SALINIZADAS EN JACUZZI

Varias semanas siguiendo la meteo, un aplazamiento ya anterior, y finalmente solo saldríamos con un barco, el de mis chicas, aunque de la tripulación inicial solo quedábamos tres, pero algo por lo menos se cumplía, toda la tripulación era femenina!!

Arribamos a la Marina de Denia el viernes por la tarde, una niebla espesa cubría toda la Marina y el Montgó no mostraba su cima…….estibamos la compra, recibimos la visita de una antigua tripulante y amiga que ahora sentía lejana a mí…….preparamos algo de cena y nos fuimos a tomar café al Buda, mientras esperábamos a la armadora.

Por fin, estaba de nuevo a punto de zarpar, por fin, se hacía realidad mis planes de navegar con toda una tripulación femenina. Para una de ellas sería su bautizo, para otra su reencuentro, para otras, un poco más de lo mismo…y para mi, sería copatronear con una gran armadora a quien admiré desde el primer momento que la conocí en Ibiza.

Como no podía ser de otra manera, acabamos en el Blues, la música en directo siempre nos embriaga, así que nos quedamos hasta el final y aún hubo una copa más en otro garito……..es inevitable la fiesta del viernes, siempre llegamos ansiosos a pesar del cansancio del trabajo semanal, todos quemamos nuestras pilas en ese primer sprint, y yo disfruto viendo como la gente congenia en ese primer contacto……intento hacer de escoba pero siempre pierdo alguna hoja que se me despista por el camino…cachis!!

A la mañana siguiente amaneció nublado pero la niebla había desaparecido y no parecía soplar demasiado, volvimos a consultar la meteo antes de zarpar, W/SW 15/20 kn, así que no lo pensamos más y a las 11 a.m. 10 U.T.C. según lo previsto, soltamos amarras.
Me moría de ganas de coger el timón, pero fui paciente y deje el honor a su armadora…

Una vez fuera de la bocana nos aproamos e izamos velas, primero la Mayor y luego el Génova, todo el trapo fuera, amurados a estribor rumbo hacia el S, el anemómetro nos marcaba unos 15 nudos y el barco nos daba una velocidad según el Plóter de hasta 7,5 en algunos momentos.
Primero caímos y pusimos rumbo más hacia alta mar para separarnos del Cabo de San Antonio, siempre traicionero como todos ellos, pero luego con unas cuantas viradas fuimos aproximándonos a tierra.
Algunos primeros conceptos para la que era su bautizo, que ansiaba aprender, que placer!!

Nos giramos y por popa vimos cruzar una tremenda nube negra de W a E, se adivinaba el agua que estaba soltando, que al día siguiente nos dirían que fue granizo, pero que por suerte no nos alcanzó, ufff…..que bien!

Finalmente decidimos arriesgarnos y poner rumbo a Calpe para pasar allí la noche…..la música empezó a sonar y las coronitas fresquitas a salir, mientras un tímido Lorenzo nos acompañaba intermitentemente.

La más trasnochadora estaba pagando un precio alto….buscando el lado de sotavento todo el día para tirar su primera papilla, pero las demás estupendísimas.

Estaba feliz, respiraba hondo e intentaba hinchar mis pulmones de olor de mar, de paz, de felicidad,…….así fue transcurriendo el día y con su última hora de luz arribamos al Peñón de Ifach, la mar había subido, ahora las olas eran mayores y el viento rolaba constantemente, supongo que por el efecto del Peñón, hay que acercarse bastante para entrar en la bocana de Calpe, pues está nada más rebasarlo en su cara Sur.
Baje y llamé por la VHF, aunque por la mañana ya había avisado y asegurado un amarre. El marinero de turno vino hacia el pantalán y nos hizo indicaciones de que atracáramos de proa, el viento había subido bastante, bajo el Peñón habíamos tenido puntas de 30 nudos!.
Cuando terminamos de atracar y fijar las amarras preguntó por el patrón y se quedo asombrado cuando no solo le dijeron que era patrona, sino que todo el barco era de mujeres, …..jajajaja….se echo las manos a la cabeza, supongo que todavía no es muy habitual.

