GOLFO DE VALENCIA


Viernes a las 15h llegaba al Libertyenlamar, arranchaba la comida que llevaba y cambiaba mi traje de ejecutiva por mi traje de agua, para soltar amarras rápidamente junto con el Negro Abelardo que me estaba esperando con todo a son de mar. Teníamos que llevar el barco al CN de Canet de Berenguer para hacer la regata del fin de semana, era una interclub, y la línea de salida estaba en Canet.
Hinche los pulmones a la par que el Libertyenlamar hinchaba sus velas y dejábamos atrás a otro pequeño velerito que salía a la vez de la bocana. Como me gusta ver que mi precioso Libertyenlamar avanza ligero y alegre. No se me ocurría mejor manera de empezar un fin de semana. El sol todavía calentaba un poquito, hice un bocatas y comimos mientras el piloto se encargaba de todo.
Y por el camino fuimos comentamos anécdotas marineras, alguna no muy agradable sobre el CNC y su calado, por eso me fui corriendo al libro de puertos y comprobé, 2,5m de sonda ponía, no obstante llamé por teléfono y hablé con ellos, ¡nosotros calabamos 2,40m!. Me confirmaron que no habia problema y que no obstante cuando llegáramos que les llamáramos y nos enviarían un marinero que nos guiara. Así lo hicimos cuando arribamos justo con la caída del sol. Había un canal balizado y lo enfilé muy despacito, a 2 nudos, por el medio y detrás de la zodiac del marinero, pero no había avanzado un metro cuando me quedé parada en seco, ¡habíamos tocado! Di rápidamente atrás, pero nada. Rápidamente Alberto cogió una driza del Spi y le pidió al marinero que nos escorara, pero este prefirió irse a por ayuda. Mientras yo no dejaba de tener el motor atrás e intentar aprovechar las pequeñas olitas para salir atrás. Al final borneamos y en cuanto vi la proa apuntando a mar a dentro, aprovechando otra olita, metí motor avante y salimos, con el corazón paralizado y el estómago encogido, creo que fueron los minutos más largos y angustiosos que he vivido en estos últimos años. ¡Vaya susto!. En cuánto estuvimos libres avisé por radio al CNC que lo había conseguido y que nos íbamos, que desistíamos de la regata. Pero alguien había reconocido a Alberto y el Gerente quería hablar con él. Nos pidió amablemente que participáramos, que volviéramos al día siguiente a la línea de salida y nos enviaría una zodiac para bajar a la reunión de patrones. Podríamos hacer noche en la Marina Juan Carlos I que también participaba, así que pusimos rumbo hacia allí.
Pronto nos invadió la noche, y con ella todo un manto de estrellas y una pequeña cuna de luna. Atentos al tráfico al través del puerto de Sagunto y una vez lo habíamos rebasado, vimos unas luces extrañas, parecía un barco, pero no teníamos clara su dirección, de repente empezó a moverse hacia nosotros, encendió un gran foco blanco y nos dio una vuelta rápida de reconocimiento alumbrándonos velas y casco. Los dos expectantes, vimos que era la patrullera d
e Aduanas. Apagamos la música y comprobamos que la radio estaba en el canal VHF 16 por donde rápidamente nos llamaron por el nombre del barco para preguntarnos de donde veníamos, a donde íbamos y cual era nuestro puerto base. Tras unos minutos de silencio, supongo que de comprobación, nos dijeron que podíamos proseguir que estaba todo ok.
Esta tarde-noche no ganaba para sustos, ¡caramba!, así que preparé un Gin salinizado para digerirlos….jajaja……arribamos a la Marina sobre las 22h, el marinero pretendía dejarnos en la gasolinera pero preferimos irnos a un atraque y al final lo hicimos junto al Tall Ship con el que están rodando la seria de TV “El Barco”, frente a la Escuela Municipal de Vela. Llamamos a Pura y le contamos nuestra odisea, ya que ella nos había ido llamando toda la tarde para ver que tal íbamos. Al final la animamos para que se viniera al salir de la radio y cenamos los 3 juntos, mientras nos relataba las tardes de tensión que también ella había vivido esta semana en las manifestaciones de estudiantes que le había tocado cubrir por estar de turno en la radio.
Citamos tempranito al 4º tripulante, Victor, y zarpamos a las 8:30h para llegar a tiempo a la salida. Había calma chicha, así que fue motorada todo el camino. Al arribar llamamos por teléfono al CNC y nos dijeron que no era necesario ir a la reunión de patrones, que no había ninguna modificación sobre el anuncio. Empezamos a merodear por la línea y a distinguir y saludar a otros barcos amigos, hasta que dieron la salida, sobre las 13h con unos 7 nudos de viento. Por el lado de la boya y con el Illuka a Babor, tomamos la salida, dejándoles rápidamente atrás en nuestra estela. La prueba era ir hasta la Marina JC I, pero como teníamos viento de S/SE, iríamos ciñendo casi a rumbo directo. Antes de llegar a la Marina de la puebla, se nos acercó el November de Pablo Bañó e intentó alcanzarnos por barlovento pero no lo consiguió, dejándose caer finalmente a sotavento. Tras la picada, llamamos al Comité para confirmar donde estaba la línea de meta y nos advirtieron que teníamos que dejar una boya por babor al través de Puebla de Farnals, ¡acabábamos de pasarla! Dije, sin saberlo, porque no habíamos ido a la reunión ni teníamos las instrucciones de regata. ¡Vaya suerte!.
Ibamos súper rápidos, trimamos finamente las velas y fuimos adelantando a toda la flota a unos 7,5 nudos constantes, y entramos eufóricos con los 5 primeros. Un pequeño percance en el atraque con la guía del muerto del Tall Ship del que salimos airosos rápidamente y ya amarraditos, comentamos con los primeros la regata, todos nos felicitaban por el buen tiempo que habíamos hecho. Y nos sorprendían anunciándonos que al día siguiente habría otra prueba de bastones ¡no podía ser! Estaba mal explicado, todo en el anuncio parecía apuntar a la clase platu25 nada más, yo solo había convocado a la tripu para un día. Mañana solo seríamos dos…... Nuestra euforia se fue abajo, y más cuando al acercarnos a la oficina de regatas nos informan que nos habían puesto una protesta, qué casualidad, el November. Porque según él no habíamos tomado la boya de la Pobla, pero yo la había visto y ¡¡ la había dejado por Babor!!....en fin, Pablo el Oficial fue amable y nos dijo que si el Juri lo estimaba nos llamaría.

