VALES TANTO COMO EL SILLON QUE OCUPAS...

Vales tanto como el sillón que ocupas......esta afirmación la hemos oido un montón de veces, la última vez la oí este fin de semana, cuando alguien intentaba justificar el por qué del distanciamiento entre muchas parejas, en las que ellos evolucionan o mejor dicho quizás, involucionan, con una vertiginosa y exitosa carrera profesional, que les aporta un prestigioso y valioso sillón que les hace creer que son alguien, alguien importante, alguien imprescindible......

Ellas, que no han tenido la misma suerte, quizás porque se han responsabilizado de aquellas tareas que en teoría eran a compartir, acaban siendo seres extraños que no te entienden ni comprenden porque están en otro mundo.......lo curioso es cuando te paras a pensar en ello y dices, ¿y si ocurre eso pero a ella en lugar de a él?, ¿cómo lo llevan ellos?. Evidentemente y rotundamente, mucho, mucho, peor.

Haber, excepciones, haberlas, haylas, como en todo, gracias a Dios, ( o a quien sea!), pero lo cierto es que es mucho más probable, y por experiencia hablo, que lo lleven mucho peor, porque a la lejanía de mundos entonces, hay que sumarle esa envidia machista, que se lleva por desgracia en los genes, o arraigada en esa educacion recibida generación trás generación que nos lleva a una realidad social no deseada.

Dicen que te admiran, pero si el sillón desde el que te miran está como poco a tu misma altura, si está un poco más bajo, entonces empiezan los problemas.

Dos veces van ya, que me han hecho sentir así, culpable por lo conseguido, rechazada por ser envidiada........es el orgullo masculino o insana competitividad?......lo que en un principio les atrae de ti, es lo mismo que luego rechazan......

¿Eres quien crees ser o quien ven los demás que eres?