TRAVESIA A TABARCA CON ALFIL

Aprovechando que trabajaba esta semana en Alicante, se me ocurrió quedarme el fin de semana y navegar con Circe. Pensat y fet, como decimos en Valencia, le envié mis planes de invasión, los cuales aceptó rápida y amablemente. Además de darme la grata sorpresa de que ya tenía su barco nuevo, un Sun Liberty 34, llamado Alfil. No conocía este modelo de barco, pero a priori la coincidencia con mi nick ya me alegraba.........y así nuevamente me encontraba apunto de zarpar! Un día cálido y veraniego amaneció el sábado, con un suave viento de unos 14 a 15 nudos......., Frank también se decidió a subir y nos encontramos con Circe según lo previsto, en el RCR de Alicante a las 10 para soltar amarras y poner rumbo a la isla de Tabarca. En rumbo 180º de ceñida, navegamos buscando la máxima escora, Alfil era noble con las olas cortitas, típicas del mediterráneo y ni un solo pantocazo le hicimos dar. Poco a poco fue subiendo el viento hasta los 20 nudos aproximadamente, pues no llevábamos electrónica, y nos hizo decidir tomar un rizo a la mayor sin bajar la velocidad de 6 a 7 nudos. A pocas millas de la isla, la estructura de popa, cual equipo de AC, empezamos a hacer cábalas sobre las posibles estrategías en caso de que fuéramos en regata con los dos veleros que nos seguían en la misma ruta. Uno al través y otro por la aleta de estribor.... Aunque uno de ellos nos duró poco pues recogió rápidamente todo el trapo, es increíble en cuánto sube el viento, la cantidad de gente que opta por recoger velamen y poner motor, siendo realmente cuando puedes disfrutar de las velas y bailar con Neptuno al ritmo que marca Eolo, ja,ja,ja. Pronto divisamos varios veleros fondeados a resguardo del viento de SW, pero fuera del pequeño puertecito, lo que nos hizo dudar de si sería buen cobijo. Solo un experto como Circe, podría haber hecho el atraque, ya que la entrada al puertecito es complicada y más si quieres pivotar para abarloarte con la proa mirando a la salida de la bocana, pero él la bordó. Al poner pie en tierra, divisamos dos barcos mas de LTP, Velroc en puerto también y Dum-Dum fondeado! Así que nos decidimos a abordarles para comer todos juntos e improvisar una minikdd espontánea! Después de un delicioso arroz con bogavante, dimos un paseo por todo el acantilado de la isla, Circe nos lo iba amenizando con relatos históricos a veces, con leyendas otras, ......inclusive la procedencia de la primera población, al parecer formada por presos de Nápoles! . No es de extrañar pues que abunden los apellidos italianos......... Hacía veinte años que no hacía el recorrido a pie, y a pesar de la inevitable y destructora mano del hombre en muchas construcciones, más de las deseadas, había rincones del acantilado que no habían cambiado absolutamente nada. Con la caída del sol, soltamos amarras y pusimos rumbo a la marina de Alicante. El viento había subido, no llevábamos electrónica, pero debían de ser veintitantos por lo menos. Salimos en un largo por la aleta de babor, solo con el Génova, y supongo que sería porque nos empujaban las olas, que venían a nuestro favor, corre que te pillo, pero no bajamos en ningún momento de 6 a 7 nudos. Mientras Frank se bajo a dormir al bogavante. Circe y yo nos quedamos en la bañera, yo a la rueda intentaba surfear las olas para que no nos mecieran a su son, compartiendo a la vez una agradable conversación, de esas que solo se pueden dar en los entornos de paz que nos proporciona el mar. Al llegar a puerto y realizar el atraque el marinero nos avisó que llevábamos algo enredado en la pala del timón. Tras varios intentos infructuosos de sacarlo, Frank tuvo que ponerse el traje de neopreno y bajar a mirar que era. No era una amarra, era la cincha de la zodiac que se había salido por el imbornal...! Bueno, teníamos que estrenar al buzo que llevábamos a bordo.....j,j,j,j , y así nos despedimos hasta la mañana siguiente en la que puntuales apareceríamos nuevamente en el RCR dispuestos a tomar una nueva dosis de navegar. Nuevamente el día amaneció con viento, más nubes que el día anterior hacían prever quizás algún chubasco, pero finalmente nos libramos de él........y viento tuvimos, pero muy racheado, como en alguna otra ocasión me había encontrado ya allí mismo. En esta ocasión nos invitaron a unirnos como tripulación de un Oceanis 35, el Tunante, un amigo de Circe, próximo cofrade tabernario seguro......Tuvimos viento muy racheado, salimos de la bocana con 18 a 20 nudos que llegó a subir a puntas de 25. Al segundo aviso para irse de orzada, tomamos un rizo a la mayor, arriamos el Génova e izamos la Trinqueta, nunca había navegado con trinqueta, hice los honores y me presenté........cedí la rueda a Frank, gran trimador de velas, e hice de paparachi con un reportaje a la nueva vela, a la tripulación y a la escora, que difícil es pillarla!. Tras una virada y luego una trasluchada, cambiamos de rumbo, para volver a navegar lo navegado, pero esta vez de un través a un largo, amurados por babor. Nos encontramos con otro velero en rumbo de colisión, pero tuvimos que dejarle paso, por ir él amurado a estribor.......también fuimos galantes con un par de pescadores de curri.......hay que ver con lo grande que es el mar y los conflictos que a veces te encuentras....j,j,j,j,.....nuevamente me encontré con las burbujas sin viento, que me recordaron a la singladura de Fallas con el Malta Blue. De repente subía la racha hasta 16 nudos, de repente nos quedábamos con solamente 2 nudos. Al parecer, según los lugareños, es debido al viento terral influido por el barranco de las ovejas.......casi na!. Las obligaciones laborales y familiares empezaron a acudir a las mentes de los tripulantes, así que tuvimos que enfilar la bocana y aplazar una vez mas, nuestra pasión por navegar.........aunque para poner el broche de oro final, acudimos a fotografiarnos con Archibald, el famoso velero con el que el transmundista Queco, ha dado ya un par de vueltas al globo, hummmm, ejemplos que convierten tus sueños en posibles realidades.....