TANTRA'S SAILING

 


A pesar de haber navegado durante el verano varias semanas, me apetecía hacer una en la que de nuevo asumiera yo la responsabilidad del patronaje. La idea surgió a principios de verano, durante un taller de Tantra en el Saler, donde nos pareció que podía ser una gran idea fusionar la practica de Tantra con la navegación, esta última siempre es una experiencia distinta donde las emociones están a flor de piel y las máscaras y personajes se caen por si solos en las primeras horas de estar a bordo, asi que parecía una gran idea.

Durante semanas organicé la logística, buscamos las personas adecuadas, que nos parecían daban el perfil, con mente abierta y a su vez, atrevidas, para experimentar algo nuevo.

Lo único que me preocupaba era que la meteorología fuera beneplácita con nosotros. Desde una semana antes empecé a observarla. Un frente frio del norte se aproximaba para la madrugada del sábado 29. Nuestros planes eran zarpar la noche del 28. Avise a mi socia que era probable que tuviéramos que retrasar el zarpe si no mejoraba el parte. Pero entonces me llamó el armador y puso a nuestra disposición el barco 6h antes, es decir, a las 12 a.m. ya podríamos disponer de él. Eso era fantástico. Avisé a toda la tripulación para que organizaran sus agendas y pudiéramos adelantar el zarpe. Todos se alinearon y estuvieron puntuales en la marina. Como suele ocurrir en estos casos, el checkin se alargó más de la cuenta y al final zarpábamos a las 14h. El Garbi diario ya había entrado y las serranas del Montgó nos despedían como suelen hacerlo. La salida del atraque fue impecable, gracias a que el armador me guió escrupulosamente. Se trataba de un Sun Odissey 44.9, con hélice de proa. Sol y Luna.

Rápidamente sacamos velas y apagamos motor. Llegamos a ver puntas de 30 nudos y llegamos a hacer 10 nudos de velocidad. Tomamos un rizo en la Mayor enrollable y en el Genova, para estabilizar, aunque todos parecían disfrutar, habían dos que empezaban a dar síntomas de mareo. Así que mejor estabilizar y reducir la escora.

La travesía fue rápida, 50 millas rumbo 89º a Porroig, para buscar refugio de la Tramontana que había prevista. Y aunque acompañamos con una puntita de motor en la ultima hora, no pudimos evitar que nos pillara la noche y hacer el fondeo ya a oscuras.

Había pedido ayuda a un viejo y buen amigo, también capitán, que me ayudaria en las tareas de navegación toda la travesía. Se fue a proa y entre ambos escogimos el mejor sitio que la penumbra nos dejaba ver. Soltamos casi toda la cadena en previsión a lo que venia, 40m, en 8m de sonda, y aunque había preparado unos bocadillos durante la travesía, prepare unas pizzas para comer algo calentito antes de irnos a dormir. Algunos se dieron su primer chapuzón en aguas Ibicencas, incluida yo, para dormir fresquitos y relajados.38º52,02N 1º18,08’E.

La cala de Porroig nos daba resguardo  del SE que todavía persistía y también del Norte que había previsto para mañana. Aunque la ola que entraba era desagradable y hacia que el barco se moviera demasiado en el fondeo. Por eso, en cuanto amanecimos y antes de que se levantara la tripulación, decidí cambiar el fondeo a cala Caixotá, al lado de donde estábamos, pero más profunda y con mayor resguardo del Norte que se esperaba en breve. 38º52,08’N 1º 17,46’E.

Aparentemente todos se levantaron bien, excepto dos, que seguían mareados. Todos nos bañamos al terminar de desayunar, el agua estaba turquesa y no había rastro de medusas, o por lo menos, por ahora.

