Después de las últimas decepciones sufridas de proyectos que, igual que han llegado se han esfumado, no dude en tomar un vuelo e ir a conocer al armador y a su velero de éste último que me había parecido interesante, un español en Noruega buscaba tripulación para cumplir su sueño, pedirse una excedencia para navegar con su velero durante un año, bajando desde Noruega al Mediterráneo, Canarias, Cabo Verde, cruce del Atlántico, Antillas, Bermudas, Azores, Inglaterra y vuelta a Noruega.
Tren de Valencia a Alicante, porque desde aquí no había vuelo, y luego 3 h de vuelo a Oslo. Como prometió el armador estaba esperándome en el aeropuerto, “typical spanish”, pensé, bajito y moreno, jajaja….rápidamente se ofreció a llevarme una de mis dos mochilas que me hicieron sentir un sándwich todo el viaje y nos dirigimos a su coche. Un poco sucio y destartalado, pero lo justificó rapidamente porque todos sus esfuerzos habían ido dirigidos en los 3 últimos años al barco y a la hucha para el viaje, asi que al pobre le esperaba en breve el desgüace, por una muy buena causa pensé. Eso sí, aún cumplía su función y nos llevó hasta el puerto donde estaba el velero, el puerto publico de Sandefjord junto a la terminal de los Cruceros que te llevan a Suecia. El velero es un Gipsae 44.4, el Santa Catalina, en honor a su madre y su abuela. Lo primero que
veo y comento es que está atracado de proa y está complicado subir a bordo por el balcón de proa y más con las mochilas. Hay que cobrar de una de las amarras y cuando se acerca lo suficiente, pillar rápido el ancla y subir de un salto agarrándose del stay del Génova. Uff chungo chungo, así que cuando ofrece cambiarlo y atracarlo de popa se lo agradezco enormemente y raudos nos ponemos a la maniobra. La verdad es que nos cuesta poco entre los dos, hace una tarde plácida, sin viento, y buena temperatura, no he tenido que ponerme la cazadora que llevaba preparada a mano, y el sol está todavía fuera y son más de las 9 p.m. el dia aquí es interminable como pude comprobar más tarde.
Terminada la maniobra me ofrece dar un paseo para enseñarme lo más significativo y cercano y como no he hecho una comida decente en todo el dia, quiero cenar algo, pero ya todos los restaurantes nos dicen que la cocina está cerrada y no son ni las 22h grrrrr ¡estos nórdicos!. Pasamos por un pub que están bailando salsa como si fueran ya las tantas……. Al final, muy a mi pesar, acabamos en el Mc Donalds tomándome una ensalada.
Regresamos a las 23h al barco y entonces ¡está la puesta de sol, pero tras ella, se queda un crepúsculo que realmente oscuro oscuro está solo una hora o dos escasas, porque a las 02 a.m. empieza a clarear otra vez y a las 04 a.m. está saliendo el sol de nuevo! Esto es increíble pienso, pero es por la latitud a la que nos encontramos 59º, 20 grados más que en Valencia, y porque ahora estamos casi en el solsticio de verano, cuando el sol está en su máxima declinación Norte, 23º 27’. Bueno lo cierto es que me costará bastante dormir aún con antifaz y todo, tengo mi glándula pineal muy sensible, jajaja, eso sí, ¡esto es ideal para vivir sin dormir!. En invierno dice que es al revés, el sol no sale hasta las 11 a.m. y a las 16h ya es de noche otra vez, que horror, tampoco podría soportarlo creo…..
En fin, aguanto en el camarote caso hasta las 09h de la mañana que me voy a la proa para hacer algo de estiramientos y una pequeña meditación para
empezar bien el dia. Se ha convertido en mi rutina matinera y procuro no prescindir de ella ni fuera de casa, pues realmente marcan la diferencia el resto del día. Pero además ese dia hacerlo con esas vistas a un gran parque de hierva verde y al solecito, es todo un lujazo. Luego ducha calentita en el baño de a bordo. El armador me ha dicho que tenemos agua de sobra en los depósitos y que no tema por ello que el agua del pantalán está incluida en el precio que paga del amarre y que además es muy buena agua, incluso para beber. Y no tenemos el código de los baños públicos del puerto, pero casi lo prefiero, es más cómodo para mí.
