NAVEGANDO DE NUEVO....

Hola de nuevo Tabernero!!!, sirva Uzte una ronda a tos, que me voy pa el fondo, al final de la barra, que ya va siendo mi sitio preferido y hoy vengo con relato largo que contar a mi cofrades!!! lo del acento es porque estoy a punto de volar a las Canarias, Fuerteventura en concreto, y estoy ensayando un poco.

Bueno, pero antes de ello queria pasar por aqui para contaros mi última semanita navegando por las Baleares, no podía faltar como cada veranito empieza a ser religioso, surcar las olas entre Ibiza y Formentera.....y aunque este año parecia que se hacía de resistir, por pequeñas discrepancias con mi armador favorito, porque todo hay que decirlo, a pesar de todo, no puedo negar que sigue siendo mi favorito, ¡así somos las mujeres! , en fin, que me lio, que os contaba yo que este año como todos, puse rumbo a Ibiza y Formentera, preparé mi bolsa blanda, que empieza a ser mi preferida porque es la que va destinada a navegar....... embauqué a un par de amigas y un amigo y a Vilanova que nos fuimos na y menos, para tener el placer de navegar en el Auripa, un Jeanneau 37, que nervioso nos aguardaba con el resto de la tripulación, y su capi, un yogurcito de veintitantos años, aútentico JASP (Joven Aunque Sobradamente Preparado), en total, 7, mi número de la suerte, desde ese preciso momento supe que todo iría bien.......y mejor que bien fue......

Iniciamos la travesía, que se preveía de 10h más que la habitual desde Denia, pero no me importaba, más tiempo tendría de disfrutar de la mar y de conocer a Auripa....
Empezaron las guardias, la mia era de las primeras, así que acompañé en la primera e hice la segunda.....,la noche, aunque sin luna, estaba clara y nos alumbraba con todo su manto de estrellas, hasta la estela de la vía láctea nos arropaba suavemente. Perdí la cuenta de las estrellas fugaces que pasaron raudaces saludando, tan rápidas que no me dió tiempo de pedir nada a ninguna de ellas, ¡es que no sabes pedir!, decía una de las grumetillas.... Navegabamos a la mediterranea, porque como siempre el viento en el morro!, pero el amanecer no pudo ser mejor, cuando noté mientras echaba una cabezadita en mi camarote, como se paraba el motor, salí rápidamente a cubierta, y efectivamente, había rolao y disfrutábamos de 7 nudos solo a vela, en un largo por la aleta de babor......el capi notó mi emoción y me cedió gentilmente el timón...... navegamos así durante un par de horas, unas cuantas trasluchadas y arrivamos a la cala de Benirras, nunca había llegado a Ibiza por el norte y es realmente preciosa, toda verde y frondosa!.

Finalizado el fondeo, nos dispusimos a poner primer pie en tierra y tomarnos la primera Coronita en el chiringuito de los hippys, lo llamo así porque es el más cutrecillo, a la derecha, solo maderas y cañizo... y ya con el hipo, volvimos con Auripa, no nos fuera a echar de menos....para seguir en su bañera, brindando por la arrivada, bailando y comiendo, y disfrutando de una plácida siesta en proa, que no sé por qué todavía, acabó convirtiéndose en el retiro espiritual de las féminas de la tripulación cada mediodia......para recuperar fuerzas antes de la bajada nocturna a tierra, que además ese día teníamos suerte de ser Domingo y había concentración de hippys tocando los bongos.......así fue, debidamente provisionados bajamos a la caida del sol a tierra, hicimos preciosas fotos y bailamos y bailamos....y algunas hasta tocamos, porque tuve la suerte de poder unirme a ellos con un bongo que alguien amablemente me dejó. Embriagada por la música y el ambiente, casi tuvieron que arrastrarme el resto de la tripulación para hacerme volver.

Al día siguiente, trás el baño diaro, religiosamente solo en pellejo, levamos ancla rumbo a isla Conejera, 15 nudos y de empopada, nuevamente disfruté de las velas y jugué con las orejas de burro, los nuevos grumetillos se empezaban a partir de risa con la nomenclatura marinera y a sacar similes...... a pesar de algún que otro que pasaba de marejado a merejadillo con mucha facilidad, el humor no faltó en ningún momento. Había mucha mar, así que decidimos cobijarnos para comer en Cala Salada, vaya si comimos, cayó una paella de marisco increible! y para terminar, ducha de agua dulce en la playa! todo un lujo! .