Una pena estar tan cerca de casa, solo los envenenados como nosotros nos quedamos a bordo…..una visita de un buen amigo que nos llevó a cenar, para terminar colándonos en una fiesta privada en un bar de la Marina. Pero prudentemente nos acostamos prontito para estar frescos al día siguiente. Lo primero, audiencia con el Juri, me dijo Pablo, pero resultó ser Begoña, la directora de la Escuela Municipal de Vela a quien conozco por las clases de Rubén y por ser vieja amiga y compañera de Alberto, así que estuvimos tranquilos. El contrincante se presentó tarde y con un testigo pero simplemente nos informó que no se admitía por estar presentada fuera de plazo y forma, así que todo se quedó en algún que otro comentario desagradable en la reunión de patrones.
Y como no hay mal que por bien no venga, aprovechamos para llorar que no teníamos tripu y nos envió un alumno de la escuela, Borja, que junto con un viejo amigo, Candi, hacíamos una tripulación de solo 4, totalmente insuficiente para unos bastones, pero nos apañaríamos.

Zarpamos junto a toda la flota, buscando al barco del Comité que ya estaba posicionado esperando a toda la flota. La salida no la hicimos muy mal, dentro de los 10 primeros, junto al Corredor, con quien llegamos a la par a la primera boya, pero como siempre, al pasar el off set y tener que iniciar la popa, tardamos mucho en izar el Genaker, hoy nos decidimos directamente por éste, con escasa e inexperta tripulación, y aun así lo liamos al enrollar el Génova, así que al final llegamos a la puerta de sotavento en orejas de burro. La segunda ceñida no iba nada mal, pero nos despistamos con unas coronitas y olvidé por completo que habían informado de cambio de rumbo y volví a dirigirme a la posición inicial de barlovento, cuando nos dimos cuenta toda la flota estaba lejos, ¡oooh!, rectificamos y nos dirigimos a ella velocísimos, pero ya no había nada que hacer, nos habían pasado todos…..grrrr…..
El segundo sotavento ya no teníamos mucho más que perder, así que nos arriesgamos a trasluchar el Genaker, y lo hicimos varias veces con éxito. Cuando finalizamos, había un viento tan estupendo que decidimos seguir navegando hacia el RCNV y dejarlo ya atracadito en su amarre. Así lo hicimos, a casi 8 nudos, dando alcance al Formidable del Comodoro.
Arranchar, baldear, y compartir unos bocatas, mientras comentábamos todo el fin de semana en el que habían sucedido tantas cosas que hubieran cabreado o desanimado a cualquier tripulación, pero allí estábamos nosotros, sonriendo e intentando sacar la mejor moraleja de todo..…
Al final, 9º en la general, de una flota de 40 barcos, tampoco estaba muy mal, y sobretodo, habíamos disfrutado todos del mar y nos íbamos con más ganas si cabe, de aprender de nuestros errores.

Comentarios

Entradas populares de este blog

POR FIN EL CANAL DE PANAMÁ

VOLVIENDO A LAS PITIUSAS CON AMIG@S

CARIBE CON EL MAVERIK