Ya estoy lista para irme solateras a inspeccionar el super que me indicó ayer tarde. De camino me tomo un Icete y me compro algo para desayunar a bordo los proximos dias y algo de comida para llevar para comer a bordo hoy y por supuesto, un par de coronitas para celebrar mi primer ángelus a bordo. Cuando vuelvo ha bajado bastante la marea, aunque el Navionics dice unos 50 cm, yo creo que es más de 1m. cazo la amarra de babor y cuando se acerca salto rápidamente con la mala suerte que la rodilla izquierda que tengo operada de ligamentos cruzado no dobla y veo las estrellas al caer, grrrr espero no habérmelo vuelto a romper.
Para mi sorpresa a las 13h ya llega él y nos vamos a realizar el examen práctico para un título de patrón internacional. El lugar está en otro
fiordo al lado de éste. Nada más llegar veo un First 40.7 en una cuna fuera del agua y luego cuando localizamos al profe, resulta que el barco donde es el examen es otro First 40.7, decididamente ¡son mi sino!....jajaja…. hay previsión de lluvia, asi que me he traído las botas y el traje de agua, hoy ya la temperatura por la mañana no era la misma de ayer.
El examen es práctico total, me encanta, le empieza diciendo que ahora él es el skipper y es el que manda. Yo conozco perfectamente el barco y todo su aparejo, aunque es algo más moderno el modelo, no varia en cuanto a configuración, pero él no lo conoce y como buen patrón, revisa toda la jarcia y el recorrido de la maniobra, antes de dar las ordenes oportunas para soltar amarras y salir del atraque. Luego me pasa a mi el timón para aproar el barco y subir él la Mayor junto con el profe. Con ella vamos ciñendo y haciendo viradas hasta alcanzar una pequeña isla, en la que de nuevo me pongo al timón para aproarme y arriarla y en cuanto bordeamos la isla, sacar Génova, ya que ahora llevamos el viento portante para regresar al puertecito, donde toca la maniobra final de atraque. Realmente es complicada como pide el profe que la haga dentro de la lamina de agua de la dársena donde hay poco calado y tiene que ciabogar para entrarlo en su amarre. El viento ahora ya ha subido y sigue lloviendo, nos abate y tiene que rectificar unas 3 veces hasta que finalmente lo consigue. Y ya está, examen superado. ¡Me encanta! Quieres un título, ven y demuéstrame lo que sabes, le había dicho. La teoría te la convalidan con la de España, pero lo importante es que demuestras que sabes navegar, no como aquí, que el examen práctico hay gente que ni toca el timón, con que te firmen que has realizado x horas de navegación es suficiente. En fin, así es España y sus titulaciones…..buaaaa.
Nos vamos contentos y bromeando le digo ¡ que la mitad del título es mío! Jajaja.
Al terminar volvemos por otra ruta para enseñarme un lugar emblemático donde hay enterrado un barco vikingo, super curioso.
Y de allí a hacer la compra al super para navegar este fin de semana. Dice que siempre hacen a bordo BBQ, asi que le digo que él verá entonces que
suelen hacer en ella, compra carne y bastante verdura. Al parecer aquí se ha adaptado a las costumbres noruegas, hacen un almuerzo continental a media mañana y ya solo una comida al dia, que es la cena, sobre las 20h de la tarde. No sé si me acostumbraré, pero lo intento. De momento hoy dice que cocinará él la cena a bordo y prepara unos spaguetis buenísimos. Así que me ofrezco a buscar un arrocito para cocinar yo algo el domingo. Es difícil encontrar arroz normal, por lo que al final es un risotto medio preparado y unas sopas para que me sirvan de caldo. Me sorprende que no podemos comprar vino en el supermercado, hay que ir expresamente a una licorería y antes de las 18h. En el super solo hay cervezas y a precio de oro. Una coronita 3,7€ al cambio, ¡flipo!. No he tenido que cambiar, aquí se paga todo con tarjeta, pero el cambio es como 1 corona=10€. En fin, no me extraña que luego cuando vienen a España se desmadren y se pongan las botas a comer y beber, es baratísimo comparado con los precios de aquí. Me cuenta que aquí los salarios seguramente son superiores a los de España pero como la vida tambien es bastante más cara, el noruego medio no puede permitirse salir a comer o cenar fuera de casa más de una vez al mes. Vaya tela, ¡en España estamos todos los días fuera!
