UN NUEVO CUMPLEAÑOS EN LAS PITIUSAS
Siempre he pensado
que una singladura empieza una semana antes, con todos los preparativos, que
para mí, son ya, parte del camino.... En esta ocasión, con la situación
extraordinaria de la pandemia, decidí alquilar un camarote en lugar de un
velero completo y tener que compartir con extraños. Se trataba de un transmundista que conocía únicamente de las redes sociales, y que estaba segura que sería buen
navegante, pero me preocupaba que no tuviéramos buena sintonía. Yo no soy, ni
quiero ser una pasajera, me gusta participar de la navegación, puedo relajarme
en las cosas de la cocina y la logística, pero me gusta y disfruto navegando,
asumiendo por supuesto que él era el armador y capitán, pero me preocupaba que él no sensibilizara con mis ganas de hacer y se sintiera invadido.
Una semana antes le ofrecí mi ayuda sobre la logística, lista de la compra
etc y la rechazó. Un día antes me pregunto si me parecía bien que
nos recogiera en Formentera en lugar de en Ibiza y lo rechace, no me apetecía
coger otro transporte público con el rollo del distanciamiento y las
mascarillas obligatorias. Mire la metereologia, habría SE, no era un buen sitio
Salinas, le ofrecí y sugeri otros fondeos en el lado W de la isla, pero su
respuesta fue de nuevo la misma, que no me pre-ocupara, que eso ya lo hacía el. Estos
preliminares eran los que me hacían intuir que lo único preocupante sería
conseguir hacer equipo con él.
Nuestro avión aterrizó a las 10:40h a las 11h ya estábamos en la playa
de la Salinas, (l 38º50,34'N L 1º22,97'E) donde finalmente nos dijo que sería el embarque, aunque soplaba
SE, era flojito, no más de F3/4, a las 12:45h nos recogería entre el Beso y el
Malibu, dos Beach club de esa cala. Nos quitamos las bermudas y quedamos en
bañador en las duchas previas a la pasarela de la playa, junto al Hostal Sol y
Mar. Que diferencia con respecto a la misma fecha el año pasado, donde ya me
tome mi primera Coronita, este año estaba sin montar la terraza. El Beso no
habia abierto, así que fue en el Malibu donde hicimos tiempo, Ruben se tomo un
zumo de tomate natural y yo un par de coronitas. 5 minutos antes de lo acordado
estaba ya con la dingui fondeado en el canal establecido en la playa para ello.
Como nos había advertido, tomamos nuestro primer baño, ya que el agua nos
llegaba a la cintura y teníamos que llevar nuestras bolsas blandas en alto para
evitar mojarlas. La segunda prueba era subir a bordo, no estaba puesta la
escalera y había que hacerlo por la aleta, impulsándose para superar el franco
bordo bastante alto de su barco. Se
trataba de un Peterson 44 con bañera central, Génova y Trinqueta, aunque esta
última la llevaba inutilizada, para que nosotros pudiéramos ocupar cómodamente
el camarote de proa.
Una vez a bordo, nos dio varias indicaciones sobre el barco y la
navegación, nos enseñó nuestro camarote y baño y ya entonces intentó poner los
puntos sobre las íes, respecto a los últimos Whatsapp. Dejándome claro
expresamente que solo podía haber un capitán a bordo, y que si quería ser yo el
se limitaría a llevarme a donde yo indicara. Por supuesto le dije que lo tenía
clarísimo que estaba en su barco y él era El Capitán pero que por favor tuviera
en cuenta que quería participar de la navegación, y no me gustaba ir de estatua
de sal.
Toda mi vida me han dicho que entro fácilmente al trapo. Aún hoy en
día al parecer, sigo haciéndolo, el debió de darse cuenta rápidamente de ello
porque esa fue su posición y yo caía una y otra vez.
Nos ofreció una bebida fresca y nos preparó la comida, arroz con
bacalao, y en cuanto terminamos de comer, propuso levantar el fondeo, ya que
allí no teníamos resguardo para pasar la noche y cruzar en frente, a
Formentera, y fondear en Illetes. (l 38º 47,38'N L 1º24,12'E) Perfecto, le respondí. Nos preparamos para la
maniobra y el nos fue explicando todo. Su barco no es de serie, así que tiene
sus particularidades y casuistica, además de su particular forma de hacer las
cosas, como fuí percatándome en los días sucesivos.
La maniobra del fondeo, cadena, molinete con embrague y freno etc, se
lo explicó con detalle y precisión a Ruben, haciéndole implícitamente el
encargado de ello, desde ese momento.
