el fondeo con un cabo a tierra, ya que la cala era muy estrecha y era mejor no bornear. Era el primer fondeo de este tipo para mi. Así que atenta a sus indicaciones, fui haciendo todo lo que me decía, hasta dejar firme y estable el cabo a unas rocas. Esa noche vimos llegar una
embarcación en la oscuridad y mucho trasiego entre tierra (el final de unas ruinas en tierra) y la embarcación, y empecé a dar rienda suelta a mi imaginación respecto a todo tipo de actividades maliciosas e ilegales que podrían estar dándose a acabo delante de nuestras narices. Pero como buen navegante ante estas circunstancias, “ver-oir y callar”.
Al dia siguiente nos levantamos nuevamente al alba, para ver, esta vez si que acerté en la previsión de por donde asomaría el sol, junto en la puntita del faro que teníamos en el lado Er de la cala. Aún con las lagañas en los ojos, admiramos la quietud del momento y la paz del
lugar completamente solos y sin pensarlo dos veces, chapuzón y ducha diaria para acabar convenciendo al capi de que se enfundara en su traje de neopreno y me acompañara a dar un paseo haciendo snorkel. Aunque fue un poco decepcionante, apenas vi solo un pulpo y los restos de huesos de algún gran pescado que había ido a fallecer allí, una mandíbula me traje de recuerdo. Y antes de completar la vuelta total, y vista la poca visibilidad que había, decidimos volver a bordo, la visión no compensaba el frio y yo ya empezaba a tiritar. Menos mal que a bordo ya calentaba bien el sol, y nos premiamos adelantando levemente el momento Angelus, que ya es un ritual en toda embarcación en la que navego. Después de 20 años en las monjas rezando el ángelus a las 12h a.m. ahora lo recuerdo tomándome una coronita y una picaeta. Y las caras de sorpresa cuando lo anuncio, varian cuando lo ejecuto.!! Jajaja
Finalmente soltamos el cabo y subimos el hierro a las 13:45 HRB rumbo a Cap Bear. Caemos un poco a Er para arrumbar a Port de la Selva a unas 12 millas, primero solo motor y

Mayor, pero luego pudimos sacar Génova, pero sin poder prescindir del motor porque solo tenemos 5kn de real. Rumbo 150º velocidad 5kn. Antes de entrar decidimos fondear para comer en Cala Garbet WP: l42º23,5N L3º9’E. No tenemos cobijo, la proa queda mirando hacia fuera, pero como la intensidad del viento es baja y solo es para un par de horas mientras comemos y echamos una mini siesta, no importa. Es una playa sin edificaciones, pero pasa la carretera y la via del tren , por lo que muy inaccesible no es. A unas 3 millas nada mas, tenemos Port de la Selva, donde finalmente entramos para dormir fondeados fuera del pequeño puertecito, pero lo
suficientemente cerca para poder bajar a cenar con la dingui. Además si consigues fondear en la zona de Br de la cala, junto al puertecito, tienes cobijo de casi todos los vientos.
Esa noche el paseo fue menor, el pueblo aunque blanquito también, no tiene el sabor de Cadaques, es más modernista, lleno de fincas, aunque bajitas y blancas, no son las casitas pintorescas del otro. No obstante, la cena no tuvo nada que envidiar a la anterior, en un pequeño restaurante con terraza junto al malecón. Un atun rojo fresco y unas almejas espectaculares, del que no pude resistirme a mojar barquitos!! Rte Racó del Mar, en la calle del Mar,21, y no puedo deciros si fue caro o no, porque esa noche me invitó el capitán. Al igual que los bailes que se brindó a
realizar a bordo para instruirme en mi torpeza para dejarme llevar en los bailes de salon. Así pues, entre risas, bailes y algún que otro pisotón, pusimos punto y final a este tercer dia.
El fondeo tambien fue tranquilo, aunque el dia amanecio mas nubladillo y el chapuzón matinero costo un poco más recibirlo, no lo perdonamos y tras ritual, desayuno y baldeo, subimos el ancla a las 10 HRB, rumbo 150º esta vez a vela, en un largo por la aleta de Br, hasta llegar al Cap de Creus que decidimos dejarlo esta vez todo por Er, solo a Br isla Mac,a de D’oros entre la que atravesamos con orejas de burro, me dejó el timón y él ayudó a pasar la Mayor. Aunque  Esa noche había más humedad, no soplaba la Tramontana, que es seca y no moja la cubierta, asi que
hicimos la cena dentro, en el living, que rematamos con una botella de cava y piña, para celebrar la tarde de estudio y ejercicios astronómicos que habíamos aplicadamente realizado ambos.
pronto tuvimos que volver a cambiar, conforme íbamos arrumbando y cerrando el angulo para poner de nuevo un largo, esta vez por la aleta de Er, rumbo 198º, velocidad 4 nudos hacia Cap Norfeu, vamos deshaciendo ya lo hecho, unas 6 millas hasta cala Joncolls, donde fue nuestro primer fondeo. Aunque en esta ocasión si vino la boyera a cobrarnos, 11€ por pasar allí la noche.
A estas alturas que ya huele a final, las conversaciones parece que nunca quieran acabar, y ya sabes si tu compañero de travesía lo volverá a ser o no. Es tan intensa la convivencia que se diría que puedes conocer a una persona navegando cuatro días, lo que en tierra tardarías un año.! Por eso intuí  y agradeci, que  accediera a cumplir mi deseo y realizar un pequeño ritual de Luna Nueva.
El domingo 29 de septiembre me daría mi ultimo chapuzon en las frescas aguas de la costa Brava, está parcialmente nublado, y hay algo de brisa, pero no me lo pienso, no me lo quiero perder. Las pocas millas hasta Port de Roses serian a motor, pido música alegre, para no caer en la melancolia que acompaña a todo final, y entre risas, fotos, y tertulia, arribamos a las 11 HRB al atraque del Montjoi. Finalizaba asi, 5 dias intensos descubriendo la, ahora si puedo decir con conocimiento, singular Costa Brava, gracias al Montjoi y su armador, que tan bien me han tratado. Gracias al mar y a la vela, que me permite seguir conociendo a buenas gentes de mar.


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