Al dia siguiente zarpamos a las 12:15h HRB, aquí tenemos la misma hora que en España, porque la Longitud es de 10º no llega a los 15º para restar 1 h.
Dejamos atrás el puerto de Sandefjord, rumbo 170º. Después de recorrer un par de millas para pasar una gran mole de cemento que debe ser algún edificio de oficinas o similar que está en la orilla de Er y que nos hace de parapente para el viento, y cruzarnos con un ferry de los que vienen de Suecia y entra en ese momento, izamos velas, bueno la Mayor es enrollable, asi que liberamos enrollador y tiramos del pajarín, me conozco bien la maniobra pues en el Rebeca era también así. Dejamos un trozo dentro para facilitar enrollarla un poco si fuera necesario, allí dentro del
fiordo el viento es mucho menor que cuando salgamos fuera al mar del Norte. La Genova pasa igual, el calcula más o menos la cantidad de cabo de su enrollador y después cierra el stoper que lo frena para no sacar la vela entera. Aún así vamos a 7 nudos y tenemos 18 de real, no está mal. El al timón, yo me encargo de toda la maniobra y mientras voy observando las preciosas casas que hay a ambas orillas y todas con sus muelles delante.
Al llegar al final del fiordo el viento sube a 25 nudos, como esperábamos, pero caemos a Br para cruzar el fiordo de MELSOMVICK, donde más al
norte hicimos el examen ayer con SAILON.no y luego seguir hasta el siguiente, donde nos dirigimos. Es una zona complicada de muchos bajos. Ahora hay que arrancar motor porque el viento nos da en la popa total y es difícil mantener las orejas de burro con el movimiento de la ola. Ahora va al timón su chica que está aprendiendo, no navegaba cuando lo conoció. Hemos llegado a hacer 8,5 nudos, pero ahora solo con el motor y la ola, vamos solo a 3,5kn, aunque pronto volvemos a sacar Genova y paramos el motor, rumbo 40º con el que seguimos navegando hasta una isla llamada HUI del fiordo que parte de HOGSNES. Latitud 60º41,24’N Longitud 8º17,74’E
Para entrar al fondeo coge de nuevo él el timón, es una zona totalmente protegida de todos los vientos pero la entrada es complicada y única. El lugar es totalmente relajante, hasta las piedras que velan con sus formas lisas evocan suavidad. Una gran casa se dislumbra entre los árboles. Es ideal, de madera blanca, grande, que no comprarías por menos de 1 millon de eruros, me dicen. La mayoría de las embarcaciones son a motor o
veleros, pero están fondeadas pegadas a las rocas con cabos a ellas. Y luego unas abarloados a otros. Nunca había visto nada igual. Veo pasar dinguis a toda velocidad conducidas por niños. Me dicen que aquí es habitual, a partir de 10 años pueden llevarlas, solo es obligatorio que lleven chaleco. Asi que para ellos es la diversión, como si fuera un vespino. El armador me sorprende dándose un baño por popa, aunque un termómetro que tiene un patito de goma, marca que el agua está a solo 18º !
Hacemos un brunch, un poco de jamón york y queso con una coronita y un poco más tarde unos pistachos con una manzana, es mi primer dia de esta
nueva costumbre y mi estomago le cuesta aguantar hasta la hora de la cena que preparan la BBQ, verdura cortada a tiras largas y tres solomillos de ternera regada con un vino tinto de Requena, que le encargué que me comprara alguno en la licorería y justo me trae de mi tierra,¡ pero 12€ la botella!, el triple que aquí más o menos pagas el alcohol y eso en tienda, no me puedo imaginar en un pub o restaurante. a
ninguno.
A las 23:30h ya me voy a leer a mi camarote, ellos están en el living, Elin no habla nada de español y aunque yo he intentado esforzarme en hablarle en inglés, no hemos tenido mucha conversación y el pobre patrón está todo el dia balanceándose entre el español y el inglés.