A mí me asignó el timón, me explicó cómo se encendía el motor, lo hice
siguiendo sus indicaciones. Me dijo que el gas era la palanca de la derecha de
la bitácora, pero dándole al revés, y la palanca de la izquierda eran las
marchas, avante (para delante), punto muerto(en el medio) y marcha atrás, (para
atrás), pero no lo probé, para tener la seguridad de tener localizados los tres
puntos. Más tarde nos dimos cuenta de lo importante que hubiera sido. Así,
siguiendo sus indicaciones, salimos poco a poco, dejando atrás Cala Salinas, me cedió el timón para que me aprobara y
entre el y Ruben, subieron Mayor y sacaron Génova y empezamos a navegar a vela
ciñendo, y dando bordos para ir esquivando los ferrys y otros veleros del canal
de cruce que hay entre ambas islas y los Freuds, siempre muy transitado. Me
sentía feliz, intentaba inchar los pulmones de brisa marina y cogerle el tacto
al barco, cada uno es distinto y cada timón también. Pasamos entre Espalmador y
dejando a Er la islita pequeña, entramos directos a Illetes. Empezamos el fondeo, con sus
indicaciones recogimos velas y arrancamos motor, seguí fielmente sus
indicaciones pero estaba tan pendiente de ello y él de que nosotros las
siguiéramos, que todos nos olvidamos de la dingui y de acortar el cabo con el
que la llevábamos largada por popa. Por lo que al darle atrás para ayudar a
clavar el ancla, nos la tragamos y cuando el capi me gritó, “pon punto muerto
deprisa” yo puse la palanca en la vertical y ese no era el punto medio, sino
aún la reversa como dijo el, total que acabó parándose, el lío era tremendo. Me
quería morir, era el típico error del principiante, el se tiró rápidamente con
cuchillo en mano para cortarlo, pero no fue fácil. Le pedí perdón, aunque el no
me culpó sino que se arrepintió de haberme dejado hacer la maniobra, no sé qué
era peor.
Una vez solucionado y comprobado que el motor arrancaba y todo estaba
ok, nos relajamos para ver
el sunset. Sacamos nuestras hamacas, traídas para
dicho cometido en nuestras maletas y las colgamos en la popa, ya que yo lo
había hecho de la botavara, como siempre lo había hecho en mis veleros, pero
a él no le parecía buena idea. Así que la cambie, y con una copita que
amablemente nos preparó, despedimos a Lorenzo hasta que la isla de Es Vedra,
nos lo tapó, en ese momento nos giramos hacia la banda de Babor y vimos salir
una tremenda Luna Llena, era un espectáculo el conjunto de colores del momento y quizás con

un gran angular los hubiéramos podido fotografiar a ambos con el barco en medio.
Nos habíamos pegado un chapuzón y aseado para ponernos ropa limpia
para dormir antes del sunset, así que tras la cena que nos preparó el capi,
ensalada de pasta y algo de tertulia para ir conociéndonos, nos retiramos a
dormir, aunque yo no lo hice mucho, siempre que navego me ocurre y no porque no
me sintiera segura, el fondeo era bueno, en arenita y la previsión era de
SW/SE.
En cuanto empezó a amanecer me levanté y vi salir el sol, hice un poco
de yoga y meditación y me di mi habitual baño en pellejillo, nadando alrededor
del barco.
Aún no había terminado cuando se levantó el capi y me propuso cambiar
el fondeo antes de desayunar a Cala Saona, ( l 38º 48,23'N L 1º20,48'E) unas 6 millas que haríamos a motor,
para así librarnos del zarandeo de las olas que hacen los ferrys que cruzan de
una isla a otra. Perfecto le respondí y nos pusimos a ello. Saona es una cala
preciosa de aguas también turquesas y además hay un pequeño súper de un hotel
donde pensé que podría comprar algo de picoteo para el angelus, el TI a bordo
incluía desayuno, comida y cena, pero no esas cosas. Así que bajamos con la
dingui y de paso también la basura, pues habían pasado unos chavales ofreciéndonos
el servicio de recogida de ésta pero les dije que no, nunca hubiera pensado que
este capi transmundista iba a contratar un servicio así. Como empezaron a
romper olas en la orilla el capi se volvió antes y nos espero en la dingui. Al
bajar nos había explicado todo el procedimiento para arrancar la dingui, y al
subir a bordo a la vuelta nos lo preguntó y aunque lo hicimos todo bien, ni mi
hijo ni yo fuimos capaces de arrancarle, era un 4 tiempos no recuerdo de cuantos CV, así que no creo que nos lo deje solos.
