RUTA DE LA SAL EN EL CORRICOLARI


Un año más reuní tripu suficiente para hacer La Ruta de la Sal. En esta ocasión contábamos con un Sun Odissey de 40’. Efernbu echó en esta ocasión la firma y asumió el mando.
Fuimos arribando al pantalán durante el miércoles, Efernbu y Javier, un nuevo tripulante de Madrid, llegaron los primeros, y se encargaron de todo el papeleo y estibar toda la compra, benditos míos........cuando yo llegué estaban liadillos metiendo en el ploter todas las recaladas....así que ya presumí que disfrutaría de un lujazo de tripu. Poco a poco fueron llegando el resto, Floren de Alicante, Rafa y Concha, también de Madrid, y por ultimo Frank, el almeriense del grupo. Un barco muy internacional.
Rápidamente y sin problemas, asignamos al azar el reparto de camarotes y nos pusimos rumbo a la barbacoa de recepción, aunque no sé porque la llamamos barbacoa, porque más bien es zafarrancho!,ja,ja,ja y además este año, pasado por agua......lo que provocó que muchos desistieran de ella y no pude conocer personalmente a Estela Mir, espero tener pronto una nueva ocasión.......los móviles no paraban, llamando y localizando a los cofrades de los otros barcos, Avante, Ipurdi.......incluso alguno más que me reconoció por alguna foto, pero que me perdone, no recuerdo su nick. En fin, el ambientillo inicial creado, los nervios de los primeros contactos y la emoción de la proximidad de la salida, nos proporcionaba una euforia y alegría, que se pintaba en todas nuestras sonrisas.......como la salida este año era a las 16h. después del show de las gogos, aún nos permitimos una penúltima copa en el blues, como manda la tradición, antes de enfilar rumbo al Corricolari, que paciente aguardaba.

El jueves Santo amaneció nublado, pero por lo menos no llovía. El móvil con las obligaciones laborales no pararon e intensificaron mis ganas de soltar amarras de una vez.........así que preparé unos suculentos espaguetis, rociados con un Rioja, para cargar nuestras baterías cara a la quizás larga travesía y para terminar la sobremesa, Efernbu nos dió un resumen de instrucciones del barco, recordándonos toda la jarcia, colocación de salvavidas, etc, y aunque me pareció gracioso y novedoso entonces, ahora se lo agradezco y creo que es una buenísima medida, sobretodo cuando no se conoce a la tripu.