Fue estando en el agua buceando para ver el ancla, cuando la que iba a ser la profesora del taller de Tantra, me manifestó su indisposición y deseo urgente por bajar a tierra para estabilizarse. Yo sabia que era complicado, el mar de fondo del SE seguía entrando todavía y hacia que hubieran olas rompientes en la orilla de la pequeña playa que además era de roca. El Norte aún no había entrado o lo había hecho con poca fuerza, no lo suficiente como para frenar el mar.  Y ante su insistencia, forcé a mi partner a que los llevara a tierra, a ella y dos más. Mi idea era que lo intentara y a la mínima prueba de que era peligroso abortar la operación. Pero él era muy buen navegante con gran experiencia y cumplió con sus deseos, hasta que una desafortunada ola, le pillo mal posicionado y le volcó la dingui. Desde la proa yo observaba toda la operación. Cuando vi levantar la dingui y revolcarla me quería morir. No apreciaba si había alguien a bordo, no podía acercarme con el velero para rescatarles por falta de sonda suficiente y no veía a ningún vecino de fondeo con un motor de más potencia para pedirle ayuda. Llame a otro compañero que estaba fondeado en la misma cala, pero no contestaba. Llame también a su hija que trabajaba en un gran velero fondeado tambien próximo para ver si podían ir con una dingui más potente a rescatarle. En ultima instancia llamaría a Salvamento Maritimo. Pero no fue necesario, por fin, le vi resurgir de entre las olas y remar con fuerza para salir de ellas. Con un solo remo, con viento a favor pero el mar todavía en contra, consiguió llegar a bordo. Me sentía orgullosísima de él y a la vez, enfadada conmigo misma por haberle encomendado tan arriesgada misión. Prueba superada, pero con la gran lección aprendida de que no volveré a sucumbir a los deseos de ningún tripulante por mal que se encuentre, cuando yo vea, como fue el caso, que era peligroso hacerlo. Prefiero dos personas mareadas a bordo que 4 naufragadas en una playa de rocas.!

El resto del dia fue tranquilo. No movimos el fondeo, dejamos llegar la Tramontana y que descargara el viento y la lluvia con ella, mientras,  en el amplio living, se improvisaba una masterclass de masajes. Los que quedamos a bordo, 4 pasajeros y nosotros 2, nos hemos compenetrado muy bien, una vez los nervios y las fuertes emociones del episodio vivido, han sido controladas. Esa noche cenamos estilo “Tatami” sobre la mesa convertible del living interior.

El Domingo cambiamos a la cala siguiente, Cala Jondal, 38º52,08’N 1º18,7’E , estaba solo a 2 millas,


la previsión seguía de norte y teníamos que seguir protegiéndonos. En ella hay varios restaurantes y el famoso Blue Marlin. Pero este año con la dichosa pandemia no puedes bajar a ningún sitio sin reserva previa. Tras repetir el fondeo un par de veces, para que callera el ancla en arenita y nos quedáramos a una distancia prudencial de los demás, nos dispusimos a bajar a tierra para llevar la basura y estirar las piernas. Todos, menos una, que se resistía a volver a la civilización.

La caminata fue de 1km por camino de tierra, donde alguna aprovecho incluso para correr un poco. A la vuelta, ni siquiera una cervecita nos quisieron vender en el chiringuito de la playa, por no tener reserva!! A bordo de nuevo, preparamos el ángelus, momento ya instaurado en todas mis travesías y que todo el mundo celebra. El viento, aunque continua de Norte, ya no es tan fuerte, asi que aprovecho y monto las dos hamacas que he traído, una a cada lado de la botavara, y en ella siesteamos un rato. Algunos hacen tambien Taichi en la bañera para despedir el dia. Y de repente, vemos un remo flotando! Una de las tripulantes se lanza rauda a por el y lo trae a bordo. No es exactamente como el nuestro, es mejor! Y nos sirve para reponer el que perdimos en la playa cuando volcó la dingui. El universo una vez más, nos provee con lo que necesitamos, pienso.

A la mañana siguiente navegamos hasta Ses Salines para recoger a dos de los tripulantes que desembarcamos, el tercero finalmente ha regresado en avión a la península. Aunque intento ir a vela, hay muy poco viento, asi que al final es motorada hasta allí. Fondeamos justo a la entrada del canal para bajar con la dingui a tierra. 38º50,35’N 1º 23,12’E En la zona de fondeo, en el lado de Babor de la cala, ya que la de Estribor es de boyas pagando. Pasa una semirrígida de control de la posidonia y le digo a la controladora que nos iremos en breve. Ella me contesta que está bien y que estamos muy bien fondeados y nos va a poner una estrella al barco. No sé muy bien de que va eso, pero entiendo que es como un premio o reconocimiento. Bieeeeen!!