Por la tarde, tras comer, y hamaquear un rato, pillamos nuestros
aparejos de snorkel y nos fuimos a
pasear un rato, yo neopreno incluido por mi
miedo a las medusas, tras la picadura que sufrí el año pasado. Nos dirigimos a
la zona rocosa de la orilla y nos sorprendió ver tanta vida, bancos de
parguitos y teñidos de punta negra y hasta una morena, de esas de cabeza
pequeña pero cuerpo plano, ancho y amarillo con pintas, la primera que veo
aquí, solo por ello valió la pena el paseo¡
Luego, les propuse invitarles a un mojito en el garito del árbol.
Ahora ya tenía toda una estructura de madera alrededor, pero para lo que solía
concentrarse aquí de barcos y gente para la puesta de sol, estaba
despejadisimo, 3 dingui más en la playa solamente y hasta unos tronquitos
libres para ver
el sunset. Eso sí, los precios los mantienen, a casi 10€ por
Mojito.
Esa noche una tremenda luna naranja nos sorprendió por proa, mientras
el capi preparaba la cena. Propusimos ver una peli, ya que la proximidad a la
costa nos permitía tener cobertura suficiente y nuestra disponibilidad
ilimitada de datos nos lo permitía, así que eligió Ruben. Jumangi II, sin
embargo a la media hora, cuando el capi dijo que quería irse a dormir, nos
trasladamos al camarote, pero yo me quedé frita isofacta, asi que la acabaremos
otro día y la verdad es que este viaje no está dando para ver pelis, porque al
capi le va la tertulia y cuando llegamos al camarote prefiero leer un rato.
Al día siguiente decidimos quedarnos también en Formentera, pero
acercarnos a la Sabina para que el capi pudiera ir al súper.
Le vi que preparaba toda la maniobra y no me hacía participe, no había
arrancado motor, en su lugar saco una puntita de Genova por Babor y se fue a
subir la cadena, yo me puse al timón sin preguntarle y se cabreo, porque
presupuse que quería salir amurado a Er y justo quería hacer todo lo
contrario, ello me llevo otra bronca y me quito el timón. Aunque le pedí
disculpas, también le repetí que quería que me hiciera participe de la
navegación que no había venido a que me paseara, pero me dijo que era su barco
y él era El Capitán , así que cuando volví a pedírselo me dijo un rotundo NO.
Que me atravesó el alma, me hubiera gustado responderle que yo era la cliente,
pero me calle y me fui a la hamaca, y tras un buen rato de meditación decidí hacer
uso de toda la sabiduría adquirida en mis clases de Inteligencia Emocional y
pasar de todo, lo que yo llamo ponerme “en modo rubia”. Había muy poquito viento
de SW así que íbamos solo con Génova muy despacio. Teníamos que sobrepasar
punta de Sa Gavina y pretendía fondear en la Ensenada del Cabrito pero fuera de
la zona de boyas, por allí había acceso con la dingui al lago y llegar más cerca al súper, pero cuando nos
aproximamos vio que era imposible, que no había arena, así que rectificó y solo
con Génova y muy despacio, se puso rumbo a la playa la Sabina, (l 38º44,79'N L 1º 25,02'E) junto al puerto,
el único problema es que hay que cruzar la línea de tráfico de los ferrys que
unen Ibiza/Formentera todo el día, así que finalmente arrancó un poco motor
para hacer el fondeo a Er del Tiburón, un legendario garito de playa donde he
despedido muchas
veces el día años atrás. Por lo tanto las olas y el movimiento
es constante, pero el agua es también turquesa y estábamos cerquita del puerto
para ir con la dingui por la tarde, nosotros aprovechamos para darnos un paseo
y comprarme unos regalitos para mí cumple y tomarnos algo en Amarre32 del club
náutico, que es de los más económicos del lugar…
A la vuelta ya había terminado el capi y nos volvimos al barco para ver
el Sunset. No había mucha gente ni muchos barcos, comparados con otros años
pero ni se me ocurrió bajar al Tiburón, un clásico de la Sabina, porque
últimamente se lo quedaron los de Pacha y era intocable.