La noche fue tranquila, cada vez duermo mejor, aunque sigo despertando por la luz, con el antifaz me evado bastante y no me levanto hasta las 09 HRB a.m. cuando oigo más o menos a ellos también. Preparan té y café, yo me pongo a hacer algunos estiramientos y mi meditación en la misma bañera, mientras se enfría un poco mi té. Hemos sacado una bandera de cortesía española y la hemos izado en los obenques de Br como señal de que hay españoles a bordo. Acto seguido dice que es costumbre ganarse el desayuno continental con un buen chapuzón, él ya lo hizo ayer tarde, ahora el sol calienta un poco más, pero no demasiado, pero dice la frase mágica para todo español:, ¿a que no hay….? Y yo que necesito poco, ¡allí voy de cabeza!...jajaja… Por la superficie parecía que no estaba muy fría pero las capas mas internas están congeladas, doy rapidamente 4 brazadas para subir volando a bordo de nuevo. Uff si es lo que más me gusta, pero con esas temperaturas es realmente un acto de valor. Creo que es el baño en aguas más frías que recuerdo, solo 18º. Luego mi aseo personal en popa, aunque sin ducha de agua dulce, porque no veo la manguera, pero además me dice que estará mas fría porque los depósitos son de aluminio.
Nos vestimos y levantamos el fondeo, ahora me voy yo a proa, sube toda a tope de barro y me pongo negras mis zapatillas blancas de empujarla en el pozo del ancla de vez en cuando para que no se amontone y se atasque el molinete. Y ponemos rumbo al otro fondeadero que me indicó en la carta el dia anterior, nos pilla ya de camino de vuelta en la orilla de enfrente de este mismo fiordo. Vamos a motor, el viento que hay es justo de proa y son unas 5 millas escasas. Nos abrigamos con cazadoras y todo, porque al tener el viento de proa la sensación térmica es menor. Aun así él va tiritando, del baño, supongo. Así que le cojo la rueda para que pueda resguardarse bajo el anti rociones. Hago la aproximación, la entrada está balizada con marcas verdes y rojas, aún así veo que la sonda es muy poca, entre 5, 4 y hasta 3m, calamos 2,20m. Sigo sus indicaciones fielmente, que conoce bien el lugar, y en el inicio de las marcas de la playa me aproo para dejar caer el ancla y fondear. Esta vez él se va a la proa. El puesto de mando no tiene buena visibilidad para mí, necesito subirme en el banco para poder ver la proa, porque además pusimos la dingui bajo la botavara y me tapa todo.
El lugar es idílico también, un frondoso bosque de abetos que acaban en una larga playa, y algunas casonas con sus muelles y pequeñas
embarcaciones de motor en ellos. Es una pena que no haga más calorcito, imagino que es porque los rayos inciden muy oblicuamente, aunque para ellos esto ya es verano y están en la playa y tomando el sol y algún valiente bañándose y todo. En España estamos justo al doble, 36º hoy. Donde nosotros estamos hay bastantes medusas, como había en el puerto, unas color naranja muy asquerosas y con unos tentáculos larguísimos. Grrrr seguro que no sufro tentaciones de tirarme, estoy salvada, jajaja. Aun así, él le echa valor para hinchar la tabla de pádel e irse con ella, ya puede mantener bien el equilibrio y no caerse o será su perdición, es un campo de minas, grrrr.
Latitud 59º 4,44’ N Longitud 10º18,43’ E Havnelholmen Naturhaun, dice el Navionics. Es un parque natural, me cuenta. Me sorprende que hay una
pareja de cisnes y que vienen rápidamente hasta el barco, les echo pan, aunque no mucho porque Elin dice que no es bueno para ellos. Están anillados, el armador dice que por el numero de la anilla ya los conoce, que hay unos más buenos que otros, y es verdad, uno es más agresivo que el otro, es mayor y quiere todo para él, jajaja. Es la primera vez que veo cisnes en agua salada.