En cuanto nos avistan desde la playa, bajamos a por ellos y soltamos el ancla para poner ahora rumbo a la playa de la Savina en Formentera. Esta vez navegamos a vela, Mayor y Genova, en un plácido través, voy trimando velas mientras algún tripulante muestra interés en ello y le explico como las lanitas nos avisan de si estamos haciéndolo bien o mal.


Arribamos a las 15h, fondeamos delante del Beso 38º44,20’N 1º 23,82’E y aprovechamos para desembarcar de nuevo a las dos personas que hemos recogido y que decididamente prefieren pasar la semana en tierra, además nosotros iremos al supermercado para adquirir alcohol, ya que el taller ya no va a poder impartirse, no hay necesidad de seguir abstenios totales a bordo. Así que esa tarde habrán mojitos auténticos para el sunset. Además lo compartiremos con mi buen amigo capitán de otro barco idéntico al que yo patroneo y de la misma náutica. Mientras mi partner se encarga de cambiar el aceite al motorcillo que consiguió recuperar y poner en marcha de nuevo. Me encanta que sea tan resolutivo y eficaz. Me cautivan las personas que suman, que saben hacer equipo y me permiten crecer.

Una vez más es espectacular el sunset, desde las hamacas que he montado rápidamente , despedimos a lorenzo por nuestra banda de Er y recibimos a la ya casi casi, luna llena por Br. El SE previsto ya empieza a dirigir las proas hacia el Sur.

A primera hora hago un poco de yoga en la proa para estirar y algunos hacen Taichi en la bañera. Un


rápido chapuzón nadando alrededor del barco y preparo fresquita los desayunos, tras el cual, levantamos el fondeo y ponemos rumbo a Cala Saona, a 6 millas hacia el Sur de Formentera. 38º41,69’N 1º 23,16’E

Aunque intentamos ir a vela, esta vez es imposible, hay muy poquito viento y de SE, por lo que los bordos son planos, asi que finalmente desistimos y ponemos motor para hacer las ultimas dos millas. El fondeo lo haremos frente a la playa, no me gusta mucho porque se avista el horroroso hotel de cemento blanco. Una vez asegurado el fondeo, bajamos a tierra la basura, y probamos asi la dingui tras la reparación de la tarde anterior. Aprovecho además para manifestar a mi querido partner, el torbellino de emociones con el que me he levantado hoy y que no soy muy capaz de descifrar. El dia está nublado y supongo que también me afecta. En un barco las emociones siempre están a flor de piel, es tan intenso todo!. Siempre he intentado controlarlas, pero a veces somos más transparentes de lo que creemos, por aquello que siempre se ha dicho de si somos quien creemos que somos o quien los demás ven que somos!!......ahí lo dejo…….


En esta cala se encuentra el famoso chiringuito del “El Árbol” donde se ve el sunset espectacular, pero la tripu decide permanecer a bordo, todos menos una que prefiere andar. Asi que generosamente, mi compi, a quien ya he nombrado skiper de la dingui, jajaja, la baja a tierra y dan un largo paseo por el acantilado, mientras los demás improvisamos una zona chillout bajo la botavara, con las hamacas y las colchonetas de bañera. El tema por supuesto, es el Tantra.

Al dia siguiente navegamos a vela, de vuelta a Illetes, esquivando un par de cumulo nimbos que traen lluvia. Uno barre Ibiza de E a W y vemos como descarga lluvia a raudales en ella. Bordo a bordo, plácidamente a vela, arribamos a las 13h, mientras hemos ido contando chistes y jugando a las telling historias. Decidimos fondear a Er de un velero que lleva un pabellón español tremendo en la punta del mástil, y que llevamos viendo durante toda la semana e incluso ha salido en Facebook creando una gran polémica. Así que empujamos a que la tripulante que llevamos a bordo que es periodista, vaya a entrevistarlos para averiguar cuales son los motivos que les ha movido a ello. 38º 45,83’N 1º 26,05’E.