Así que disfrutamos de una copita que nos preparó a bordo mientras
despedíamos a Lorenzo, hoy, tras una marca de balizamiento del canal de entrada
del puerto y Es Vedra al fondo. Y mientras lo esperábamos tuvimos una pequeña
conversación sobre lo que había pasado antes y me quedó claro que no había nada
que hacer, era un problema de nuestras mentes egoícas, así que le agradecí que
hubiera querido hablarlo en plan “son de paz” y me reafirme en mi decisión
anterior, es lo que había.
No obstante, estuvimos comentando meteorología y la ruta que queríamos
hacer al día siguiente e incluso me baje una nueva app que el me recomendó
Navity, que te da información sobre las calas, respecto a la protección que te
dan, el tipo de tenedero, los distintos servicios con los que cuenta, etc
Al día siguiente, según lo acordado y después de mi ritual matutino,
yoga + meditación + baño, nos dispusimos a levantar el fondeo, dijo que iba a
salir a la francesa, me ofrecí a sus ordenes pero me
respondió que me limitara
a observar. A Ruben le envió a proa a levantar la cadena con instrucciones
específicas de cómo hacerlo para ir subiéndola poco a poco de manera que el
que había metido el timón a Babor
consiguiera que el barco fuera atrás en lugar de coger arrancada
avante y así fue, en cuanto la proa empezó a caer a Er el se apresuró a sacar
todo el Génova y salir despacio y silenciosamente por la popa del velero que
teníamos por nuestro Er.
Entonces me pasó el timón. Yo me senté, delante de él, en postura de
medio loto y me dispuse a sentirlo, ya que no tenía ninguna visibilidad con el
anti rociones, tal y como el me había sugerido el día anterior. Y así fue, puso
música chill out de fondo y me concentré en sentirlo, a penas lo tocaba, de vez
en cuando levemente un punto a Er o Br, así fui manteniendo el rumbo a 300 grados
que habíamos marcado sobre el Navionics, para intentar dejar Es Vedra por Er,
eran unas 13 millas pero como nuestra velocidad oscilaba entre 2,5 y 3,5 nudos,
era muy relajante, únicamente debía pensar en las preferencias de los veleros
que nos cruzaban la proa….cuando estábamos a mitad y sin tanto resguardo ya de
Formentera, el viento empezó a rolar hacia Br y el capi decidio sacar la Mayor,
para ello nos dio las indicaciones para que pudiéramos hacerlo sin recoger
Genova ni aproarnos, se trataba de abrir la botavara para que esta quedara
aproada y yo orce un poquito para que la vela subiera aproada, y asi fue, sin
ningún problema. Una vez arriba la dejamos abierta por la banda de Er, con una retenida, que el
hace utilizando la contra, haciéndola firme en la polea del barber que tiene en
la regala. Pero como el viento era inestable de la aleta de Br a popa, la
Mayor nos desventa bastante el Genova, así que decide poner orejas de burro,
dejando la Mayor en la banda de Er y pasando el Génova a Br con su escota en la
mano para ir cazando o amoyando segun flamee. Todo lo hace el en modo
demostrativo y acto seguido pide a Ruben que le releve ya que yo soy muy bajita
y no veo por encima del anti rociones, yo creo que lo hubiera llevado sin ver pero
me quedé con las ganas de probarlo, aunque me alegre por Ruben que le sirve de
practica. El ha hecho muy buenas migas con mi hijo, porque lo tiene como pupilo
y a mi me alegra que así sea y vaya adquiriendo mas conocimientos y
experiencia, así que todo está bien, a mi me pide que estudie la carta para
decidir cual es el mejor fondeo para comer, ya que la idea era intentar llegar
al norte, a Benirras. Pero yo creo que aunque a orejas de burro hemos subido la
velocidad a 5kn, va a ser muchas horas mas de navegación por la tarde, así que
fondeamos en Cala Moli, (l 38º 51,36'N L 1º 14,35' E) una pequeñita cala donde solo habian pequeñas motoras
en boyas de locales y un pequeño velero de unos 20ft,
chapuzón mientras el prepara
la comida y luego preferimos finalmente hacer snorkel que volver a navegar,
ademas ha contactado con Ruben un amigo suyo diciéndole que esta con su novia
en Cala Tarida, por lo que después
cambiamos el fondeo a ella, que esta a menos de 1milla y vimos un precioso
sunset, viendo como el sol juega a esconderse por la pequeña isla de Espartel.
Hoy no nos queda hielo, así que sustituimos el Gin Tonic por un
vinito
blanco muy frio que nos ayudaria a alargar la tertulia hasta la media noche,
hablando de los amigos transmundistas de San Blas que tenemos en común, es
curioso lo grande que es el planeta y lo pequeño que parece a veces el mundo de
la vela, nos conocemos muchos, el Riojano, la parejita de brasileños y hasta
los italianos….y no coincidimos con él por unos escasos meses!