Nada más llegar hemos preparado un desayuno continental, con huevos fritos, baicon, champiñones, fiambre y fruta, esta vez me pongo bien las
botas, ¡porque sé que ya no comeremos hasta la cena! Aunque sobre las 15h hago mi ángelus, con mi coronita y unas aceitunas en proa con una colchoneta y mi altavocito de música. Me encanta tener música, pero no quiero molestar. El, cuando regresa de su paseo en la tabla, viene con una hamaca a montármela en la proa, ¡oh que detallazo!, es mi lugar preferido le digo. La monta con la driza del Spi para no sobrecargar al stay del Genova y el otro extremo a un obenque, asi no tienes la sombra de la botavara, que suelo buscar yo siempre, pero aquí se agradece estar al solete como los
caracoles, de hecho llevo un suéter de lana, que llevo todo el dia poniéndome y quitándome, porque el dia está con claros y nubes y cada vez que el sol se esconde tras una de ellas suéter para dentro, sale y suéter para fuera, jajaja. Pero sobre las 18h se esconde definitivamente y la desmonto y al llevarla hacia la bañera ya me piden que cocine, hoy me toca a mi hacer el risoto que me comprometí, nos quedan 2h hasta el puerto y así llegamos ya cenados. Por mi perfecto, ya tengo hambre, me abro el otro vinito blanco, que utilizo tambien para cocinar, e intento hacer lo posible para que salga bueno, pero no es fácil, el gas se terminó a mitad interrumpiendo la cocción, pero bueno, al final calentito entra superbién. Terminamos, fregamos y arranchamos todo y cuando vamos a arrancar, el motor que no arranca. La verdad es que no hemos arrancando para cargar baterías más que la hora escasa de cambio de fondeo. Son nuevas las baterías me dice, y en teoría la de motor esta aislada y reservada, el motor debe arrancar en primer lugar con las auxiliares. Cree que es un conversor nuevo el que se las ha comido. Conecta la del motor y por fin arrancamos. Ahora son ellos los que se encargan de levantar el fondeo, Elin a proa y él en el timón. Veo un peligro que empuje la cadena en el pozo del ancla con las
manos, pero no le digo nada, estoy cansada de esforzarme con el ingles y además igual no le gusta que le corrija. Hacemos la travesía a motor mayormente y van señalándome la cantidad de bunquers de la II Guerra Mundial que hay camuflados en las orillas. Y me siguen fascinando las casas que hay a orillas, todas son preciosas, unas más grandes otras más pequeñas, pero todas con algún muellecito cercano para su embarcación particular. Al final se ha hecho tarde, arribamos a las 23h a puerto, pero realmente es todavía de día, realmente disfrutamos de un espectacular sunset que nos regala un cielo rosado. Realizamos el atraque de popa de nuevo y se van
raudos, mañana madrugan ambos para trabajar. No como yo, que al final despierto a las 10h a.m., no tenia nada mejor que hacer, más que baldear el barco pero, al mirar el móvil, veo un mensaje del armador, que ha dado positivo en Covid-19 y no puede ir a trabajar. Me pregunta que si yo me encuentro bien. Si, claro, yo no tengo ningún síntoma, mi típica tosecilla que ya traía del reciente constipado que había pasado pero que me dio negativo en Covid-19. Bueno, podrías ir de todas formas a hacerte la prueba, porque si eres positiva podemos salir de nuevo los dos a navegar, pues su chica ha dado negativo. Oh por supuesto, lo dejo todo y me apresuro a ir a una farmacia pero sin mucha esperanza porque siempre he dado negativo, aún teniendo casos muy cercanos a mí, pero….. bualá, ¡ doy positivo!, nunca creí que me alegraría de ver que doy positivo en Covid-19, me moría de la risa, porque además me encontraba genial, sin ningún síntoma. Se lo digo y en 1h más o menos aparece en el pantalán con más provisiones más las que yo he comprado al ir a la farmacia, tenemos de sobra para soltar de nuevo amarras.
Cuando me llama para que vaya a ayudarle con los bultos, me las apaño para saltar de nuevo al pantalán, desde que me lastimé lo hago por la aleta, me cuelgo del candelero y piso la amarra para aprovechar cuando se acerca y pasarme al pantalán.
Salimos por el fiordo a vela, esta vez voy yo al timón y él con las escotas en mano, dando viradas constantes, un ferry que sale, otro que entra, ¡que stress!, jajaja. Volvemos al mismo fondeo de ayer, voy al timón hasta que llegamos al paso entre los bajos para cruzar de un fiordo al otro que no recuerdo bien y en el ploter del barco no se ve muy bien porque el zoom no está bien ajustado, asi que prefiero pasárle a él el timón y encargarme yo de las velas. Esta vez si que aguanta las orejas de burro un buen ratito.
Arribamos ya a las 17h, nos comemos unos sándwich que he preparado antes de zarpar y nos dedicamos a la vida contemplativa, aunque él dentro porque dice que tiene frio. Yo me quedo pensando ¡como fluye increíblemente la vida por mucho que nos empeñemos en hacer planes! Jajaja.
