SINGLADURA CON MALTA BLUE

























Se trataba de un Dufour 40, nervioso y regatero, con una gran superficie vélica, sobre todo en su vela Mayor, gracias a que la botavara se alargaba hasta la rueda del timón, y con ella toda la maniobra del carro y la escota. Me lo presentaron un nuevo grupo de navegantes con los que había decidido hacerme a la mar nuevamente, a pesar del frío invierno, para cruzar las 60 millas que nos separaban de Formentera. En invierno se antojaba un destino idílico, casi desértico, sin el bullicio del turismo veraniego.
Sin embargo Eolo y Neptuno, tenían otros planes para nosotros. Aunque en un principio nos pareció que podríamos adelantarnos al temporal que nos tenían preparado, los subestimamos, y por mucho que adelantamos el soltar amarras a la 12h. UTC , solo conseguimos arribar a Altea, donde tuvimos que pedir cobijo a las 5h. a.m UTC, extasiados, empapados y cansados de correr el temporal.......
Nada más enfilar la bocana del puerto de Alicante, fuimos conscientes de la rasca que nos esperaba. Agradecimos haber sido previsores y salir todos compuestos, con trajes de agua y arnés incluido. Ninguno nos conocíamos, sin embargo, todos confiamos en todos, sabíamos que todos daríamos lo mejor de cada uno, pues nadie iba a arriesgar su vida ni por ende la de los demás......no obstante, no pegué ojo, aunque baje 1 h. fuera de mi guardia para intentar entrar en calor, pues una hora al timón me habían dado un buen recibimiento. Desde el camarote de proa se percibía mucho peor, el viento rugía con fuerza y el barco se balanceaba en exceso, mecido por las olas de popa. Soplaban de 25 a 30 nudos, racheado, llevábamos la mayor con dos rizos y en un rumbo por la aleta de babor, alcanzábamos sin problemas los 7 y 8 nudos. Por suerte, era poniente, por tanto no habían grandes olas y las que habían nos empujaban por la popa en un "corre que te pillo".
Teníamos dos derrotas previstas, rumbo 75º rectos a Formentera o subir por aguas costeras hasta Denia para luego allí, fijar rumbo 90º directo. Finalmente optamos por la segunda derrota, solo eran 3 millas más y la oscura y lluviosa noche no invitaba a más.
El atraque en la gasolinera fue complicado, sobretodo porque había poco calado y aunque menos, allí también nos abatía el viento.
Una vez aseguramos bien todas las amarras, nos echamos a dormir, aunque pocos conseguimos que fuera profundo, Eolo seguía rugiendo con fuerza, empujándonos contra el muelle y dándonos la sensación de que en cualquier momento nos subía al pantalan.......amaneció un día soleado pero con mucho viento, una ducha caliente y una buena comida caliente en el barco, nos hizo reponernos a todos y comentar la primera travesía vivida en común, coincidiendo todos que la participación y comprensión de todos había sido ejemplar en unas horas de tensión como las que habíamos vivido....decidimos premiarnos con una buena cena en Altea, pasando antes por la cafetería del náutico y conectarnos vía wifi para consultar el parte meteorológico. Seguíamos con la idea de zarpar al amanecer hacia Formentera. Sin embargo, windguru y el INMnos hicieron cambiar de opinión, pues si bien por el litoral de Levante parecía se mantendría constante, en las Baleares iba en aumento, influido por un temporal del Golfo de León, que preveía F8 a F9, teniendo en cuenta que normalmente los errores son a menos, decidimos finalmente desistir de nuestro empeño y dejar Formentera para una futura singladura.
A la mañana siguiente, sin prisas pero sin pausa, soltamos amarras a las 10h. UTC. parecía mentira, pero apenas soplaba Eolo, debía de estar durmiendo la fiesta nocturna todavía, así que sacamos solo mayor y ayudada por el motor, nos dirigimos a buscar un buen fondeadero para comer, primero cala Granadella, pero otro velero se nos adelantó, seguimos rumbo N a cap Negré. Nos dio tiempo justo para prepara algo de comer y levar anclas, pues unas amenazantes nubes nos anunciaban una divertida tarde. A lo lejos, avisté al precioso Highlight con sus dos pintorescos tripulantes, que con el velamen recogido y a motor enfilaban directos la bocana de Javea.
Nosotros sacamos todos el velamen y pusimos un plácido rumbo hacia Denia con un largo por la aleta de babor que nos permitía unos 6 nudos. Intenté bajar a dormir un rato, la fiesta en Altea fue larga y estaba rota. Pero nada más quitarme la ropa de agua y meterme en el saco, el barco empezó a escorar y dar pantocazos. Un mar increíble nos encontrábamos de proa. Tuve que salir sino quería echar la primera papilla levitando.
25 kn de nuevo, nos ayudaron a arribar a Denia a 8 nudos solamente a vela, pero bien remojaditos. Una fina lluvia empezaba a caer cuando entrábamos por la bocana del náutico ya entrando la noche. Seguí al timón, dispuesta a hacer el atraque, me costó un par de rectificaciones, pero finalmente lo conseguí. Cada vez voy sintiéndome más segura y coordinada la rueda con la palanca del motor...que es de lo que se trata.
Todos estábamos rotos, deliberábamos sobre salir o cenar en el barco. Finalmente ganó la sensatez y alguien preparo una buena cena, a base de salazones y langostinos, un poco de música ambiente y una interesante conversación, con la que comprobamos que uno de los tripulantes que había caído al saltar al pantalán, estaba perfectamente, pues su locuacidad no había menguado lo más mínimo. ´Después de tan plácida tertulia, apostamos todos por irnos a los catres a descansar.....