Al día siguiente no había previsto a penas viento y el con motor no
quiere navegar, así que los planes era hacer unas escasas 4 millas hasta cala Comte. ( l 38º 58,76'N L 1º 13,50' E) Le dije que había un paso poco profundo entre isla
conejera e isla del Bosc, que si se atrevía a pasar, ademas del navionics yo
conocia la enfilación con la torre del Kumara. Me dijo, "ya veremos", pero yo
sabía que lo intentaria, habia dicho las palabras mágicas! Pidió a Ruben que se
fuera a proa a levantar el fondeo y él se puso al timón, hoy ya no le dije
nada, ni que estaba a sus ordenes ni nada, el ya lo sabia y no hizo uso de
ello, fue mirando el navionics y en el último momento le pidió a Ruben que se
fuera a proa por si veía una roca que sobresalía o algo y paso de mi
enfilacion, o eso me dijo, que había utilizado su intuición, pero lo cierto es
que la clavó, nunca sabré lo que fue por que cometí el error de decírsela, en fin, lo importante es que lo pasamos sin problemas.
Justo terminamos el
fondeo a la hora del ángelus, habia tenido el detalle de comprarme coronitas en el super de
formentera, y ya sabia lo de mi tradicion a la hora del ángelus 12 p.m, nos saco las papas y frutos secos
que habiamos comprado y una coca-cola Ruben y cumplimos una vez más con tan gratificante constumbre.
Un chapuzón rápido
para que no se calentaran las bebidas y hamaquear un rato con mi hijo, mientras observabamos
las maniobras de unos y otros en el fondeo, deporte habitual entre navegantes.
Asi como las de las distintas motoras pequeñas de alquiler que llegan
con gente inexperta sin ninguna titulacion “rent me, no license required “ y
que conducen como si fuera un coche, sin tener en cuenta el abatimiento ni la
arrancada! Todo un espectáculo.
Y para rematar la escena, un yatazo llamado THUMBER, de 130ft,
41m de eslora y 3 alturas. Bajaron de él en una semirigida, varios individuos
ya granaos que nos dejaron una estela de perfume caro al pasar por al lado de
nuestro velero rumbo a la playa y al cabo de 1h más o menos volvían pero detrás
de ellos otra dingui repleta de chicas jovencísimas y un par de maromos, que
debían de ser sus chulos. Blanco y en botella, habría fiesta a bordo y
efectivamente, son las 22h y siguen de fiesta. En internet hemos visto que es
un barco de charter que cuesta 155.000€ la semana + gastos, casi na!
Después de una agradabilisima meditación con final de siesta de mas de
1h en la hamaca, nos fuimos a hacer un rato de snorkel a las piedras que
separan Cala Escondida de cala Comte, en la que estamos. Aunque solo hemos
visto un banco de parguitos. A la vuelta cervecita y llamada de un buen amigo,
mientras el capi esta pensando y acaba cambiando el fondeo, ya que un
catamarán se puso muy cerca de nosotros. Pide ayuda a Ruben en la proa y él al
timón, por supuesto no me pide que participe, hoy no lo he hecho en ningún
momento. Me dijo, poco a poco, no me presiones, pero hoy no he dicho nada y
ayer tampoco y vamos a menos, es decir, a nada. Así que sigo respirando hondo,
y echándole paciencia, pero ciertamente lamento que no me avisara y hubiera
desistido de venir, pues no me gusta que me pasen, me gusta participar. Y ya
se que la cagué el primer día, pero son mis vacaciones y he pagado por una
semana de navegación y no de paseo….en fin, no me quiero cabrear así que
propongo bajar a ver el sunset en el bar “el pirata” escondido tras los garajes
de cala escondida, él nos baja pero no se queda, se vuelve al velero y acordamos
que viene al terminar él sunset, con la mala pata de que una nube nos lo
estropea hoy. Pero bueno, la vista es muy bonita desde ese bar y está a tope de
gente, incluso en la playa, muy buen ambiente.
Cuando volvemos al velero sigue la fiesta en el yate, ahora incluso
oímos la música desde aquí. Nos tenemos que dar la ducha dulce para dormir y
aligeramos para no pasar frio, hoy me viene de perlas el chandal de algodón que
me he traido. Después de la cenita y una tertulia con el capi en la que nos
relata como llego este barco a sus manos, nos retiramos a nuestros camarotes,
el viento ya se ha establecido de E/NE y con bastante intensidad, yo diría que
tenemos F5/6, las drizas se oyen golpear el palo en su interior y como es
pasante resuena en el living, toca cerrar puerta del camarote para poder
dormir. Mañana será otro día, el día de mi cumpleaños!
