TRASLADO ABORTADO
Arribamos ya entrada la noche, Ferdy nos esperaba en la tienda de náutica, junto al Libertyenlamar. Primeras presentaciones del barco a Leles, Manolo y Helena, nuestros invitados, y como Ferdy tenía ya toda la compra estibada y todo, nos dispusimos para cenar en el living del barco, para ir haciéndonos a su vaivén. Leles había cocinado una estupenda coca y una kitchen, y unas longanizas con vinito y pimiento bueniiiisimas.
Breve tertulia para planificar el día siguiente, que intentaríamos navegar, aunque no pudiéramos hacer el cruce, intentaríamos ganar todo el norte posible, para cruzar al día siguiente desde más arriba. Mirando el Maxsea, comprobamos que había exactamente las mismas millas si poníamos rumbo directo desde Campello a Ibiza, como si lo partíamos en dos, una travesía hasta Moraira y luego de allí a Ibiza, unas 90 a 100 millas.

Sin prisa pero sin pausa, nos levantamos el sábado y entre sol y nubes soltamos amarras, primero para dirigirnos a la gasolinera, donde el calado está muy justito, por lo que estuve preocupada y lo saque marcha atrás por si acaso, no sé si la sonda me daba error pero solo marchaba 2,5 y el Libertyenalamar cala 2,40m, así que salí de allí con el culo bien apretado por si acaso!!.
Ya fuera, izamos Mayor y pusimos rumbo, no teníamos mucho viento, por lo que no podríamos parar el motor, pero si conseguíamos t
Al paso por Benidorm nos hicimos el sagrado ángelus, sorprendiendo a la tripu con cervecitas, papas etc. Todavía nos encontramos a veces, con alguna cara perpleja cuando propongo hacer el ángelus religiosamente a las 12 a.m., supongo que no me imaginan rezando…..jajaja
El motor empezó a hacer un ruido extraño, me asomé por la borda y vi que no salía agua, la temperatura había subido, empezó a pitar la alarma de esta y se paró. Entonces tuvimos que izar de nuevo velas para no quedarnos a la deriva, mientras Ferdy echaba un vistazo para descubrir rápidamente que estaba cerrada la llave del agua para refrigerar. Menos mal que es buen mecánico, bueno, es bueno en todo o sabe de casi todo…..la mecánica es mi gran asignatura pendiente, entre otras, pero esta es la peor. Supongo que iré aprendiendo a base de averías, ya se lo que es el impeler, ahora la llave para refrigerar y que el chorro debe ser fuerte y potente por el desagüe de la amura, etc. Percance superado, seguimos a motor y vela, ya nos quedaba poco y preferíamos comer ya atracados. Así que en cuanto vimos la bocana de Moraira en el último bordo, llamamos por radio para pedir amarre.
Toda la tripulación ayudó a la maniobra y luego a preparar para comer. Éramos dos parejas de adultos, así que nosotros nos encargábamos de la cocina y la pareja de jóvenes adolescentes de la fregada. Eso sí, todos colaborábamos para las maniobras y en la navegación como un único equipo.

Así lo hice saber cuando nos dimos cuenta tras el atraque, que el tope de la driza del Génova se había desprendido del palo y colgaba golpeando el stay. Ferdy busco rápidamente ayuda en Manolo para encargarse, pero yo propuse que colaboráramos todos y todos supiéramos que había pasado y como se solucionaba. Así que la siesta fue sustituida por la maniobra de bajar el Génova, y cambiar su driza por la del Spi, como lleva dos, aunque tuviéramos oportunidad de sacarlo no habría problema podíamos prescindir de una de ellas.
Finalizada en un plis plas, con tantas manos precisas, al piano, en proa, etc. Todo se
Por la noche decidimos bajar a tierra a cenar, Leles preguntó a una amiga suya, lugareña, por alguna referencia buena, y la verdad es que acertamos, en una pequeña taberna andaluza de reciente inauguración, donde tomamos un variadísimo picoteo. Una breve copa en la terraza chill-out del club náutico antes de seguir a la parejita de adolescentes que prefirieron adelantarse a nosotros, pero que aún estaban despiertos, presos de las nuevas tecnologías, cuando arribamos al Libertyenlamar.
No pudimos hacer la entrada del barco al arribar, así que tuvimos que esperar a que abrieran la oficina a las 8:30 a.m. para poder zarpar rumbo a Ibiza. El poco viento que había era de tierra, por lo que me abatía contra el pantalán, así que aunque inicialmente me había preparado Ferdy la maniobra como le dije, con un par de defensas en la aleta de Estribor para apoyar

