REGATA S.M. LA REINA

La regata más importante del año: Éramos tripulación completa. Incluso algunos tuvieron que quedarse en tierra porque vinieron los JASP de Alicante. Nunca me habían pedido tanta documentación y exigido tantos papeles. Nada más ver la lista de inscritos me di cuenta que habíamos pagado la novatada. Casi todos nuestros contrincantes en RI2 durante el año en el RCNV, se habían inscrito en clase Club para tener más posibilidades, pues aunque los penalizaban con un 10%, era más fácil las pruebas y los competidores, mientras que en nuestra clase nos tocaría competir con barcos muy buenos que habían venido, como el Movistar.

La primera prueba era el viernes por la tarde. Llegamos tarde a la reunión de patrones, para variar, así que solo teníamos las indicaciones en papel. Zarpamos poco más de las 12 HRB, la salida era a las 14:00HRB. La prueba era bastones, dos mangas. Teníamos viento de E/SE, unos 15 a 18 nudos. La salida fue comprometida, como siempre. Primero fueron los ORC, luego los RI1 y luego nosotros. Los alicantinos me dijeron que intentara marcar al Movistar, mejor dicho, imitar al Movistar, y así intentaba hacer. Pedro Campos, bastante estropeado por cierto, pues lo recordaba más joven y delgado cuando lo vi en la salida de la Volvo un par de años antes, nos marcaba el barlovento. Salimos amurados a Er aunque con menos velocidad que todos los demás, que pronto se despegaron de nosotros.

Las velas del Libertyenlamar están muy cansadas, éramos conscientes de ello. No podíamos hacer muy buen ángulo. Amurados a Er aún podía cerrarlo más pero amurados a Br no podía bajar de 30 o 35. Preferíamos correr que hacer rumbo. Estuvimos peleando con el Llevant Blau de Pepe Vives, el patrón de la Goleta de la GV, buena gente, aunque bastante puñeterito. Siempre nos encontramos peleando con él. No sé si por el finde que pasé en la Goleta o por la amistad común que compartimos. El caso es que se puede decir que prácticamente convertimos la regata en un Match Race entre ambos barcos.

Las ceñidas nos alcanzaba, las empopadas le alcanzábamos y le comprometíamos, como pasó ya en la primera baliza de llegada a sotavento.

Fuimos los penúltimos el primer día, aunque recompensados a la arribada, como a todos los demás, con una paellita en el club de regatas. Saludos y comentarios sobre las dos primeras mangas. Toda la tripu en una mesa larga, Ruben también participó. Recogimos camisetas y tickets para las copas. El Village estaba lleno de ambiente, con la firma patrocinadora principal, piel de toro. Hasta fino y jamón a go-go.

La tripu empezó a animarse, a pesar de que quedaba todavía baldear y arranchar y además al día siguiente había nuevamente pruebas y más tempranas, así que finalmente conseguí convencerlos para que nos fuéramos todos a casa e hiciéramos una barbacoa en la terraza. Fernando se adelantó con Rubén en la moto para comprar la carne y la leña. Más tarde acudieron Borja con una pareja de amigos y Ricardo, que aportaron un mus de chocolate y un vinito rosado. Algún chapuzón que otro en la piscina, que estaba lamentablemente llena de ceniza, por el inmenso incendio que asolaba Valencia ese fin de semana.



Al día siguiente, estábamos todos dispuestos en el barco a las 10 a.m., la salida era a las 12 HRB. Hoy era un trapecio. Nuevamente intentamos hacerla lo mejor posible, peleándonos con los mejores. Amurados a Er, con el MoviStar a nuestro barlovento y con otro venido de Estepona por mi aleta de Br, amenazante con su botalón de proa, que por un momento lo sentí clavado en el alma. Pero aguanté el tipo al grito de Alejandro y a pesar de que luego me temblaban los brazos y las piernas, pero aunque hicieramos una buena salida, nuevamente luego nos perdían de vista y cerraban mucho más el ángulo que nosotros y nos quedabamos peleando de nuevo con el Llevant Blau y con el Grupo Dominguis. En las ceñidas nos alcanzaban y en las empopadas les dábamos una paliza. Incluso comprometimos en una popa al Carmen en la que tuvieron que respetarnos Er muy a su pesar. Además las popas eran para los alicantinos y yo disfrutaba viéndolos actuar. Como controlan y trasluchan el Spi, como si de un estornudo se tratara.

Hoy habría barbacoa al terminar en el club de regatas. Y lamentablemente no conseguí convencerlos un segundo día y se fueron de fiesta a Valencia cuando terminó el festival en el club. Nosotros nos fuimos a casa muy a mi pesar, pero sabia que era lo mejor.

El domingo se preveía el mismo viento, pero además del cielo cubierto por el incendio como si de niebla se tratara, nos alcanzó un negrito que nos trajo viento del N de 20 a 25 nudos, justo para la hora de la salida. Solo con la Mayor me costaba mantener el barco e íbamos a más de 7 nudos. Sabia que hibamos pasados de trapo, no podía tomar rizos y aunque en la de Luis Senis aguantó la vela 25 nudos, no estaba segura que lo consiguiéramos de nuevo. Se planteó la posibilidad de retirarnos y no arriesgar las velas, pero al final decidí arriesgar y salir, ya que estábamos allí…………

La salida fue rabiosa, junto al Movistar de nuevo por mi banda de Er. Más de veinte nudos, toda la Mayor fuera y el Genova con una pequeña vuelta. Salimos súper bien, pero antes de los 5 minutos, oímos un ruido y la Mayor se rajó de la baluma al gratil, ¡mierda!, habíamos acabado con ella y con la regata. Y muy a mi pesar, nos retiramos. Algunos barcos más tuvieron también que retirarse. Algunos más prudentes, como el Corredor, antes de tomar la salida, y algunos después como nosotros, como el Begood de RI1 que partieron un timón.

Así que enfilamos la bocana y nos dirigimos a puerto para hacernos una paellita en el club y premiarnos a pesar de todo, por lo intentado aunque no conseguido.

No fuimos a la entrega de premios, no habían ánimos. Pero estábamos satisfechos por haber participado, aunque con ese sabor agridulce de no haber conseguido una posición lo suficientemente digna para el precioso Libertyenlamar. ¡El próximo año, pensamos!

Derrotados pero contentos, nos dirigimos a arranchar y dejar el barco a son de mar para la próxima salida, que en esta ocasión se pintaba más placentera, de travesía a Formentera con todas mis amigas.

El punto final lo puso Susana, que arribo al pantalán con una botellita de cava, para celebrar lo que fuera, en esta ocasión que habíamos participado y que a pesar de romper, no habían habido problemas comprometidos de seguridad con la tripulación, la pérdida era solo material.

No sé si me compensa la participación en las regatas, me estresa tanto……..pero.....¡mañana será otro día.! 

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