Por fin, a las 15:30h soltamos amarras......,me pedí el timón, no quería perderme tanta emoción, aunque ya habíamos convenido por precaución no acercarnos demasiado a la línea imaginaria de salida, donde 180 barcos intentan buscar la posición mejor.......así que cuando oímos la bocina de salida, vimos salir a toda la flota, con todos los Spis en cabeza, tomar rumbo a Formentera, una milla por delante de nosotros.
Eolo nos ofrecía unos 14 knos de aparente, que nos permitíeron empezar con 7 nudos de velocidad, en un descuartelar por la banda de babor. Sin embargo Neptuno, con la mar de fondo que nos regaló, acabó, así, nada más empezar, con la mitad de nuestra tripu, que tuvieron que tuvieron que echar de comer a los peces por sotavento. Quedábamos cuatro, Efernbu, Frank, Floren y yo,......la lluvia empezó a caer y bajé a entrar en calor, la noche cayó rápidamente, el viento subió hasta veinteypocos nudos, lo que hizo que nuestro táctico, también tuviera que correr a comprobar la obra viva y la escora del barco, tras bajar a mirar el ploter!,ja,ja,ja, amenazando con tener una baja más........., menos mal que solo fue una comprobación y no desperdició mis espaguetis!.
Subí a cubierta a las 12 p.m. para empezar la primera guardia con Efernbu. Decidimos al final hacerlas de 3 horas, pero corridas, es decir, uno cambiaba antes que el otro y la última hora la hacías ya, con compa nuevo fresquito.
Pusimos rumbo al sur de Formentera a alcanzar el Cabo de Berbería por babor. El viento había caído a 6/8 nudos de aparente, a las 2 a.m. bajó Angel y subió Frank, y a las 3 a.m. me relevaba a mi Floren. Rumbo 110º, cayendo a estribor.....No tenía sueño, pero estaba tiritando, cuando volví, curiosamente, toda la flota que avistábamos de lucecitas rojas por estribor, había desaparecido. Seguramente nuestra estrategia de caer a estribor y bajar más al sur por evitar la encalmada que podríamos tener más cerca de tierra nos hizo hacer más millas que los demás. Justo cuando tuvimos el cabo por la aleta de babor viramos y pusimos rumbo 55º, ahora a Punta Rotja , acababa mi guardia, pero no pude resistirme a recibir el alba y despedir la preciosa Luna Llena que nos había alumbrado el mar y completado el precioso cielo de estrellas del que disfrutaos. Aunque en esta ocasión no tuve la oportunidad de ver ninguna fugaz....apurábamos la ceñida pillado barlovento, y con los escasos 4 nudos que teníamos sacábamos 2. Algún alcance por popa de otro velero que su rumbo no le daba para pasar la punta nos hizo empezar a dudar de la honestidad de toda la flota. Aunque este año, preferí no escuchar la radio ni los permisos para cargar baterías que suelen sucederse durante la misma. A cambio, la suavidad del alba y la responsabilidad compartida, te regalaba uno de esos momentos que son congelables en navegación. Tanto, que decidí regalarles a la guardia siguiente, 1h30’ minutillos de sueño.
A las 7,30h nos aproximábamos a punta Rotja y la Luna solemne que nos acompañó toda la noche, empezaba a retirarse por nuestra popa. Con la mar rendida a la quilla de Corricolari y algunos alcances de lucecitas verdes por nuestra banda de babor que nuevamente me hacían sospechar que algunos seguían “cargando baterías”, me baje de nuevo a entrar en calor, porque sigo sin conseguir dormir durante las travesías, y varias viradas durante mi descanso, para poner rumbo al Sur de Tagomago, me hicieron difícil aguantar en el camarote sin salir a ayudar. Eran las 12 a.m. del viernes Santo, teníamos 12/14 nudos y 6 de velocidad de un largo a un través, al N de Tagomago nos permitieron darnos el placer de alcanzar a un 46’ en una maniobra de ataque por barlovento.
Arribamos a las 15:42 a Marina Nueva en Ibiza, pero con la cabeza bien alta, dos Spis a popa que no consiguieron alcanzar a nuestras orejas de burro atangonadas con el bichero y un nudo corredero, aunque el pobre murió finalmente, eso si, en acto de servicio heroicamente, como un campeón.
Quedamos la posición 141 de 168 de la flota real en la versión E, descontados los que renunciaron en algún momento. Más tarde, hablando con otras tripulaciones, entre copas, más de uno reconoció que se les había ido la palanca al cargar baterías durante 4 horas!. Así que por lo menos nos quedaba el honor de haber aguantado sin ponerlo ni en un solo momento. Y por ello nos premiamos con una estupenda Lubina a la Sal, del mercado de Ibiza, en la popa de Corricolari, amenizada por un estupendo vinito y unos agradecidos rayos de sol para nuestras piernas.
Puntualmente fuimos a la entrega de premios, que olía a pasta y oil!, pero nos reímos, bailamos e hicimos nuestra habitual visita a Keeper y a Pacha, tras convenir cubrir la segunda guardia al zarpar a la siguiente mañana.
Un año más, la Ruta de la Sal me había regalado momentos de pasión,tensión, coraje e ilusión.......que ingredientes serían mejores para escribir un libro de la mar?.
Volvimos haciendo planes para la del año que viene. El 32’ con Spi de Frank y 5 tripulantes de verdad......















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Comentarios

la super mami ha dicho que…
bueno se nota q lopasateis bien m alegro. Pero yo profana como soy, casi no he entendido nada, me suena a chino tanta jerga marina.

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