UN MARTES CUALQUIERA......
Me encanta hacer de un martes cualquiera un día especial, y más, si se hace especial porque me regalo una escapada en velero para hinchar las velas y los pulmones de brisa marina y viento fresco.
No lo dude dos veces cuando recibí un e-mail anunciándome la posible mini singladura, así que pille una gorra y algo de ropa para cambiar mi traje y corbata al llegar al barco, si al final se confirmaba el aviso, como ocurrió. Además tenía la excusa de la configuración del GPS del maxsea, aunque por arte de magia, funcionó sin necesidad de intervención extra...
Así que allí estaba de nuevo, sobre los nuevos pantalanes del CN de Valencia, dispuesta a saltar a la cubierta del precioso Ariadna, un Oceanis 41. Su joven y nuevo armador seguía intentando coger experiencia para poder navegar algún día solo, y mientras tanto, nos daba cita a algunos lob@s de mar.
Parecía que soplaría más, por lo que ondeaban los pabellones en el pantalán, pero realmente cuando salimos de la bocana todo se quedó en unos plácidos 14 a 16 nuditos de Siroco (SE), por lo que pusimos rumbo de ceñida hacia la playa del Saler. Acabábamos de poner la corredera nueva pero aún así no marcaba nuestra velocidad, sin embargo la consulta al Maxsea que llevaba encendido para probar el GPS, nos confirmó los 5 a 6 nuditos que íbamos sacando al trimado de las velas, después del afinamiento de JM. Tengo que reconocer que
cualquier navegación junto a JM es una clase magistral de trimado, por lo que aunque yo ya me permito opinar e incluso proponer, es de esos navegantes con los que siempre es un placer navegar para los que nunca nos cansamos de seguir aprendiendo y/o compartiendo lo sabido….. Su chica se aplica e intenta sin rechistar cumplir fielmente todas sus indicaciones….a pesar de que sin intención, yo la despiste de vez en cuando con mi conversación cuando está al timón….jajaja
El ratito que pude coger la rueda fue breve, pero lo disfruté intensamente, mirando al horizonte, ojo a proa, ojo a los catavientos para mantenerlos perfectos, ojo a las olas para tomarlas bien, mientras notaba como se contrarestaba el efecto del sol de la tarde con la suave brisa en mi piel.
Con la caida de la tarde y después de un par de viradas y un par de trasluchadas, enfilamos la bocana de nuevo, y fue entonces, cuando Jose, el joven armador del Ariadna se puso al timón para hacer el atraque…..preparamos defensas y me fui a proa, me encanta, si no estoy al timón, salir y entrar en los puertos haciendo de mascarón de proa…….un poco de viento le abatía y le supuso rectificar la maniobra e intentarlo por segunda vez. Pero su temple y las breves pero, concisas instrucciones de JM, le guiaron para hacer un pulcro atraque por popa……un vecino de pantalán nos aguardaba con las amarras en mano para ayudarnos y yo me hice con la guía para fijar el muerto en proa.
No lo dude dos veces cuando recibí un e-mail anunciándome la posible mini singladura, así que pille una gorra y algo de ropa para cambiar mi traje y corbata al llegar al barco, si al final se confirmaba el aviso, como ocurrió. Además tenía la excusa de la configuración del GPS del maxsea, aunque por arte de magia, funcionó sin necesidad de intervención extra...
Así que allí estaba de nuevo, sobre los nuevos pantalanes del CN de Valencia, dispuesta a saltar a la cubierta del precioso Ariadna, un Oceanis 41. Su joven y nuevo armador seguía intentando coger experiencia para poder navegar algún día solo, y mientras tanto, nos daba cita a algunos lob@s de mar.
Parecía que soplaría más, por lo que ondeaban los pabellones en el pantalán, pero realmente cuando salimos de la bocana todo se quedó en unos plácidos 14 a 16 nuditos de Siroco (SE), por lo que pusimos rumbo de ceñida hacia la playa del Saler. Acabábamos de poner la corredera nueva pero aún así no marcaba nuestra velocidad, sin embargo la consulta al Maxsea que llevaba encendido para probar el GPS, nos confirmó los 5 a 6 nuditos que íbamos sacando al trimado de las velas, después del afinamiento de JM. Tengo que reconocer que

El ratito que pude coger la rueda fue breve, pero lo disfruté intensamente, mirando al horizonte, ojo a proa, ojo a los catavientos para mantenerlos perfectos, ojo a las olas para tomarlas bien, mientras notaba como se contrarestaba el efecto del sol de la tarde con la suave brisa en mi piel.
Con la caida de la tarde y después de un par de viradas y un par de trasluchadas, enfilamos la bocana de nuevo, y fue entonces, cuando Jose, el joven armador del Ariadna se puso al timón para hacer el atraque…..preparamos defensas y me fui a proa, me encanta, si no estoy al timón, salir y entrar en los puertos haciendo de mascarón de proa…….un poco de viento le abatía y le supuso rectificar la maniobra e intentarlo por segunda vez. Pero su temple y las breves pero, concisas instrucciones de JM, le guiaron para hacer un pulcro atraque por popa……un vecino de pantalán nos aguardaba con las amarras en mano para ayudarnos y yo me hice con la guía para fijar el muerto en proa.
Fue entonces, en ese breack que me encanta regalarme después de cada atraque, con cigarrito y

Comentarios
¡Qué bien lo cuentas todo!
Gracias
Ah! gracias por leerme....
Bssss salinizados