Hoy es Luna Llena, asi que nos preparamos para ello con nuestras mejores chilabas y tiaras de flores en


la cabeza. Tras los correspondientes books de fotos con la maravillosa luz del sunset, celebro una expontanea boda nautica, como capitana y por el poder que se me otorga en alta mar.......jajaja......luego, preparo una zona chillout, con velo de novia incluido, incienso y velas, aunque finalmente preferimos cenar en la mesa de la bañera y luego tomarnos las copas allí, mientras recibimos a la tremenda luna Llena. Es mágico e impactante, pero estamos cansados y nos retiramos pronto a dormir. Las noches están siendo tranquilas de viento, casi siempre acaban en calma chicha. Duermo en el living para poder tener rápido acceso a asomarme y controlar el fondeo cada vez que

despierto, en ese duerme vela que se convierten las horas nocturnas en toda navegación. A veces me da la risa floja porque empieza la procesión a los baños, mientras fuera la fiesta está en las bañeras del resto de barcos!! …jajaja…..

Hoy es el ultimo dia en el paraíso, pero no quiero que por ello decaiga el ánimo. Cambiamos el fondeo un poco más hacia el sur, junto a Isla Tramontana, y bajamos a 3 tripulantes a pasear a la playa que va hacia Espalmador y que es famosa por los mojones de piedras que hay por todo el caminito. Cada piedra representa un deseo. Es típico de lo hippies. Asi que ellos también han dejado plantado el suyo. El agua aquí es también turquesa. En todos estos días no hemos visto a penas medusas, alguna esporádica y pequeñita, fácilmente esquivable. Asi que los que nos quedamos a bordo, distribuimos el tiempo entre baños y book de fotos.

Hoy les sorprenderé con un tremendo pastel de arroz, plato ya característico en todas mis travesías. Y después de la siesta, avanzaremos un poco más hacia el puertecito, para fondear de nuevo frente al Beso y poder recoger a los dos tripulantes de tierra. Mientras, mi partner visita a un transmundista conocido de las redes y al que tiene muchas ganas de conocer personalmente, que se ha enterado esta fondeado próximo a nosotros. No le acompaño, yo ya tuve el honor de hacerlo a principios de verano y prefiero que estén solos para intercambiar batallitas marineras…. O rajarme si se les antoja! …. Jajaja……

Puntualmente como habíamos planeado, con los últimos destellos de Lorenzo de hoy, levamos ancla y


decimos adiós al paraíso. Rumbo 273º a Denia. A penas hay viento para aguantar la Mayor, asi que con el motor a menos de 2000 r.p.m y esta, para estabilizar, hacemos  toda la travesía y asi controlar la ETA . Esta muy despejado, por lo que vemos casi todo el camino las luces de Ibiza hasta cuando empezamos a ver las de la península. La luna todavía casi Llena sale impresionante por nuestra popa y en su recorrido nos va avanzando por la banda de Babor pero no llega a hacernos caminito de plata en proa. Todos van retirándose a dormir y nos quedamos los dos solos toda la noche en bañera, hasta que al amanecer, según lo previsto,

arribamos a Denia. Justo en el preciso momento en el que el sol hace de nuevo presencia, para saludar un breve instante a su querida amada la Luna, que aún no se ha retirado a sus aposentos y le espera paciente. Triste historia de amor de estos amantes, escribo en mis redes. Solo pueden verse durante unos instantes y no todos los días……..Con este pensamiento ponía punto y final a una singladura más, donde aun sin haber salido según lo previsto, y no haber podido recibir el taller de Tantra, creo que todos hemos aprendido y mucho, de emociones y de como gestionarlas a bordo. Gracias a todos por vuestra colaboración y comprensión y sobre todo, sobre todo, a mi gran amigo y capitán, que me acompaño y ayudo tan eficazmente todo el tiempo, me siento muy afortunada.! Gracias,

gracias y gracias!

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Gracias a ti, Pepa!
Me has dado una lección de mujer corage, responsable y única! Una capitana de PRIMERA.
Valiente para asumir tal responsabilidad en esta aventura.....
En esta, mi primera experiencia me he sentido totalmente segura... feliz de navegar contigo....y deseando repetir la experiencia.
Si pudiera calificarte en el TRIPADVISOR, te puntuo un 10 plus.
Hasta la próxima CAPITANA!

INMA BALLESTER MALLOLS

Entradas populares de este blog

POR FIN EL CANAL DE PANAMÁ

VOLVIENDO A LAS PITIUSAS CON AMIG@S

CARIBE CON EL MAVERIK