Un tímido sol todavía, recibía el día, igual que la tímida brisa de tierra, aunque a mí se me antojara mucho más potente minutos atrás en la maniobra. Izamos vela en la cala que hay justo a la entrada de la bocana, con marcha atrás para mantenerme alejada de las rocas demasiado próximas. Y ya con toda la Mayor arriba, me dejé caer a Estribor para poner rumbo mar a dentro.
Cuando pasáramos el Cabo de Moraira pondríamos el rumbo exacto pero nos parecía que habría poca corrección que hacer. Los pekes, bueno no tan peques, amanecieron en breve, en cuanto fueron conscientes de que navegábamos. Curiosamente ambos con las mismas ganas de trabajar, directos al desayuno que empezaba a desfilar, unos cruasanes de chocolate recién hechitos que habíamos comprado al ir a la oficina del club a hacer la salida del barco.
Poco a poco el sol fue apretando y el viento subiendo, y en breve pudimos apagar definitivamente motor y navegar únicamente a vela, rumbo 81º, velocidad 6 nudos, nuestra posición era 38º42,46N 0º 22,80E, algo de escora y toda la tripu haciendo banda. El Libertyenlamar empezaba a lucirse y yo a disfrutar por fin de él.
Acabábamos de hacer el ángelus, así que sería poco más del medio día cuando avistamos una manada de delfines por nuestra amura de Babor, que rápidamente vinieron y se mantuvieron navegando junto
al casco del Libertyenlamar, en la proa, saltando y luciéndose ante nosotros. Todos o casi to
dos en el balcón de proa, silbándoles, en un intento de comunicarnos con ellos, aplaudiéndoles como a los acróbatas en el circo. Fotografías a doquier, video, y sobretodo, caras de alegría e ilusión, que es lo que producen siempre estos extraordinarios animales en toda tripulación a bordo de un barco al que deciden arrimarse. Parece también ser presagio de una buena y bonita travesía, y así lo percibimos.

La siguiente emoción fue divisar tierra, algo más que la intuición de Es Vedrá, ya veíamos perfectamente todo el skyline de Ibiza, no así Formentera, porque al ser más plana se tarda mucho más en divisar. Por nuestra popa empezamos a ver esconderse entre la bruma la península.
Respiré hondo, hacía mucho que no venía a las islas, creo que desde la penosa ruta del Canal del año anterior con la tripulación femenina y ahora me alegraba hacerlo con mi barco y rodeada de una tripulación que me quería.
Como el viento era de

Rápidamente, antes de que desapareciera el sol, nos pusimos nuestros trajes de baño, y los que teníamos, el neopreno, para t

Algo fresquita, pero no tanto como la esperábamos, algunos valientes sin neopreno también se arrojaron, y todos nadamos alrededor del Libertyenlamar. Varias vueltas le di, observándolo embobada, sobretodo su proa, con sus dos ojitos griegos que parece querer hablarte, ha quedado precioso, y elegante y con toda una nueva personalidad.
La noche fondeados fue tranquila, la malísima película de miedo


Seguía soplando W, así que fuimos en un tranquilo largo a vela, a poco más de 4 nudos de viento. No teníamos prisa y apenas 8 millas que recorrer. Helena y Leles en proa, rendían sus cuerpos a Lorenzo y sumergían sus mentes en los libros. Ruben se hizo con el timón poniéndole realmente interés en no perder el rumbo y de paso salir en las fotos que le hacía, como un experto patrón.
La crisis ha acabado con las boyas que había en Espalmador para preservar la posidonia. Nadie que las mantenga las hace inefectivas, pues los navegantes


De vuelta ya en el Libertyenlamar, decidimos poner

El viento se mantenía en unos 6 a 8


Una más que breve parada en la gasolinera para los papeles, que como puerto nuevo que son, hicieron minuciosa y lentamente, antes de asignarnos amarre por unos 80€ casi el doble que Moraira, eso sí, con unos baños nuevos de ensueño en su dársena.
Aprovechamos para ponernos nuestros trajes blancos ibicencos y salir a cenar por Ibiza city. Cogimos la golondri

A la mañana siguiente, según lo acordado, Ferdy se fue a la búsqueda de la cadena para el motor, mientras los demás baldeábamos, cocinábamos y hacíamos nuestros deberes varios, para poder zarpar en cuento el regresara.
Eran cerca de las 13h cuando lo hacíamos. En la bocana un par de vacaciones en el mar aguardaban para entrar. El viento era ahora de unos 15 a 18 nudos, así que salimos con un rizo en la Mayor en un través que fuimos cerrando para pasar los Freus. Varias viradas casi perfectas con tan ya entrenada tripulación, y ojo avizor a las marcas y a las cartas, por la cantidad de bajos de toda esta zona y los Freus, hasta quedar liberados de ellos y poner rumbo a otra pequeña calita que habíamos localizado con resguardo de poniente pero en el lado W de la isla, para ya desde allí emprender la travesía de vuelta esta noche.
A las 15:15h arribamos a Cala Yack 38º50,08N 01º22,70 E, un ermitaño como único observador en la playa. Las más valientes se tiraron e hicieron snorker hasta un lugar próximo ya a tierra donde divisaron un enorme mero. Los demás no nos alejamos del barco, no tenía mucho reguardo y el oleaje nos afectaba, además de un bajo que velaba en proa que hacía que no bajara mi observación y vigilancia al borneo del Libertyenlamar.

Esa tarde no nos perdimos la puesta de sol, en proa, con un Gin salinizados, y el libro de Arturo Pérez Reverte, “los barcos se hunden en tierra”, que me estaba sorprendiendo gratamente. Esa noche con la salida de la luna llena, poco antes de las 22 HRB subiríamos el ancla para poner rumbo a la península de nuevo.

Repartimos las guardias entre las 3 parejas. Sería el estreno de los adolescentes, que ya daban la talla de sobra como válidos tripulantes. Empezaría Manolo y Helena hasta las 03 a.m., le seguiríamos Leles y yo para finalmente acabar Ferdy y Ruben.
Todos lo hicieron fantásticamente, anotando la posición cada hora


Una breve siesta a bordo antes de emprender la carretera de vuelta y poner, ahora sí, el punto final, a una travesía que aunque no fue la planeada fue igualmente maravillosa, disfrutando de buena mar, de buen viento, y de buena gente de mar.
Comentarios