Estuve toda la tarde en proa, hice un poco de yoga, ya que no habías podido por la mañana y alguna meditación, charle un ratito con la pareja de
cisnes que de nuevo se acercaron a visitarme, jajaja, aunque hoy no les echo pan y se van pronto, ¡convenencieros!...jajaja…. y comparto con algunos grupos de amigos algún video de la increíble vista y paz que allí se respira, hoy es el Solsticio de Verano, 21 de junio. A las 22h el frondoso bosque ya me tapaba al sol, asi que me fui hacia la bañera, el armador estaba ensayando con una guitarra algunos acordes, le propongo cocinar una sopa calentita y un revuelto de ajos tiernos y vemos la película de “ A la Deriva” aunque en versión original, me la sé de memoria y no me importa. El no la había visto nunca y le impresiona bastante, pero le digo que no deje que le de mal rollo que mire el lado positivo, las cosas que hay que prever y saber para hacer una travesía oceánica.
Al dia siguiente amanecí a las 9 a.m., él ha pasado mala noche, con fiebre y realmente tiene la cara roja y está congestionado, son los típicos síntomas que suele dar ahora el Covid-19, ya que estamos vacunados, como un terrible constipado. Esperemos que no se ponga peor. Hacemos un té y le dejo descansar, pone el binini para que no le dé el sol y yo me voy a proa a hacer algunos estiramientos y mi meditación matinera. Sobre las 12h vuelvo y me doy una ducha calentita, recargue los depósitos en el puerto y no tengo cargo de conciencia…jajaja… y luego cocino unos huevos fritos con champiñones y unas tostadas con aguacate y tomate, queso y jamón con zumito de naranja. Parece que le sienta bien, pero me dice que seguramente volvamos a puerto, porque hay previsión de lluvia. Aunque realmente luego me confiesa que Elin le ha llamado para decirle que ella también ha dado positivo y se aburre……¡grrrr las mujeres, que recelosas somos!, aún así aguantamos prácticamente todo el dia, yo a mi bola en
proa, dándole espacio para que él descanse tranquilamente en la popa solito y cuando finalmente levantamos el fondeo y emprendemos el camino de vuelta, me dice que va a enseñarme su fondeo favorito, y nos adentramos en el otro fiordo y detrás de unas rocas aparece una playita con un par de cabañas con sus muelles. Ahora el fondeo vamos a hacerlo en boya, para que vea cómo funciona ese super bichero que tiene automático y que yo nunca había visto antes ni utilizado. Me acerco rauda porque veo acercarse a otro velero, pero al final iba solo apurando un bordo para virar y cruzar hacia el otro lado del fiordo. Ahora lo intento de nuevo, despacito, aproada y al llegar a la boya paro el barco y me voy rápidamente a proa para ver como lo hace y funciona el famoso bichero. Una pasada, el pasa por el ojo la amarra y te la trae de vuelta. ¡Me encanta!
Le propongo preparar algo de cenar y asi llegar ya cenados, le parece bien, asi que preparo unos spaguetis con tomate y atún que me salen al dente como a él le gustan. Y aunque le tiento diciéndole que si le reñirán mucho si nos quedamos a pasar la noche, no acepta la moción y soltamos la boya para irnos al puerto, buaaaa. Nos queda 1h de motor, ahora bajo la lluvia, por lo que me pongo mi traje entero, ya que me lo he traído lo amortizo, no voy a pasar frio. Recibe una llamada de que han visto un barco entrar con bandera española y nos damos una vuelta por el pantalán de transeúntes pero no vemos ninguno. Atracamos de popa y me deja la TV preparada para verme una peli y se marcha. Aún recibo mensaje de otro navegante que está en New Caledonia, que me espabila y me pongo a leer hasta las 02 a.m., asi que al dia siguiente no me levanto de nuevo hasta las 10 a.m. que marcha que llevo, ya me da igual que sea de dia o no, total es prácticamente siempre de dia, lo dicho, esto es ideal para “Vivir sin dormir”…jajaja…¡como yo he querido siempre!.
