UN MIERCOLES CUALQUIERA.......

Un miércoles cualquiera de una semana cualquiera de agosto, me escapé de la calima del asfalto y el cristal de la ciudad para reencontrarme de nuevo con mi querido Rebeca tercero...había que llevarlo a Campello, su puerto base, como final de la travesía veraniega por el Mediterráneo.


Unas amenazadoras nubes negras sobre el Montgó nos confirmaba el aviso que telefónicamente me había llegado de un buen lobo de mar y amigo, que resguardado en Cala Moraira la dejaba pasar, nos cruzamos números de vela por si nos veíamos pues llevaríamos rumbo encontrado….., hicimos tiempo deleitándonos en el Tapelia con una sabrosa fideua y vinito blanco muy frío, ¡placeres de la vida! como diría mi querida Pura, tiempo suficiente para que por fin las nubes pasaran, se secaran los grandes charcos y viéramos a Lorenzo lucir.

Nuevamente estaba sobre el Rebeca, un feo barro rojo le había dejado la reciente lluvia, pero no nos paramos a baldear, teníamos ansias por navegar de nuevo juntos, en tandem, en el Rebeca, me sentía bien al ver como de nuevo fluían los movimientos como en todo gran equipo…..el viento había bajado, ahora nos marcaba unos 15 nudos que nos entraban en el amarre por la aleta de Er, era NE. Las embarcaciones de nuestro Er habían zarpado presurosas al abrirse la tarde y por ello deberíamos de cuidar no caer sobre el velero que teníamos a Br. Ferdy soltó el muerto de proa, yo mantuve el motor embragado avante, soltó la amarra de popa de Br y yo fui soltando la de Er hasta que vino él y la recuperó completamente, un poco más de arrancada y salimos perfectos, ni un roce….proa a la bocana, dónde nos cruzamos con un par de barcos de pescadores que sin ningún escrúpulo entraban a 6 nudos, le hice gestos con la palma hacia abajo para que aminorara al primero, y creyó que le saludaba, así que me resigné con el segundo!

Una vez fuera, aprovechamos la orientación aproados para sacar la Mayor con un rizo, “por si”, más vale ser prevenidos, pero en cuánto pasamos el Cabo de San Antonio y las Serranas del Montgó, tuvimos claro que había lo que había y eso eran unos 20 nudos por la aleta de Br, así que sacamos todo lo que quedaba de Mayor y el gran Génova por la banda de Er, el Rebeca cabalgaba sobre las grandes olas, que había quedado de la tormenta matinera, consiguiendo puntas de 8,5 kn de velocidad, hummm que gozada, como anda este barco con vientos portantes!.......al timón, intentaba negociar las olas para no dar pantocazos mientras abría los pulmones e hinchaba mi pecho de brisa marina.

Mientras Ferdy preparaba un par de Gin Tonics salinizados con los restos que quedaban de la última semana del charter babygirl y yo sacaba mi portátil para acallar mi conciencia y dedicar un par de horitas a las trivialidades mundanas que me dan de comer…. de fondo sonaba Macaco, de nuevo estabamos todos juntos otra vez....

Una preciosa puesta de sol sobre el skyline de Benidorm, seguro que nada que envidiar a Manhattan!.....caímos un poco más, de manera que ya el viento nos entraba totalmente de popa, atangonamos el Génova y trasluchamos la Mayor, para ir de orejas de burro, aunque las olas nos balanceaban cual patito en bañera…gr.

Era el segundo día de las Perseideas de Agosto, “Las lágrimas de San Lorenzo” y en cuanto desapareció Lorenzo empecé a mirar atentamente hacia el cielo. Marte brillaba por Levante cada vez más intensamente, recordé las noches pasadas contemplándolo durante las travesías nocturnas de Sicilia a Cerdeña y de ésta a Menorca, descubrí una vez más la Osa mayor, Casiopea, Géminis, ……pero ni una estrella fugaz, joooooooo……cuando ya enfilábamos la bocana del puerto de Campello, con toda la contaminación lumínica de la ciudad, vimos caer algo, no sé si era una estrella, por el grosor de la luz y la lentitud que caía y a pesar de ello olvidé mi deseo, eso sí, el de Ferdy fue muy importante, ojalá se cumpla!

Habíamos llamado previamente por teléfono y ahora lo hacíamos por radio, nos asignaron el amarre Eco10, no sabíamos exactamente dónde estaba, seguían soplando unos 15 nudos, siempre lo hace cuando tenemos que hacer una maniobra ¡este Murphy!....al timón metí la proa hacia la gasolinera para entrar ya controlando la marcha atrás, su tío nos esperaba para cenar y hacia señales desde el pantalán anterior, por lo que hicimos amago de entrar en éste pero tuvimos que rectificar, un gran barco de pescadores amarrado de través enfrente, avante pero con cuidado para no darle , rectificar, otra vez atrás y entrar ya en la dársena correspondiente, manteniendo todo lo posible centrado al Rebeca para no dar con los muertos de Br ni de Er, justo estaba a Br el amarre, justo dónde no veía, ¡otra vez Murphy!.. pues la “zodía” colgada en el pescante en la aleta de Br está justo en mi visual, así que a tientas y a ojo de buen cubero calculé y calculé mal, de forma que me echaba encima del ancla del velero que tendríamos a Br, metí rápidamente avante y le pasé el timón a Ferdy, sabía que él lo rectificaría sin tener que salir y repetir toda la maniobra, y así fue, somos un equipo no?, si, si, pero la próxima vez lo haces solita, el Rebeca se te está imponiendo!......quizás, es un gran barco o una gran barca? Como decían los italianos, porque a veces me parece que está celosa,…. Pero lo cierto es que tiene una gran personalidad con sus 15 Tn y su gran pala, no es fácil de dominar, aunque me gusta que siga siendo un reto para mí. Además en esta ocasión no acababa con amargo sabor de boca como en otras maniobras infructuosas, porque había dominado toda la marcha atrás con las rectificaciones hasta allí, así que me regalé igualmente mi momento, aunque esta vez al cigarrito lo acompañé con una Coca-cola Light……..

Espérame Rebeca, pronto volveré a ti……..

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