Despierto al alba como cada día, me asomo por la escotilla y todo está
tranquilo en el fondeo aunque mis tripas
me obligan a levantarme, como cada día, decido cambiar mi rutina de hoy y
volverme a la cama, para eso es mi cumpleaños, para hacer todo lo que me de la
gana y me dejen, claro! Una hora después, el rugir del viento en la jarcia y el
movimiento del barco me despiertan, se esta cumpliendo la meteo en cuanto a
dirección, aunque no se esperaba tanta intensidad desde tan pronto.
Mi hijo despierta también y recibo mi primera felicitación, de la
persona que más quiero en el mundo, no está nada mal, hasta consigo un abracito
y unos cuantos besitos, un gran regalo por su parte, que tanto le cuesta
demostrar afecto.
Salimos a cubierta y nos ponemos a recoger toda la ropa de los
guardamancebos, una toalla estaba a puntito de salir volando, encima era de las
del barco, uf menos mal que la hemos pillado a tiempo.
Descolgamos también las hamacas y al poquito se levanta el capi y empieza a preparar el desayuno. El catamarán que teníamos a Er levanta el fondeo y se cambia mas próximo a tierra para tener mas resguardo pero esta rarito, viene muy racheado, hemos dado una vuelta de 360°, por lo menos ha salido el sol, parece que Eolo y Lorenzo no quieren perderse mi cumpleaños, jajaja. Finalmente el capi decide que levantemos el fondeo y nos dirigimos hacia Cala Bassa ( l 38º 57,38'N L 1º 13,17'E) para hacer allí el ángelus hasta ver si se establece la meteo según el NE previsto. Y como era mi cumple me dijo que quería y le pedi el timón, y no tuvo corazón para negarmelo, así que lo lleve aunque solo a motor, hasta cala Bassa. Habian bastantes barcos y poca zona de arena, asi que hicimos cuatro fotos, nos tomamos el ángelus y nos fuimos justo cuando daba el role y empezaba a soplar el Norte y nos quedabamos sin resguardo. Nuevamente a motor hicimos el paso entre conejera y la isla del bosque. Había bastante viento, pero considero que no valía la pena sacar velas para 2,5 millas, pusimos rumbo hacia las calas del sur después de cala Escondida, la primera fue la de Sa Figueres de Bordo, nunca había fondeado allí, pero me encanto, solo un par de garajes ibicencos en la roca y una motora pequeña al fondo, no tenia playa pero muchas rocas que antojaban que el snorkel quizás seria interesante. Así que después de comer, que hoy como dia especial que era, el capi nos puso langostinos,

sandia de postre y un chupito de licor de cafe para rematar. Y después de la siesta nos fuimos a pasear por las rocas Ruben y yo y volvimos a ver una morena, que salia de su cueva y se contoneaba sigilosamente desplegando su largo cuerpo amarillo de pintas negras.
Descolgamos también las hamacas y al poquito se levanta el capi y empieza a preparar el desayuno. El catamarán que teníamos a Er levanta el fondeo y se cambia mas próximo a tierra para tener mas resguardo pero esta rarito, viene muy racheado, hemos dado una vuelta de 360°, por lo menos ha salido el sol, parece que Eolo y Lorenzo no quieren perderse mi cumpleaños, jajaja. Finalmente el capi decide que levantemos el fondeo y nos dirigimos hacia Cala Bassa ( l 38º 57,38'N L 1º 13,17'E) para hacer allí el ángelus hasta ver si se establece la meteo según el NE previsto. Y como era mi cumple me dijo que quería y le pedi el timón, y no tuvo corazón para negarmelo, así que lo lleve aunque solo a motor, hasta cala Bassa. Habian bastantes barcos y poca zona de arena, asi que hicimos cuatro fotos, nos tomamos el ángelus y nos fuimos justo cuando daba el role y empezaba a soplar el Norte y nos quedabamos sin resguardo. Nuevamente a motor hicimos el paso entre conejera y la isla del bosque. Había bastante viento, pero considero que no valía la pena sacar velas para 2,5 millas, pusimos rumbo hacia las calas del sur después de cala Escondida, la primera fue la de Sa Figueres de Bordo, nunca había fondeado allí, pero me encanto, solo un par de garajes ibicencos en la roca y una motora pequeña al fondo, no tenia playa pero muchas rocas que antojaban que el snorkel quizás seria interesante. Así que después de comer, que hoy como dia especial que era, el capi nos puso langostinos,

sandia de postre y un chupito de licor de cafe para rematar. Y después de la siesta nos fuimos a pasear por las rocas Ruben y yo y volvimos a ver una morena, que salia de su cueva y se contoneaba sigilosamente desplegando su largo cuerpo amarillo de pintas negras.