Fue una cura de sueño, 10 horas de sueño ininterrumpido fueron reparadoras del todo y me hicieron sentir enérgica. El día estaba gris y lluvioso. El parte era malo pero la previsión para los siguientes días era peor, así que decidimos salir e intentar ir haciendo millas hacia el sur
El objetivo era llegar a Calpe, 20 millas. Desde el náutico parecía que la mar estaba plana y no soplaba, pero conforme dejábamos la bocana y poníamos rumbo a mar abierto, empezó a subí el viento, inicialmente íbamos casi de empopada,incluso pusimos unos minutos orejas de burro, pero pasamos finalmente a un largo por la aleta de estribor; 20, 25, 30 y hasta 40 kn llegamos a tener. Estábamos divirtiéndonos compitiendo con el trimado de las velas, en un intento por sacar un nudo más, otro tripulante y yo nos echábamos un pulso....cuando rápidamente una rasca nos hizo reaccionar al unísono y poner dos rizos a la mayor. Nervios y un poco de confusión hizo que la maniobra se alargara más de lo deseable, pero finalmente conseguimos estabilizarnos y no escorar tanto, siguiendo a 8 nudo de velocidad. Había mucha mar encontrada, seguramente derivada de la resaca del temporal que sufrían las Baleares y el poniente que seguía soplando aquí. Mantuvimos rumbo hasta ver el peñón de Ifach por la aleta de estribor, momento en el que decidimos virar para enfilar al náutico. Previamente, otro de los tripulantes, "mi sosia" , y yo, estuvimos deliberando cual seria la maniobra más conveniente con tanta mar y viento, virar o trasluchar.....manteníamos un rumbo de través a descuartelar, el barco escoraba bastante a pesar de solo llevar un tocito de Génova y la mayor con dos rizos. Los rociones eran constantes, lo único bueno es que el viento había desplazado las nubes y el cielo estaba raso, con sol y el viento de poniente se antojaba cálido....pero la noche nos alcanzaba....finalmente viramos, arrancando motor para ayudar a la Mayor. Teníamos todavía mucho mar en proa y el viento racheado con puntas de F8, pero sin bajar de 25 kn y todos empapados a pesar de los trajes de agua. Se percibía el agotamiento en la tripulación, pero seguíamos rotando a la rueda del timón, sin apenas hacer uso del piloto automático.
El atraque lo hizo esta vez Fernando, otro de los tripulantes, con poca experiencia en ellos, pero casi lo bordó. Dedicamos un buen rato a fijar bien las amarras y el muerto, pues la noche se presentaba movidita y finalmente nos dirigimos a premiarnos con una ducha calentita, tras la cual, la tripu recordó que había una mujer a bordo.! El premio fue rematado con una entretenida cena Tapanyaki, que rociada por un buen vino tinto, nos hizo reír distendidamente el resto de la noche.........
Al día siguiente no madrugamos, zarpamos a las 11h.UTC, enfilamos la bocana rumbo a Alicante, dejando a nuestras espaldas el peñón y el recuerdo de tan divertida noche......El típico silencio del último día de travesía empezó a embargar a la tripulación, a pesar de brillar un precioso sol y apenas soplar Eolo, tan poco, que tuvimos que navegar a la mediterránea, a motor y vela, pues había quien no podía alargar más su ausencia en las obligaciones familiares sino era a costa de un traslado forzoso....... intenté animar el ambiente con un poco de música para contrarrestar el ronroneo del motor que como siempre, conseguía lo que no habían conseguido las olas de los días anteriores, mantenerme con el estómago fuera de servicio......arribamos antes de anochecer, los del Reina Azul, empresa que nos alquiló el Malta Blue, vino a recibirnos, no daban crédito a lo que les contábamos, sorprendidos y a la vez admirando nuestra hazaña en tan desapacible fin de semana, nos daban la enhorabuena, "prueba superada".

Algo me quedó claro en esta ocasión, lo mío no es afición, es pasión.



Comentarios

la super mami ha dicho que…
chata menos mal q mama no puede leer esto, porque acojona, sabes.valla con la pasion de mi niña. te podri apasionar el cine, bamos digo yo.
Martin Jaen J. ha dicho que…
14 años despues lo vivo como si fuera ayer.

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