IBIZA Y FORMENTERA PARA DOS CUMPLEAÑOS

Sab 6jul aterrizaba mi avión en Ibiza, el Intrépido me esperaba fondeado en una boya en Cala Ses Salines, 38º50,38'N 1º23,32'E al sur de la isla, soplaba S/SW, pero la previsión era de no mucha intensidad, así que aunque sabíamos que no estaríamos cómodos por el mar que nos entraría, era la mejor opción para recoger al resto de la tripulación y recibir la compra.
Lo primero que hice al bajar del taxi, fue pedirme una coronita bien fría en el hostal Marysal, punto de encuentro que habíamos fijado para todos, incluido Mercadona.
Lo segundo fue llamar a Alex, que en breve apareció con la dingui a recogerme. Llegamos al barco, me puse el bañador y nos fuimos remando con la tabla de paddle para  comer  en Sa Trinxa, uno de los chiringuitos de la playa, un par de ensaladas al ritmo de la fuerte música ibicenca que pinchaba un disjokey, sello irrefutable de la isla.
La recepción de la compra fue toda una odisea, propusimos que la descargara en la vieja Salina que hay al

final de la playa y así poder cargarla en la dingui usando una vieja rampa. Me quedé para acompañar al repartidor mientras Alex se iba con la dingui, pero luego no pude subirme a la furgo porque no podía llevar copiloto, así que me hice el caminito de piedra a pie, agradable paseo si no hubiera sido porque iba descalza!
Dos viajes de dingui necesitamos para descargarlo todo.
Una vez estibado todo en el barco, empezamos a preparar la cenita para recibir a los pasajeros.
Conforme caía el día, aumentaba el viento y con él, la mar, cada vez más olas nos zarandeaban, así que el desembarco de los tripulantes ya entrada la noche, fue algo complicado y también fue muy complicada la adaptación de sus cuerpos al movimiento. Un fondeo con estas condiciones puede marear al más aguerrido marinero, mucho más para dos personas que hacía mucho que no pisaban un  barco. Así que dieron poca cuenta de la cena y sin embargo vaciaron sus estómagos. Yo les acompañé hasta las 2a.m hora en la que conseguí que por fin se atrevieran a  bajar y acostarse.
El viento rugió fuerte toda la noche, los obenques chillaban y las dos amarras que pusimos, para reforzar el amarre, se quejaban en cada envestida que recibían del mar. Todo el barco era una coctelera pero la proa si cabe más. Varias veces salí a comprobar que el Intrépido no se vencía, como les ocurrió a otros dos, que no tenían tripulación a bordo y acabaron embarrancados en la playa.
El domingo amaneció de nuevo nublado y manteniendo ahora el W/SW, aunque ahora F7 había bajado a F6 y la previsión era que bajara a F5 durante el día, para volver a intensificarse por la noche, que se preveía de nuevo fuerte, F7/8 de SE/S/SW. De momento,, en cuanto el capi se levantó, decidimos soltar la boya e
irnos a desayunar a otro lugar más tranquilo. Al hacerlo vimos que la cornamusa de babor había sufrido tanto toda la noche que estaba gravemente herida, parte de la teka de su base había saltado y algún tornillo también. Y la amarra tenia varios sitios a punto de cortar, como si un rodeor hubiera dado cuenta de ella toda la noche.

Cruzamos los Freus y fondeamos al lado Este de Espalmador. Allí en aguas más tranquilas, pudimos darnos un chapuzón y desayunar tranquilamente, antes de volver a cruzar los Freus y entrar en el puerto de la Sabina a recoger a una nueva tripulante y repostar gasoil. Después de todo ello, volvimos a cruzar los Freus para buscar resguardo en cala Raco Des Mares, bajo la mola, en el lado SE, allí hay un alto acantilado que nos protegería del fuerte viento que se esperaba por la noche.

Se lo sugerí a primera hora al capi, pero fue cuando su amigo de la gasolinera se lo confirmó, cuando pusimos rumbo a ella.

El agua tb era turquesa, yo me di varios chapuzones para comprobar el ancla, ya que cambiamos varias veces el fondeo, conforme los barcos se iban al final del día, buscándonos hueco mas cerca de la pared para tener más resguardo. El último ya fue entrada bien la noche, ya que nos dimos cuenta que habíamos garreado un poco y en el borneo nos echábamos encima de una motora azul. Cuando por la borda su armador nos grito "que no íbamos a ninguna parte juntos"! recogimos de nuevo y volvimos a echar, esta vez en el medio de un circulo que casualmente se había formado entre todas las embarcaciones, de manera que cuando borneáramos no le daríamos a ninguna. Habían veleros como nosotros, pero también catamaranes y motoras, y no todos borneamos igual

No obstante, pensamos que sería buena idea hacer turnos de guardia esa noche, y como el resto de la tripu no tenía experiencia propuse y decidimos finalmente, repartírnosla entre nosotros dos, él haría hasta las 3h a.m y yo desde ahí al amanecer. Así que a pesar de que puntualmente a las 24h le cantamos cumpleaños feliz al capi y empezaron a darle regalos, decidí darle el mío al día siguiente e irme a mi camarote. Aunque cuando salí al relevo me encontré con una tranquila noche, de viento muy flojo, aún así me acomode en la bañera, protegiéndome de un puñetero mosquito con

mi pareo y pude así disfrutar de un bonito amanecer.