Para pasar la noche teníamos que cambiar el fondeo porque ese no era
muy amplio ni seguro según rolara, cala Tarida era la mas cercana y segura, así que llamé a un buen restaurante que hay en ella, ibicenco, Ses Eufabies, y
reserve para cenar, aunque tenia que ser en el primer turno, así que en
cuanto terminamos la maniobra nos hicimos nuestra ducha salada y dulce en cubierta y me puse guapa. El capi hasta se puso unos vaqueros largos para el evento!. Pulpito, sardinas y calamares a la plancha con un vinito blanco ecológico de ibiza y una pequeña tarta de queso y arándanos donde clave mis velas y sople pensando en mi sueño.
cuanto terminamos la maniobra nos hicimos nuestra ducha salada y dulce en cubierta y me puse guapa. El capi hasta se puso unos vaqueros largos para el evento!. Pulpito, sardinas y calamares a la plancha con un vinito blanco ecológico de ibiza y una pequeña tarta de queso y arándanos donde clave mis velas y sople pensando en mi sueño.
Ya de vuelta al barco, le pedí un Gin tonic al capi para rematar el dia mientras contestaba al montón de Whatsapp que había recibido de felicitación y que tanto agradecí porque me hicieron sentir arropada por gente que me quiere y aprecia.
Y así llego un nuevo día, la noche fue plácida, ni el viento ni la
lluvia prevista hicieron presencia, y como venia haciendo ya un par de días,
cuando despertaba al alba y tras aliviar mis impacientes tripas, me volví al
camarote para retozar un par de horas más. Pero ya a las nueve no aguantaba
mas, el ya se había levantado, me fui a proa a realizar mi tabla de yoga y
meditación, mientras oía el canto de un gallo y recordaba a los amaneceres
caribeños. Y luego me distraían de la meditación un barco que llegaba al fondeo
de PM cargadito de chavales veinteañeros con no mucha experiencia, pero sin duda
con valor y ganas de pasarlo bien.
Me tiré en pellejillo y nade alrededor del barco mientras me
observaban, no iba a prescindir de mi baño matinero por ellos. Al poquito se
levantó Ruben y el capi nos deleitó con una Omelet como cada mañana, las vamos
a echar de menos. Antes de que fuera mas tarde, decidió levantar el fondeo,
justo cuando se oteaba un negrito feo que nos llegaba por el sur y que
sospechabamos nos traeria viento y quizás lluvia, de los que nos habíamos
librado hasta ahora. Con ayuda de Ruben subió el hierro y saco Génova, yo me
fui al balcón de proa, segura ya y asumido que no iba a participar. Es un sitio
fantástico con unas vistas increibles de todo el barco y más con la vela fuera. Aunque duro poco el viento del sur que seguro era del negrito avistado, asi que recogieron pronto y solo a motor se dirigió al paso, pero justo unos minutos antes, se apagó la electrónica, el motor seguía funcionando pero era probable que si lo apagaba no arrancaría. Por que teníamos que entrar hacia la bahia de san antonio a buscar ayuda, empezó a pensar en quien podría ayudarle, llamó o contactó con varios amigos pero no se hizo con nadie, fui yo quien finalmente me acordé de mi amigo JC y se lo ofreci, le whatsaapee y en breve ya estábamos hablando con él , enviándole fotos y finalmente haciendo lo que él le dijo, echándole un spray para la humedad, volvió a funcionar. Mientras me dejó a mi al timón, y Ruben con el libro de instrucciones al lado también intento echarle una mano. Arrumbamos a Cap Blanc, ya que en la bahia junto al CN este año tampoco se puede, asi que fondeamos en el Rincón del Moro, ( l 39º 1,29' N L 1º 9,51'E) una pequeña calita aunque pegada ya a los edificios de apartamentos de san antonio, habian varios veleritos y casi casi me dejó hacer toda la maniobra del fondeo, me quitó el timón en el último momento pero simpáticamente, cuando había que empezar a jugar con la palanca del gas y las marchas del motor diciendo “anda déjame que a este cabroncete le conozco yo mejor” y después de lo que habia pasado no iba a forzar la maquina, además suavemente me dijo:
-“aunque creo que eres muy fina”
- " y eso que no me has dejado que te lo muestre” le respondi,