Por la tarde pusimos rumbo a Cala Bou, para ver desde el Kumara la puesta de sol, pero una vez allí ganó la opción de la parte masculina de la tripulación y nuevamente levamos ancla para verla desde isla Conejera. De lo que nos alegramos enormemente porque la excursión al Faro, además de divertida por las fotos de paso-pose de la subidita, nos ofreció unas vistas espléndidas de Es Vedrá, lo único malo, fue que amanecimos rodeados de medusas y todos comidos por los mosquitos!!! . El capi y yo decidimos levar ancla antes de que el resto despertara y poner rumbo a Cala Tarida a darnos el baño matutino, allí el agua turquesa nos traicionó y la única pero odiosa medusa que había, atacó a uno de la tripu, salimos todos del agua, como si de la peli de Tiburón se tratara.

Decidimos poner rumbo a Formentera, para disfrutar de verdad de las aguas Turquesas, no sin antes fondear en Espalmador, en el último rinconcito que quedaba, allí nos encontramos con Tope, un Babaria 36 del mismo armador....y cruzamos tripulaciones y martinis, entre chapuzón y chapuzón para acabar con la caida del sol, frente al Tiburón, ese garito precioso que todos los que conocíamos, ansiabamos volver a pisar y los que no, conocerlo por fin. Sin embargo, desgraciadamente como siempre, ha muerto de éxito, apestado de gente, concentrada y minimizadas las copas a una única versión de mojito dispensado en un pequeño kiosquito, nos llevó a la conclusión que no valía ya la pena . Así que lo cambiamos por el Moli de la Sal, y allí nos pusimos las patas de palo a tope de pescadito y vinito.

Al día siguiente, alguien tuvo la genial idea de cambiarnos a Illetes, para desde allí nadar a la orilla, pasear por la playa avistando los monolitos de los deseos que hay en el camino, hasta la zona de los Freuds, donde cruzamos a Espalmador, medio andando, medio nadando, pero estupendo! en tantas veces y nunca lo había hecho! .Una vez allí, entre todos soñamos con lo maravilloso que sería avistar al capi en la zodiac con el aperitivo, y pensat y fet, dos voluntariosos se ofrecieron a trasladar el mensaje en una hora llegaba el susodicho, con una botellita fresquita de Peñascal y el aperitivo, lo confieso, esta vez si que se trataba de pijolandia a tope.
Aquella noche pusimos rumbo a Cala Saona, unos suaves 18 nudos, en un largo, así que hubo quien se estrenó con el timón y le gustó ., al fondear bajamos a remo, ya no nos quedaba ni gasolina en la dingui!, pero quedabamos de unos ecologistas geniales, para compensar fue la penúltima noche, al dia siguiente poniamos rumbo a Tagomago, para después de comer, poner rumbo ya a Vilanova de regreso.

La singladura de regreso se inició cañera, con más de 25 nudos de ceñida, paramos el motor, cogi el timón y le dije al capi que habíamos ganado rápidamente 1 nudo, a 8 nudos solo a vela, partida de risa de la tripu, porque a cambio habíamos perdido 4 tomates, que vieron pasar volando hacia el GPS , los puse a hacer banda y se partian de risa, hasta que la tensión en sus piernas y brazos fueron aflojándoles, pusimos un rizo y recogimos medio Génova, para hacer la travesía nocturna más placentera.
Aún así, el viento no bajó ni varió, fuimos de ceñida rabiosa toda la noche,acompañados de una amenazante tormenta por el través de estribos, aunque al amanecer nos acompañaron los delfines y un tímido sol entre nubes........a las 13 h. U.T.C. arrivamos.

Una vez más, como muestra de las pocas ganas de poner el punto final a la singladura, alargamos nuestra estancia en Barna esa noche, para sufrir juntos el "mar de tierra" por aquello de mal de muchos consuelo de tontos!, y eso es todo amigos!........como alguien dice......el sueño viene después, en tierra, cuando empiezas a recordarlo.