Después de mis cinco minutos de rigor, una vez asegurado el atraque, eche un vistazo a mi bosque preferido una vez más. Las gaviotas enormes del Peñón nos daban la bienvenida y hasta una leve puesta de sol pudimos fotografiar a través del yate que teníamos a nuestro babor. Luego me dirigí con una de las tripulantes, a marinería, para inscribir el barco, y mientras lo hacía nos percatamos de un anuncio en el tablón sobre un jacuzzi. Tras las pertinentes negociaciones o persuasiones, conseguimos poder dar fe de el sobre la terraza, a la intemperie, por un lado todos los barcos, por el otro el Peñon con las gaviotas como únicas acompañantes, nos sumergimos en pellejillo en un calentito y burbujeante jacuzzi, mientras la lluvia caía sobre nuestras cabezas, y una botella de Doña Anna refrescaba nuestras gargantas……hummm ¡¡los placeres de la vida!!. Nunca podíamos haber imaginado que nos aguardaba tan agradable recibimiento en Calpe…….
Tan relajadas nos quedamos que esa noche cambiamos los planes de salir a cenar a Tapanyaki y copas, por cena con velas en el barco y tertulia, con un viejo amigo del mar como invitado especial…

El domingo amaneció según lo previsto, más nublado pero asombrosamente soplaba mucho menos de lo que los partes preveían, eso sí, se cumplía la dirección, seguía siendo SW, así que a poco que subiera podríamos ir escopetas en un largo con solo el Génova. Pero Eolo se hacía de rogar, el viento no subía, no podíamos arriar velas porque con ese rumbo y con tan poco viento el aparente que creábamos con el motor nos marearía a las velas, así que tuvimos que soportar el ronroneo del motor durante unas horas, no podíamos arribar tarde a Denia y además el parte empeoraba muchísimo a partir de las 15h. como se cumplió.

Cuando por fin subió un poco y empezó a alcanzar los 10 nudos, sacamos primero Génova, y ganamos un par de nudos sobre la velocidad que nos daba el motor, aunque las olas grandes de la mar tendida, hacían necesario no soltar el timón, pero a mi no me importaba, además el día de vuelta siempre estoy más abstraída y me encanta perderme mirando el horizonte mientras intentaba surfear las olas que me entraban por la aleta de estribor. Pensamos en izar también la Mayor para intentar estabilizar más, pero con el fuerte viento del día anterior seguramente la arriamos sin darnos cuenta con un doblez y ahora no había manera de sacarla, es lo que tienen las de enrollador. La armadora lo intentó todo, incluso llegó a sentarse en la botara para tirar de la vela, pero ni por esas, recogimos y sacamos varias veces, pero tampoco, así que al final desistimos, quedaban pocas millas, y con el rumbo y viento que teníamos podíamos ir perfectamente solo con el Génova.

Una llamada del náutico nos advertía de que no nos entretuviéramos que allí estaba ya soplando más de 20 nudos, y así fue, pero justo al llegar frente a la bocana, porque ni por el Cabo ni por las serranas nos subió el viento que durante toda la mañana no había pasado de 15 nudos, pero allí si, allí subió y no paramos ni en la gasolinera, no dirigimos directas al amarre. Me cedieron el reto de atracarle. Hice la maniobra antes de entrar en la dársena, para tomar esta ya marcha atrás e intentar atracar de popa, pero finalmente lo abarloamos al muelle central para facilitar el salto al pantalán, pues en ese momento rompía a llover por fin a mares.!!

El fin de semana marinero entre féminas tornaba a su fin, y decidimos ponerle el colofón con una buena paella en el famoso Tapelia!!.......hummmm…¡los placeres de la vida!!