pero de buen rollito, a estas alturas ya he aprendido a llevarme bien con él. El ambiente olía ya a final. Me confesó que le había encantado mi hijo y el sunset esa tarde fue espectacular, a Er de Conejera despedimos a un rojizo Lorenzo. No hubo tertulia y a la mañana siguiente no me entretuve con el yoga ni la natación, porque aunque en un principio nos dijo que nos podíamos quedar a bordo con él hasta que fuera al naútico a cargar agua y así nos desembarcábamos allí, luego cambio de opinión y tuvimos que dejar el barco puntualmente a las 9h según lo ecordado, así que andamos unos 2km por el paseo marítimo
que bordea el acantilado hasta llegar a San Antonio city donde nos dimos un homenaje en la Taberna de Rita para rematar el viaje. Por pelos no vimos a un amigo que justo llegaba cuando pillábamos el taxi y que nos hubiera acercado al aeropuerto. Bueno las cosas son y suceden como tienen que suceder, eso me ha quedado claro y tengo que hacer más caso a mi intuición porque no se ha equivocado ni un pelo.
fantástico con unas vistas increibles de todo el barco y más con la vela fuera. Aunque duro poco el viento del sur que seguro era del negrito avistado, asi que recogieron pronto y solo a motor se dirigió al paso, pero justo unos minutos antes, se apagó la electrónica, el motor seguía funcionando pero era probable que si lo apagaba no arrancaría. Por que teníamos que entrar hacia la bahia de san antonio a buscar ayuda, empezó a pensar en quien podría ayudarle, llamó o contactó con varios amigos pero no se hizo con nadie, fui yo quien finalmente me acordé de mi amigo JC y se lo ofreci, le whatsaapee y en breve ya estábamos hablando con él , enviándole fotos y finalmente haciendo lo que él le dijo, echándole un spray para la humedad, volvió a funcionar. Mientras me dejó a mi al timón, y Ruben con el libro de instrucciones al lado también intento echarle una mano. Arrumbamos a Cap Blanc, ya que en la bahia junto al CN este año tampoco se puede, asi que fondeamos en el Rincón del Moro, ( l 39º 1,29' N L 1º 9,51'E) una pequeña calita aunque pegada ya a los edificios de apartamentos de san antonio, habian varios veleritos y casi casi me dejó hacer toda la maniobra del fondeo, me quitó el timón en el último momento pero simpáticamente, cuando había que empezar a jugar con la palanca del gas y las marchas del motor diciendo “anda déjame que a este cabroncete le conozco yo mejor” y después de lo que habia pasado no iba a forzar la maquina, además suavemente me dijo:
-“aunque creo que eres muy fina”
- " y eso que no me has dejado que te lo muestre” le respondi,
pero de buen rollito, a estas alturas ya he aprendido a llevarme bien con él. El ambiente olía ya a final. Me confesó que le había encantado mi hijo y el sunset esa tarde fue espectacular, a Er de Conejera despedimos a un rojizo Lorenzo. No hubo tertulia y a la mañana siguiente no me entretuve con el yoga ni la natación, porque aunque en un principio nos dijo que nos podíamos quedar a bordo con él hasta que fuera al naútico a cargar agua y así nos desembarcábamos allí, luego cambio de opinión y tuvimos que dejar el barco puntualmente a las 9h según lo ecordado, así que andamos unos 2km por el paseo marítimo
que bordea el acantilado hasta llegar a San Antonio city donde nos dimos un homenaje en la Taberna de Rita para rematar el viaje. Por pelos no vimos a un amigo que justo llegaba cuando pillábamos el taxi y que nos hubiera acercado al aeropuerto. Bueno las cosas son y suceden como tienen que suceder, eso me ha quedado claro y tengo que hacer más caso a mi intuición porque no se ha equivocado ni un pelo.
Así cumplí un año mas con mi tradición de celebrar mi cumpleaños
navegando por las Pitiusas, aunque este año tuvo un sabor agridulce al tratarse
de la ansiada cifra de los 53 en la que se suponía me liberaría de mis
obligaciones laborales y cumpliría mi sueño. Sin embargo no tenia planes, ni PSI, ni barco, ni pareja, aunque feliz de estar con el hombre de mi vida, mi
hijo!
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