El lunes 8jul por fin salió soleado. Disfrutamos de la pequeña playita que había junto a una cueva, algunos fueron nadando, otro con la tabla y los demás con la dingui. Aproveché para hacer un poco de yoga y estirar mi dolorosa espalda después de dos malas noches.
Cuando regresamos a bordo y ya que ese día era el cumple del capi, este propuso bajar a comer a tierra. Maribel conocía un rte en playa Mitjor, Sa Platgeta y hacia allí pusimos rumbo, aunque no es buen fondeadero, ya que la playa es muy abierta y tiene un escalón que dificulta la bajada con
la dingui, pero sería solo un par de horas y no dejaríamos de ver al Intrepido.
Así que dimos cuenta de una buena paella y el capi volvió a soplar las velas sobre un postre helado. Unos chupitos de hierbas ibicencas para rematar y de vuelta al barco, para seguir navegando bordeando el Sur de Formentera, pasamos cabo Barbería, cala Saona y acabamos fondeando en la Sabina, frente al mítico Tiburón, donde entre varias dinguis, intentaban sacar otro velero varado, supusimos del temporal del sábado.
Aunque la previsión era NE fue rolando a NW, hasta amanecer W, por lo que el borneo nos había situado junto a las boyas que delimitan la zona de baño. Además habían algunas medusitas, por lo que nos fuimos un poco más adelante, en Illetes a desayunar. Allí el agua turquesa estaba mejor. Y pudimos darnos un chapuzón y tb alejarnos del tráfico de la entrada al Puerto de la Sabina.
Era martes 9jul, mi cumpleaños, y lo empecé recibiendo noticias desde sxm, mi ex había entregado a una
chica de allí toda mi ropa que aún estaba a bordo del Rebeca, borrando así toda mi huella a bordo, aunque necesario, me puso triste, era la prueba definitiva de la conclusión de una etapa muy bonita de mi vida.
Pero fui alegrándome cuando tod@s me felicitaron nada más levantar y el capi me permitió elegir la ruta, me puse al timón y puse rumbo a cala Jondal, que empieza a ser un clásico brindar en el Blue Marlen por mi cumple, y por fin pudimos navegar a vela, ciñendo, durante 2h que duro el cambio de isla. Allí recogeríamos a Ruth, la ultima tripulante. En el embarcadero del rte que hay más a babor de la cala, ya que aún quedaba mucho mar de fondo, del  viento del Sur de estos días y el embarcadero del Blue Marlen era impracticable....!!!
Sople las velas sobre una tortilla de patatas y estuve recibiendo regalos hasta la noche, que por primera vez
no pudimos bajar a tierra a celebrarlo!
Solo me faltó la felicitación del hombre de mi vida, mi hijo, que entre sus vuelos y la visita de su novia, se le fue el santo al cielo, nunca mejor dicho! jajaja y no lo hizo hasta el siguiente día cuando leyó mi post!! Hijos!!!
El miércoles a primera hora, tras  defender Susana, su trabajo de fin de master por skype, subimos el hierro y navegamos un ratito hasta cala Compta. 38º57,68'N 1º13,07'E 

Al sobrepasar la mitica isla de Es Vedra, sacamos velas, y Anabel se fue con la dingui para que Emiliano, fotógrafo profesional, hiciera fotos navegando al Intrepido.!!
Al llegar a cala Compta comprobamos que sus inigualables aguas  turquesas estaban infestadas de las temidas medusas moraditas. Aunque de pequeño tamaño, tienen un filamento largo entre sus patas que utilizan a modo de látigo para defenderse.
Nos bañamos con precaución y hasta bajamos al chiringuito de cala escondida, para tomarnos una cervecita fresquita antes de comer, lugar

auténtico como los de antes.
Pero por la tarde cuando fuí a darme el baño para cambiarme antes de ponernos guapas para volver a bajar al sunset, fui atacada por una de las dichosas medusas que me dejó amargada!! En el chiringuito me ofrecieron un bote enorme de spray lleno de vinagre, señal de que no era la única clienta que llegaba con ese problema!! Alli vimos el primer buen sunset de la semana, ya que las nubes y la orientación de los fondeos antetiores, no lo permitieron. Además nos encontramos con Lesmes, un sevillano que conocimos este invierno en Thailandia y con el que había quedado Maribel.
Menos mal que el Intrepido lleva enfermera a bordo con un botiquín ejemplar, que me suministró los medicamentos necesarios para rebajar los síntomas, aún así fue como llevar un Doberman enganchado en mi corva durante un par de días ! Grrrr

El jueves 11 desperté con tanta medicación a las 10h de la mañana, cuando el capi arrancaba para poner

rumbo a Benirras, la emblemática cala del norte que tiene una roca que

se asemeja a un puño y donde se dan cita los hippys para despedir a nuestro astro Sol cada tarde, además de que alli las puestas de sol son espectaculares y ninguna igual, ni en forma ni en color. Además había leido que al norte no habían llegado las medusas, aunque luego, lamentablemente comprobamos que no era así. Es una cala muy profunda en su centro y por ello de difícil fondeo. Tuvimos suerte y no habían muchos veleros, así que pudimos echar el ancla en un claro de arena y no tocar la poseidonea. La travesía hasta alli fue panorámica, con
todos los acantilados y formas rocosas de la zona NW de Ibiza.
Durante dos dias que se mantuvo el Sur, estuvimos allí fondeados, excursiones en paddle para descubrir una gruta, la de los ojos de serpiente, sunset a ritmo de bongos con los hippys, mercadillo, paellita en rte 2000 y mariscada en el Elements la ultima noche. Para acabar despidiendonos del Intrepido y su armador y ya amigo. 
Al alba del sab 12 desembarcamos en Puerto San Miguel, ahora las 7h de espera en el aeropuerto me han permitido hacer memoria y recordar para escribir todo lo vivido!! Gracias a todos los que me acompañasteis en esta travesia tan especial, donde celebraba mi primer cumpleaños de mi nuevo ciclo!!

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