Hoy baldeo de nuevo, para endulzar más que para limpiar, y me largo a callejear por el pueblo, tiendas, cervecita en una terraza y hasta localizo algunas peluquerías donde pregunto para ponerme el tinte y adelantar pues a mi vuelta a España tengo una comunión y será fiesta por San Juan. Al final una me pide 580 coronas, unos 58€ al cambio, creo que es razonable y reservo pero cuando acudo al dia siguiente me dice que se ha equivocado al decirme y que son 5800 coronas, 580€ ¿estamos locos o qué? El resto donde pregunté todas estaban full y además la más económica me había pedido 187€ al cambio, así que me quedo sin tinte, ya me las apañare a mi vuelta en España, ¡caramba!.
No he recibido ningún whatsaap ni se nada del armador, y me extraña, pero cuando llego al barco sobre las 16h está allí en popa desmontando la pasarela que ya me dijo quería deshacerse de ella. Así que ya lleva un buen rato. Le propongo tomar algo y luego ya le ayudo yo, así que preparo dos hamburguesas de salmón muy ricas y como no, con la barriga llena nos rendimos ambos a Morfeo, él en su camarote, sigue un poco mal, y yo en proa con una meditación de esas para dormir que me acaban hipnotizando, jajaja.
La tarde la pasamos montando el soporte para la nueva balsa salvavidas que está esperando y los soportes para dos cañas. Al terminar él se marcha a su casa y yo me quedo viendo una película, hoy toca la de “El ultimo Samurai” de Tom Cruise, buenísima, la he visto varias veces pero tiene tan gran mensaje sobre los valores de la vida que no me importa verla por enésima vez. A pesar de ello, paso la noche en vela, con música de meditar, relajada pero sin dormir, quizás los nervios del final, mañana vuelo, etc…..como los niños, y que bonito que siga pasándome pienso, el dia que no me emocione todo lo que hago y me despierten mariposas en el estómago, dejaré de hacerlo….jajaja.
Pero aún me da tiempo a aprovechar la mañana y cuando llega el armador, cambiamos el barco para atracarlo de proa y poder sacar toda la cadena al pantalán y medirla, marcándola con cintas de seda de colores. La idea la ha sacado de un libro de navegación a vela. Dice que al inventor le duró 3 años, no me parece mucho, pero le hace ilusión probarlo, asi que a por ello. La idea es poner los colores en orden alfabético, 5m amarillo, 10 m azul, 15m morado, 20m naranja, 25m rojo, 30m rosa, 35m verde, 40m violeta y luego combinamos, 45m amarillo + azul, 50m azul + morado, 55m morado + naranja, 60m naranja + rojo y al final todos los colores juntos que será señal de que ya no nos queda cadena, son unos 5m más de cabo. Espero que sea suficiente para el Caribe.
Al terminar hemos vuelto a atracarlo de popa, hoy cuando me deje en el aeropuerto saldrán de nuevo a navegar para todo el finde, porque hoy hay una concentración especial por la fiesta de San Juan y salen todas las embarcaciones, como nosotros en el dia del Carmen. Una chulada, que me pierdo, me dice. En fin, que le vamos a hacer.
Mientras él remata la punta de los lacitos con un quemador, yo preparo un arrocito con toda la verdura que me quedaba en la nevera, y no sale nada mal, nos lo tomamos en la bañera, intercambiando nuestras conclusiones de la semana de conocimiento mutuo. Es de agradecer que reconozca mi experiencia y que quiera contar conmigo en su tripulación. Aunque es hombre de pocos halagos, me dice que conmigo “todo es más fácil”. Yo me comprometo a unirme en cuanto pueda, quizás cuando arribe a Galicia o ya en el Mediterráneo y deseo coincidir con el resto de la tripulación, que como yo, queremos acompañarle durante todo el proyecto y ver si congeniamos los cuatro y las cosas fluyen entre nosotros y cómo es él como líder, es decir, como patrón, que nos debe dirigir a todos a buenos puertos, jajajaja, y luego la idea es recibir constantemente gente para el camarote que nos queda libre, que quiera vivir parte de esta aventura con nosotros. Me gusta la idea de ser un equipo y no un tándem, como habían sido todas las propuestas hasta ahora. Así que espero que este sea el primero de un año de relatos sobre las singladuras en el Santa Catalina.
Ah y a mi vuelta, esguince en la rodilla y una semana inmovilizada, buaaaa
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